6 años atrás (12 de octubre)
Bruno
Hoy íbamos a celebrar el cumpleaños de Jeff. Habíamos quedado los de siempre, los amigos que compartimos tantos años: Jeff, Andrés, Romy, Bella y yo. Faltaba Becca, pero decidió no venir. Últimamente andaba un poco peleada con Bella y decidió no celebrarlo con nosotros. Me pareció oír que era porqué el novio de Becca la dejó para irse con Bella y ella, lejos de rechazarlo, lo aceptó.
Ellos propusieron ir a una discoteca. A mí la idea no me entusiasmaba mucho, bueno, realmente, era el hecho de salir de fiesta. Ese rollo no iba mucho conmigo, pero ya que a partir de aquí nuestros caminos se separaban, hice un esfuerzo para ir e intentar pasarlo bien.
Cogí mi coche, aún con la "L" de novel y me dirigí al local. Jeff y yo éramos los más mayores. Nos llevábamos un año con los demás por haber repetido un curso. Al resto, los pasaba a recoger Jeff, ya que sus casas quedaban más cerca de la suya.
Después de recorrer casi toda la ciudad, llegué. Ellos me estaban esperando en la puerta. Bajé y me dirigí hacia donde estaban.
- ¡Hola! – les saludé efusivamente.
- ¡YA ESTAMOS TODOS! ¡VAMOS A LIARLA CHAVALES! – dijo Jeff con motivación. Él era el rey de las fiestas. Creo que nunca se había saltado una.
Todos nos reímos y entramos al local.
Todos fueron a la barra menos Romy y yo, que nos quedamos parados en medio de la sala, entre la multitud de gente borracha y sudada.
- ¡Romy, ven! – le dijo Bella alargándole el brazo – Porfa, tienes que probarlo, ni que sea una vez, ¡vamos! – le insistió haciendo pucheritos.
- No me gusta beber, Bella. – le respondió compadecida.
- ¡Romy, por favor! – seguía haciéndole cara de pena y suplicándole juntando las palmas de las manos – Solo hoy, vamos, ¡que la ocasión se lo merece!
Yo estaba observando la escena des de atrás. Vi como Romy suspiró y, seguidamente, se acercó a Bella, agarrándole la mano que esta le tendía para no separarse ni un segundo y, por ende, no perderse entre esa aglomeración de gente que ya no tocaban bola.
- Bruno, ¿no vienes? – me preguntó Bella.
- No, paso – le respondí. Ella alzó los hombros en señal de indiferencia y se perdió entre la muchedumbre con su amiga.
A mí no me gusta beber y menos las consecuencias que trae cuando pasas la línea que marca el límite. Sinceramente, era incapaz de entender que les aportaba no mantenerse en pie, empezar a hacer gilipolleces, de las cuales el día siguiente o no se acordarían o irían presumiendo de ellas, las cuales, en mi opinión, no eran dignas de ese reconocimiento. No entendía la necesidad de beber para pasarlo bien. Y menos, sabiendo que después tenía que conducir de vuelta a casa. El que ahora me daba miedo, era Jeff. Él también tenía que conducir.
En un segundo plano, observé como mis amigos seguían bailando con su copa en la mano, mientras iban dando tragos. Me acerqué y bailé un poco con ellos.
La noche iba pasando, pero yo ya había tenido suficiente. Empezaba a agobiarme. El volumen de gente había incrementado. Casi no había espacio para poder moverse. Sentía una leve ausencia de aire. Estaba sudando. La música retumbaba en mi cabeza. Los codazos y los golpes que me propiciaban gratuitamente la gente de mi alrededor empezaban a inquietarme. Me estaba agobiando. Decidí salir a tomar el aire y esperar fuera hasta que salieran.
La noche fue pasando, eran las tres de la madrugada. Al fin se dignaron a salir de ese local abrumador.
- ¡BRUUNO! – Romy salió corriendo hasta lanzarse a mis brazos - ¿Dónde estabas? – llevaba un pedo de la ostia.
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Falso Culpable
RandomEn la distancia se oían unas sirenas policíacas que cada vez se hacían más presentes. Abrí la puerta del coche y empujé a la chica. Yo me posicioné en el asiento del conductor. - Me estás secuestrando, lo sabes, ¿verdad? - Te he advertido y has segu...