La Sombra De Rojo.

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Una tarde tranquila, estaba la joven y linda Alune comiendo postres dulces y exquisitos mientras esperaba a su admirador secreto.

Alune no tenía romances.. Sin embargo, no le molestaba hablar con los jóvenes que la adulaban, pues para ella no eran más que admiradores, claro; sin ser descortés.

Cuando de pronto, vio al quien parece que era, Rhaast se sentó en la silla enfrente de la mesa donde estaba Alune, llevaba una capa roja algo larga que llegaba hasta los tobillos, llevaba una botella pequeña colgando de su cuello con un líquido rosado con brillos y como siempre, sus pantalones de cuero negros con guantes.

- Quien lo diría.. ¿Que hace aquí magestad? - pregunto Alune impresionada, pues sabía que Rhaast no la miraba ni en pintura.

- Verá señorita.. Necesito su ayuda, tiene que ver con su hermano y es urgente. - Rhaast veía a la dama mientras se quitaba los guantes y miraba el menú del café.

Alune por un momento se empezó a alarmar.. Pues temía que fuera el romance de su hermano y el príncipe Kayn. - Y.. ¿De qué se trata exactamente?

- Escuche.. Yo se que usted sabe sobre los sentimientos encontrados de mi hermano hacia el joven Aphelios.. Entonces, ambos sabemos lo que puede pasar si alguien se entera de esto. - el chico de vestimenta roja sacudía su hombro y acomodaba su cabello hacia atrás.

Alune cada vez más se ponía inquieta por no saber sus intenciones entonces decidió apurarlo sin titubeó. - ¿Cuál es su punto? Caballero..

- Sabemos que esto está prohibido, no por el hecho de que ambos sean chicos, si no que Kayn esta 'Oficialmente' comprometido contigo, eso es considerado adulterio.. Entonces. - Rhaast se quito el colgante con la botella pequeña y la puso sobre la mesa para que Alune viera con detalle.

- ¿Entonces..? - Alune vio la botella y la tomó con sus dedos y empezaron sus pensamientos más fuertes. - Acaso.. ¿Debería envenenar a mi hermano..?

Rhaast rápidamente le quito la botella y la guardo en el bolsillo de su camisa y negó con la cabeza. - No, no mi querida Alune.. Esto que tenemos aquí, es una poción de amor a primera vista..

Alune tapo su boca impactada y se levantó de la mesa. - ¡No le puedo hacer eso a mi hermano..! Lo lamento caballero.. Pero rechazo esa solución..

Antes de que Alune se fuera por completo, Rhaast tomó el brazo de la dama y la miró fijamente. - Respeto totalmente su decisión mi querida flor de luna.. Pero tome en cuenta que si descubren su secreto.. Se llevarán a tu hermano.. Y en el peor de los casos; cortarle la cabeza.. Así que, piénselo que la desicion está en sus manos.

Rhaast sonreía tranquilo y Alune se veía desesperada. - No hay prisa mi Pequeña dama.. Llámeme cuando necesite mi ayuda al respecto.

El mayor soltó a la jovencita aunque está se quedó petrificada, sin embargo; siguió su camino de vuelta al castillo.

En cuanto llegó, vio a Aphelios.. Contento.. Apuntando con su arco al centro del blanco, mientras que Kayn lo ayudaba a estirar detrás de él.

Alune los veía y sentía un vacío en su pecho.. No le importaba su unión con Kayn.. Porque es verdad todo lo que Aphelios dijo en la iglesia, ella no sentía nada por Kayn, sentía ese vacío porque sabría que su hermano nunca sería feliz sin sufrir primero.

Alune pensó y pensó por horas en el jardín de flores blancas y azules, ¿como puedo hacer que Aphelios sea feliz? Piensa Alune.. Piensa..

Alune estaba en la desesperación absoluta, ella no quería que su hermano sufriera más, no quería quitarle lo único que lo a hecho sonreír todo este tiempo..

𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒋𝒂𝒖𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒐𝒓𝒐 {ƙąყŋ ҳ ą℘ɧɛƖıơʂ} ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵀᵉᵐᵖᵒʳᵃᵈᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora