Capítulo XXI

237 40 91
                                    

— Nos están siguiendo.

Los ojos de Jimin mostraban la inquietud que sentía ante la repentina respuesta del alfa a quien veía con la mandíbula tensa y el ceño fruncido sin alejar la vista del camino mientras rápidamente observaba de reojo el espejo retrovisor.

— Tranquilo… nunca dejaría que te hagan daño, solo haz lo que te dije por favor — el alfa estaba muy concentrado en todo a su alrededor y aceleró para poder sacar más ventaja del auto que les pisaba los talones.

— E-esta bien — el ojiceleste se acomodó el cinturón que rodeaba su pecho y se sentó lo más erguido posible sin mirar a otro lado sintiendo como la adrenalina recorría todo su cuerpo alterando su tranquilidad.

— Lo bueno de esto es que me di cuenta antes de llegar a la residencia y mejor aún es que seguimos en la zona urbana, de haber llegado a la vía menos concurrida habría sido difícil escapar… ¡Jimin, agárrate bien! — avisó para luego girar con gran velocidad.

Ambos chicos fueron movidos bruscamente por el súbito movimiento del auto hasta que el alfa controló el timón y continuó acelerando mientras avanzaba por rutas diferentes, esquivando lo que sea que pasaba al frente de ellos, solo deseaba poner a salvo al chico que tanto quería.

El auto que iba detrás de ellos trató de seguir el ritmo pero Jungkook era un excelente conductor por lo que unas calles más y se quedó atrapado en el tráfico viendo como el auto donde iba el pelimorado se alejaba, la persona que los perseguía bufó y se apoyó sobre el volante derrotado por no lograr con su objetivo… «te veré luego Jimin».

El auto que iba detrás de ellos trató de seguir el ritmo pero Jungkook era un excelente conductor por lo que unas calles más y se quedó atrapado en el tráfico viendo como el auto donde iba el pelimorado se alejaba, la persona que los perseguía buf...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— ¡Uff! Creo que lo perdimos — comentó el alfa notablemente más relajado.

Jungkook se giró y notó como a su lado el bello rostro de Jimin estaba inexpresivo mientras seguía con la vista en el camino y sus manos apretando el asiento de cuero, al ver eso detuvo rápidamente el auto a un lado de la vacía carretera para hablar con él.

— Hey… mírame — susurró al ojiceleste quien estaba tratando de calmar su acelerada respiración y no le devolvía la mirada, por ello antes de pensarlo e impulsado por querer consolarlo ya había posado su mano sobre el rostro del más bajo acariciándolo con todos los sentimientos que podía transmitirle.

Jimin al sentir la suave caricia se giró uniendo sus miradas, el pelinegro lo miraba con tanto cariño mientras seguía acariciándolo, eso provocó que los sentimientos encontrados que sentía fluyeran, hace unos minutos alguien los perseguía y tuvo tanto miedo, miedo de que tuvieran un accidente, miedo de la persona que los seguía, miedo de ser atacados y sobretodo miedo de que Jungkook pueda salir herido al tratar de protegerlo, ahora al verlo frente a él mientras lo mimaba hizo su corazón latir aceleradamente y sin querer su vista se nubló producto de las lágrimas que se acumularon.

— ¡N-no no llores!— el alfa entró en pánico más que cuando los perseguían al ver esos ojitos de la persona que tanto quería llenos de lágrimas.

🔹Verdades Ocultas🔹Omegaverse - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora