Isabella Lupin

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- ¡Buenos días a todos! ¿Listos para presentarse el día de hoy? - preguntó un chico emocionado.

- Albus, déjanos dormir, apenas son las 3 de la mañana - dijo otro chico adormilado.

- Si lo sé, pero es que estoy emocionado, hoy me toca presentarme y ya quiero ver la cara de papá al saber que me nombró como su profesor menos favorito - se rió el chico.

- ¡Genial! - le respondió Rose desde su cama - Ahora, guarda esa energía para más al rato y sigue durmiendo - le ordenó volviendo a dormir.

- Pero, ¿No quieren saber lo que diré? - preguntó emocionado.

- ¡Ya duérmete! - le gritaron todos.

- OK, ok - dijo regañado - Pero que cascarrabias - susurró volviendo a dormir.

Más tarde ese día...

- ¡Buenos días! ¡Ya es hora de levantarse! - gritó Albus de nuevo, pero pesta vez más tarde, para suerte de los demás chicos.

- Albus, ¿Por qué tanta energía? - le preguntó su hermano mayor.

- No sé, pero creo que debió ser ese dulce que comí anoche - se rió el chico.

- No volverás a comer dulces por la noche - le dijo otro chico.

- Oye Albus, ¿Puedo presentarme yo? Es que quiero estar con mis padres - le suplicó una niña castaña.

- Por supuesto nena, así tal vez logremos que Albus se tranquilice un poco - le respondió James.

- ¡Gracias! - sonrió la niña.

- ¡Andando! ¡Tengo hambre! - exclamó un chico pelirrojo.

- Hijo del tío Ron tenía que ser - se rió una pelirroja.

En el comedor...

El Gran Comedor estaba repleto de estudiantes ansiosos por las presentaciones. En la mesa de Slytherin, los Lupin desayunaban alegremente junto a los Malfoy y los Nott. En la mesa de Gryffindor, Hermione trataba de hacer que sus hijos comieran, mientras que Harry regañaba a James por una broma que le había hecho a Maddie y Ron hablaba con su hija y con Astoria, quien decidió sentarse con ellos. Los Black - Weasley desayunaban en silencio, pero felices de estar juntos, al igual que Bill y su familia o Charlie y la suya. En conclusión, todos estaban felices.

Cuando el desayuno acabó, un nuevo encapuchado subió a la tarima y cuando se quitó la capa, dejó ver a una linda y tierna niña de no más de 10 años, con cabello castaño y unos ojos café que a Jennifer le recordaron a los de Remus.

- Oye, apuesto que ella también es nuestra hija - le susurró sonrojada.

- Apuesto lo mismo, tiene tu mirada - le sonrió.

- Hola a todos, yo soy Isabella Narcissa Lupin Malfoy y soy la cuarta hija de Remus y Jennifer - sonrió mientras se sonrojaba.

- ¿Ves Draco? Una de mis hijas lleva el nombre de mamá - le dijo Jennifer sacándole la lengua.

- Pero yo se lo puse a mi hija primero - ahora fue el turno de Draco de sacarle la lengua.

- Eso es porque tu hija nació antes - Jennifer rodó los ojos.

- Ya basta los dos - les ordenó su madre cansada de sus peleas - Gracias Jennifer por ponerle mi nombre - le sonrió dulcemente.

- De nada mamá - la abrazó la rubia - Continúa - le indicó a su hija.

- De acuerdo - sonrió la niña - Tengo 8 años - levantó 8 deditos - y nací el 25 de diciembre de 2015, fui un bebé de navidad - se rió.

- El mejor regalo de navidad - sonrió Remus abrazando a Jennifer.

- Así es, el mejor regalo - concordó la rubia.

- Gracias - sonrió Isabella ampliamente - Me dicen Isa o Bella - informó - y mis padrinos son el tío Blaise y la tía Astoria - sonrió.

Los mencionados abrazaron a su amiga y a su ex profesor, agradeciéndoles por nombrarlos los padrinos de su hija.

- Como todavía no puedo ir a Hogwarts, voy a una escuela muggle - continuó Isabella - Mis materias favoritas en mi escuela son geografía, música y arte - dijo - y mi menos favorita es matemáticas, aunque no soy la única que la odia - se rió nerviosa.

- Cuando íbamos a la escuela muggle, tu madre era la mejor en matemáticas - comentó Draco sorprendiendo a todos, ya que era conocido ampliamente que los Malfoy odiaban a los muggles, y mandar a sus hijos a una escuela muggle, no era algo de esperarse.

- Sí, mamá me ayuda, pero aún así las odios, hablo, ¿para qué me servirá en un futuro saber las fracciones? - preguntó entre cerrando sus ojos.

- Te sorprendería cuánto te servirán - le dijo su hermano mayor.

- Bueno, eso no importa - dijo Isabella alzando sus hombros como si nada.

- Oye, claro que importan - la regañó su madre.

- Lo siento - se disculpó sonrojada - Me gusta mucho jugar ajedrez, papá y yo siempre jugamos y casi siempre le gano - se rió junto a su padre - igual me gusta tocar el piano y me gusta el ballet - se volvió a reír - Cuando entre a Hogwarts quiero pertenecer a Hufflepuff o a Gryffindor - sonrió.

- ¿Y Slytherin? - le preguntó su madre celosa.

- Es mi tercera opción - se rió nerviosa.

- Tranquila, ya me está quedando en claro que Nala podría ser una Slytherin - le dijo Remus riendo.

- Bueno, eso sí. - se rió Jennifer - Continúa, cariño - le sonrió.

- Cuando sea grande quiero ser bailarina de ballet o pianista - sonrió ampliamente - Y creo que es todo de mi - se bajó de la tarima dando pequeños saltitos.

- Ven, dame un abrazo - le dijo su mamá abrazándola.

- Te quiero mami - le dijo Isabella.

- Yo igual, nena, aunque apenas te acabo de conocer - se rió la rubia.

El otro futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora