El otro futuro

Hogsmeade 2.0

De vuelta en Hogsmeade, la tercera generación hacía de las suyas.

James, Lyssander, Lorcan, Garcon, Fred II y Frank, estaban en la tienda de bromas de Zonko junto con los gemelos Weasley, planeando su próxima azaña.

- ¿Qué piensan acerca de poner bombas fétidas en el baño de prefectos? - preguntaron Lyssander y Lorcan al mismo tiempo.

- ¡Excelente! - concordaron los gemelos Weasley.

- Entonces... ¿Qué tal soy como esposo de tu madre? - le preguntó George a su hijo.

- Pues... - respondió Fred II - Cada quien tiene su opinión - se rió.

- Ja ja, que gracioso - se rió George sarcásticamente.

- Lo sé, me lo dicen siempre - presumió el chico.

Fred I los observó con una sonrisa triste. George estaba disfrutando pasar el rato con su hijo, mientras que los suyos estaban enojados con él.

- Oye - lo llamó Lyssander - ¿Por qué no vas a hablar con ellos y la tía Giselle? Estoy seguro que estarán felices de verte, ellos te aman mucho - le aconsejó.

- No lo creo, Giselle me odia y los chicos deben de hacerlo, igual - le respondió Fred I algo triste.

- Yo no te odio - habló alguien detrás de ellos - Simplemente... estoy enojada, con el corazón roto, pero no te odio - le dijo.

Fred y Lyssander se dieron la vuelta, y se encontraron con la rubia mencionada, mirándolos tristemente.

- Giselle, yo... - empezó a decir Fred I ganándose la atención de sus acompañantes.

- No puedo creer que pienses eso - lo interrumpió la chica.

Fred miró al suelo un momento, antes de tomar una decisión. La miró y se acercó a ella con paso decidido y la besó. El beso tomó por sorpresa a la chica, pero luego de unos segundos, se dejó llevar. Cuando se separaron, Fred juntó sus frentes.

- Merlín... Cuanto extrañaba tus labios - susurró el pelirrojo.

- No creo que digas eso en un futuro, me besarás todo el tiempo - se rió Giselle.

- Te amo, te amo, te amo - le dijo Fred.

- Yo igual te amo - le susurró Giselle volviéndolo a besar.

Estaban tan sumidos en ambos, que no se dieron cuenta de que todos los observaban.

- Oigan - los llamó George - Ya basta, todos los están viendo - les dijo.

En ese momento, los ojos de ambos se abrieron a no más poder, se acordaron que no estaban solos. Se separaron rápidamente con un sonrojo en sus rostros y se juntaron sus manos, para nunca separarlas. 

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- Después de usted, señorita - le dijo Cygnus a su cita.

Después de deshacerse de Sirius, - gracias a Camryn y Sarabi - Iman y Cygnus por fin podían tener su cita en paz, o bueno, así parecía ser antes de que el susodicho llegara. 

- Entonces... ¿Qué nos vas a invitar? - preguntó Sirius sentándose en medio de ambos.

- Papá... - le reclamó Iman sonrojada.

- ¿Qué? Tengo hambre - se defendió el hombre.

- Ammm... pida lo que quiera, señor, Brews & Stews Café tiene un excelente menú - le dijo Cygnus tratando de ser amable.

- Qué considerado - lo alagó el mayor de todos - Ahora que lo dices... me gustaría una enorme taza de chocolate caliente, un pastel de calabaza, un pastel de melaza, jugo de zanahoria, jugo de manzana, 10 empanadas de calabaza, muy deliciosas por cierto, deberías probarlas Iman; también quiero unas melcochas, una sopa Bouillaisse, un budín de Yorkshore... - empezó a pedir.