El otro futuro

James Potter

Momentos antes...

- Ahora, ¿quién va? - preguntó un encapuchado a sus amigos.

- Yo creo que lo mejor es que vaya Teddy, para que explique lo del tío Remus y la tía Jenn - dijo uno.

- ¿Yo? Que vaya Milo, es su hermana - se excusó el chico.

- Tu eres el mayor - le recordó el que se llamaba Milo.

- De hecho, ninguno de los dos irá, el tarado de James ya subió a la tarima - dijo una chica.

Actualidad...

El encapuchado en la tarima se aclaró la garganta ganándose la atención de todos. Poco a poco se quitó la capa y cuando dos merodeadores y un chico de lentes, lo vieron, se pusieron blancos, más que un fantasma.

- Hola, yo soy el sorprendente... - empezó el chico, pero la puertas del Gran Comedor abriéndose, lo interrumpieron.

Por las puertas, entraron dos chicas rubias y una peli negra. Rápidamente, dos Weasley se pararon a saludarlas.

-Og, Bill, ¿Qué sucede? - preguntó una chica rubia, identificada cómo Fleur DelaCour.

- Caroline, me alegra verte - saludó Percy a la chica peli negra. - Ven siéntate a mi lado - le indicó.

- Gracias, Pers - sonrió.

- Vengan, Fleur, Gabrielle, vamos a sentarnos y les explico todo. - les dijo Bill a su novia y cuñada.

- Bueno, ahora que todos están sentados y prestando atención a lo importante, osea yo, me seguiré presentando - dijo arrogante. Sirius miró a su mejor amigo sentado en la mesa de Slytherin y como si hablaran con las miradas, los dos estuvieron de acuerdo en que estaban viendo a su difunto amigo James en ese momento. - Yo soy el sorprendente, inigualable y más guapo... - dijo el chico.

- ¡E idiota! - gritó una encapuchada.

- ¡Silencio, Rosie! - le gritó de vuelta - Como sea, yo soy James Sirius Potter, hijo de Harry Potter, y sí, sí papá, tú vives - sonrió con esa sonrisa que hacía suspirar a todos, menos a alguien, su padre. El niño que sobrevivió yacía en el suelo desmayado, mientras que los amigos de su padre, trataban de no acabar como él.

- ¿Estas bien? - le preguntó Jennifer al hombre a su lado.

- Si, creo - le respondió pálido.

- Papi parece un fantasma, como Casper - se rió la niña a su lado.

- Si, tu papá parece un fantasma - se rió Jennifer haciendo sonrojar a Remus.

- ¡Papá! ¡Despierta! - gritó James viendo como su papá estaba en el suelo desmayado.

Hermione le tiró agua para despertarlo. El chico de la cicatriz de rayo, abrió los ojos y aturdido miró a su amiga.

- Hermione, dime que es mentira lo que acabo de oír - le suplicó asustado.

La chica se rió de su mejor amigo y volteó a ver disimuladamente, a cierto rubio de la mesa de Slytherin.

- Oye Drac, no voltees, pero Granger te esta mirando - le dijo Jennifer burlonamente.

- Cállate, Jennifer - le respondió su hermano sonrojado.

Remus escuchó la conversación entre ambos y volteó a ver a su ex alumno con curiosidad y éste solo bajó la mirada avergonzado. Acaban de descubrir su secreto mejor guardado.

- Papá, no es mentira, yo soy tu hijo - volvió a hablar James sonriendo divertido.

Harry lo miró y empalideció.