Capítulo VII

284 60 68
                                    

Poco a poco cada rincón que exploró de la residencia Park se le hizo más familiar, ya había pasado más de una semana desde que llegó.

Todos fueron cordiales con él, sobretodo la nana de Jimin, la mujer de avanzada edad lo atendía a pesar que no era necesario hacerlo y eso lo agradecía.

Por otro lado, la seguridad en la casa se basaba en verificar las cámaras de seguridad que rodeaban mayormente los exteriores de esta además de las guardias diarias, las veinticuatro horas del día, pero él casi nunca se encargaba de eso ya que su trabajo se basaba en el cuidado del rubio.

Jimin… era un punto aparte, desde el primer día que lo vio hasta el día de hoy constantemente unas ideas llegaban a su cabeza pero las evitaba, lo mejor era terminar lo más pronto posible con su objetivo por eso las distracciones estaban descartadas.

Los últimos días el rubio le buscaba más temas de conversación y para él era tan difícil poner un rostro inexpresivo y ser cortante a sus preguntas, «solo haré mi trabajo no necesito involucrarme más» pensaba.

Pero cuando menos se daba cuenta ya estaba viéndolo disimuladamente a través del retrovisor cuando Jimin estaba distraído y un par de veces miró ese puchero involuntario que hacía cuando no le respondía más que con monosílabos, eso lo enternecía.

Pensó que quizá sería bueno ser amigos, y quizá él supiera cosas que podrían ayudar a la investigación pero según recordaba el expediente y las investigaciones previas, no había indicio que el joven Park estuviera involucrado en algo de los negocios turbios de su padre e incluso supiera de estos, por eso por algún motivo que no sabía quería excluirlo de todo.

Mientras que en los tiempos que tenía libre, tales como los horarios académicos o la academia de baile del rubio, él aprovechaba esos momentos para ejercer su otro trabajo junto a su amigo.

                           🔹 🔹 🔹

Jungkook se dirigía por uno de los pasadizos que lo llevaba al jardín trasero, había quedado en verse con el beta y aprovechar unos minutos en coordinar algunas cosas que habían escuchado de la unidad especial en la que trabajaban, pero unos sonidos extraños lo hicieron detenerse, caminó silenciosamente hacia el cuarto de donde provenía el sonido y vió a través de una abertura de la puerta a Jin acorralando contra la pared a la beta.

— Y-ya basta — jadeaba la mujer mientras seguía abrazando la ancha espalda de su amigo.

— Nayeon… eres tan bella — decía Jin, rodeando su cintura con un brazo y volviendo a besar a la mujer, sin saber que su amigo alfa estaba mirando la escena con los ojos abiertos de par en par.

Jungkook estaba muy asombrado por ese hallazgo, por lo que atinó a retirarse rápidamente de esa escena muy íntima, en esta situación agradeció que ninguno de los dos podían oler su aroma, hubiera sido demasiado vergonzoso.

Mientras iba al jardín, recordaba sospechar algo entre ese par de betas, recordó la primera vez que Jin la mencionó y su expresión en el rostro o cada vez que ella se cruzaba por su rango de visión, e incluso notó que sus ojos parecían salirse de sus órbitas al verla caminar, no pensó que tuvieran ese tipo de relación, ya que su amigo era un soltero empedernido, su belleza le permitía serlo.

Después de unos minutos esperando, sintió ser abruptamente sacudido por su amigo, lo había asustado.

— ¡Que pasa! Parece como si hubieras visto un fantasma — decía sonriéndole al pelinegro, «sí claro, un fantasma besucón» pensó el alfa.

— Si supieras…casi te la comes — respondió entre dientes.

— ¿Qué dijiste? — a Jin le pareció escuchar mal.

🔹Verdades Ocultas🔹Omegaverse - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora