Flechazo

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Era un viernes en la mañana y el joven Shieda tenía todo el día libre, los viernes y domingos eran todos suyos y no los desaprovechaba, normalmente iba al pueblo por sus golosinas preferidas.

Kayn al despertar no vio a Aphelios y al estar libre decidió buscarlo en el Gran Castillo.

Kayn se vistió con su ropa formal, es de manga larga con color azul oscuro, en los bordes y el cuello de la camisa eran negras con un botón plateado, llevaba una camisa negra por dentro y venía con una capucha grande para no ser reconocido ante las personas, llevaba pantalones negros y unas botas  ajustadas.

Bajo las escaleras y sus tutores salieron con los padres de su prometida quien fue con ellos.

Busco a Aphelios en la sala principal, en la lacena, en el salón de baile, el jardín e incluso en el piano pero no estaba.

Kayn con algo de pena, se fue del castillo con un morral azul marino con la inicial "K" y seguido de eso se cubrió el rostro con su capucha.

El joven fue al establo de su difunta madre, donde había un caballo Pony fell de color negro.

- Hola campeón.. - dijo Kayn mientras acariciaba al animal con cariño.

Recuerda con nostalgia como de pequeño hacía largas cabalgatas hacia el monte con su madre para ver el atardecer pero el día de la muerte de su mamá ya no volvió a montar a caballo.. Hasta este día, debido a que los carruajes que lo llevaban al pueblo.

Kayn monto al caballo sin dificultad y tomó camino a su destino, aunque no tardo tanto en llegar.

Después de 15 minutos a caballo, llegó a las afueras de el pueblo, Kayn se bajó y ató al caballo llevando su morral.

Camino entre la multitud que compraba en el mercado, Kayn iba tapando su rostro con la capucha de su capa y llevando su morral escondiendo su inicial.

Al llegar a su puesto preferido de snacks llamada "Chiquitín" una mini tienda para niños, el vendedor al ver al joven Shieda atendió rápido al niño que estaba en la fila y pasó Kayn de manera discreta.

- Hola hijo - susurro el anciano con una sonrisa y sacando una bolsa de papel.

- Hola Franky.. Vine por. - fue interrumpido por el

El señor de tercera edad le puso la bolsa en el mostrador y le sonrió. - Aquí tiene alteza, disfrutelos.

- Gracias Franky, toma y una propina. - Kayn dejó una bolsa de monedas doradas a pesar de que los caramelos costaban sólo tres monedas de platas.

- Oh alteza, no puedo aceptar esto.. - el anciano se acomodaba los lentes y veía la bolsa impresionado.

- No insistas abuelo, es para tu esposa enferma - Kayn sonrió y salió de la fila.

El anciano agradeció agachando su cabeza ante el príncipe y siguió con su trabajo muy contento.

Kayn era conocido por ser un niño malcriado, mandón, berrinchudo y egoísta.. Pero eso solo quedó asi porque cuando la gente lo conoció, tenía 6 años, es decir; ¿quién no es así a los 6? En fin, desde ese día no a salido del palacio.. O eso es lo que creen.

Ya que pocos comerciantes conocen al verdadero Shieda Kayn.

En fin, mientras Kayn caminaba a la salida viendo en su morral sus caramelos y distraído choco con alguien de ahí.

Kayn no cayó al suelo, solo retrocedió unos pasos por el golpe pero al abrir sus ojos mientras acariciaba el golpe de su cabeza pero al ver el suelo, estaba un chico de capa morada que cayó de rodillas y estaba tapando su rostro.

𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒋𝒂𝒖𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒐𝒓𝒐 {ƙąყŋ ҳ ą℘ɧɛƖıơʂ} ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵀᵉᵐᵖᵒʳᵃᵈᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora