- ¡Buenos días a todos! ¿Listos para presentarse el día de hoy? - preguntó un chico emocionado.
- Albus, déjanos dormir, apenas son las 3 de la mañana - dijo otro chico adormilado.
- Si lo sé, pero es que estoy emocionado, hoy me toca presentarme y ya quiero ver la cara de papá al saber que me nombró como su profesor menos favorito - se rió el chico.
- ¡Genial! - le respondió Rose desde su cama - Ahora, guarda esa energía para más al rato y sigue durmiendo - le ordenó volviendo a dormir.
- Pero, ¿No quieren saber lo que diré? - preguntó emocionado.
- ¡Ya duérmete! - le gritaron todos.
- OK, ok - dijo regañado - Pero que cascarrabias - susurró volviendo a dormir.
Más tarde ese día...
- ¡Buenos días! ¡Ya es hora de levantarse! - gritó Albus de nuevo, pero pesta vez más tarde, para suerte de los demás chicos.
- Albus, ¿Por qué tanta energía? - le preguntó su hermano mayor.
- No sé, pero creo que debió ser ese dulce que comí anoche - se rió el chico.
- No volverás a comer dulces por la noche - le dijo otro chico.
- Oye Albus, ¿Puedo presentarme yo? Es que quiero estar con mis padres - le suplicó una niña castaña.
- Por supuesto nena, así tal vez logremos que Albus se tranquilice un poco - le respondió James.
- ¡Gracias! - sonrió la niña.
- ¡Andando! ¡Tengo hambre! - exclamó un chico pelirrojo.
- Hijo del tío Ron tenía que ser - se rió una pelirroja.
En el comedor...
El Gran Comedor estaba repleto de estudiantes ansiosos por las presentaciones. En la mesa de Slytherin, los Lupin desayunaban alegremente junto a los Malfoy y los Nott. En la mesa de Gryffindor, Hermione trataba de hacer que sus hijos comieran, mientras que Harry regañaba a James por una broma que le había hecho a Maddie y Ron hablaba con su hija y con Astoria, quien decidió sentarse con ellos. Los Black - Weasley desayunaban en silencio, pero felices de estar juntos, al igual que Bill y su familia o Charlie y la suya. En conclusión, todos estaban felices.
Cuando el desayuno acabó, un nuevo encapuchado subió a la tarima y cuando se quitó la capa, dejó ver a una linda y tierna niña de no más de 10 años, con cabello castaño y unos ojos café que a Jennifer le recordaron a los de Remus.
- Oye, apuesto que ella también es nuestra hija - le susurró sonrojada.
- Apuesto lo mismo, tiene tu mirada - le sonrió.
- Hola a todos, yo soy Isabella Narcissa Lupin Malfoy y soy la cuarta hija de Remus y Jennifer - sonrió mientras se sonrojaba.
- ¿Ves Draco? Una de mis hijas lleva el nombre de mamá - le dijo Jennifer sacándole la lengua.
- Pero yo se lo puse a mi hija primero - ahora fue el turno de Draco de sacarle la lengua.
- Eso es porque tu hija nació antes - Jennifer rodó los ojos.
- Ya basta los dos - les ordenó su madre cansada de sus peleas - Gracias Jennifer por ponerle mi nombre - le sonrió dulcemente.
- De nada mamá - la abrazó la rubia - Continúa - le indicó a su hija.
- De acuerdo - sonrió la niña - Tengo 8 años - levantó 8 deditos - y nací el 25 de diciembre de 2015, fui un bebé de navidad - se rió.
- El mejor regalo de navidad - sonrió Remus abrazando a Jennifer.
- Así es, el mejor regalo - concordó la rubia.
- Gracias - sonrió Isabella ampliamente - Me dicen Isa o Bella - informó - y mis padrinos son el tío Blaise y la tía Astoria - sonrió.
Los mencionados abrazaron a su amiga y a su ex profesor, agradeciéndoles por nombrarlos los padrinos de su hija.
- Como todavía no puedo ir a Hogwarts, voy a una escuela muggle - continuó Isabella - Mis materias favoritas en mi escuela son geografía, música y arte - dijo - y mi menos favorita es matemáticas, aunque no soy la única que la odia - se rió nerviosa.
- Cuando íbamos a la escuela muggle, tu madre era la mejor en matemáticas - comentó Draco sorprendiendo a todos, ya que era conocido ampliamente que los Malfoy odiaban a los muggles, y mandar a sus hijos a una escuela muggle, no era algo de esperarse.
- Sí, mamá me ayuda, pero aún así las odios, hablo, ¿para qué me servirá en un futuro saber las fracciones? - preguntó entre cerrando sus ojos.
- Te sorprendería cuánto te servirán - le dijo su hermano mayor.
- Bueno, eso no importa - dijo Isabella alzando sus hombros como si nada.
- Oye, claro que importan - la regañó su madre.
- Lo siento - se disculpó sonrojada - Me gusta mucho jugar ajedrez, papá y yo siempre jugamos y casi siempre le gano - se rió junto a su padre - igual me gusta tocar el piano y me gusta el ballet - se volvió a reír - Cuando entre a Hogwarts quiero pertenecer a Hufflepuff o a Gryffindor - sonrió.
- ¿Y Slytherin? - le preguntó su madre celosa.
- Es mi tercera opción - se rió nerviosa.
- Tranquila, ya me está quedando en claro que Nala podría ser una Slytherin - le dijo Remus riendo.
- Bueno, eso sí. - se rió Jennifer - Continúa, cariño - le sonrió.
- Cuando sea grande quiero ser bailarina de ballet o pianista - sonrió ampliamente - Y creo que es todo de mi - se bajó de la tarima dando pequeños saltitos.
- Ven, dame un abrazo - le dijo su mamá abrazándola.
- Te quiero mami - le dijo Isabella.
- Yo igual, nena, aunque apenas te acabo de conocer - se rió la rubia.

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El otro futuro
FanfictionEn la fiesta de bienvenida del nuevo miembro de la familia Black, la tercera generación viaja al pasado por accidente, mejor dicho, por culpa de cierto azabache de lentes y de un moreno Black. Ahora tendrán que presentarse ante sus padres y tal vez...