"Leo" - [2 años atrás]
Hoy se cumplen 4 años de mi soltería impuesta a la fuerza. Viudo si estuviéramos casados. Me arrebataron a mi chica. Mi novia. Todavía teníamos un montón de planes por cumplir.
No podía dejar de pensar en que hubiera pasado si esa noche ella no hubiera salido. A lo mejor, aun seguiríamos juntos. A lo mejor ya hubiéramos hecho ese viaje a Estocolmo que tanto ansiábamos. A lo mejor le habría pedido la unión conmigo para siempre. A lo mejor... A lo mejor nada. A lo mejor nada, porqué ella ya no estaba aquí. De que serbia torturarme si ya nadie me la iba a devolver... Se la llevaron a la fuerza, sin ni si quiera preguntarme. Lo único que espero es que en ese plácido lugar celestial esté mejor que aquí. Que la cuiden mejor de lo que yo pude llegar a hacerlo. Que la amen como nunca habían amado a alguien. Porqué, ella, Valeria, no merecía menos.
Ahora yo solo deseaba una cosa y es que estuviera conmigo, aunque yo no pudiera verla. Aunque no pudiera sentir la calidez de sus brazos rodearme por la espalda, su cariño, sus "te quiero", sus besos robar mis labios. Aunque no pudiera tener al amor a mí lado.
Lágrimas de rabia e impotencia empezaban a derramar por mi cara. Como podía ser que existieran seres capaces de dejar morir a alguien de su misma especie, tirados como si fueran trapos desechables.
Sé que ella luchó con todas sus fuerzas. Como su nombre indica, fue valiente y tenaz. Nunca se rindió. Pero no es suficiente cuando la suerte no te acompaña y te estás desangrando por múltiples traumatismos que desembocan en hemorragias internas.
Cobardes. Miserables. Gente sin escrúpulos. Capaces de matar, pero no de dar la cara asumiendo las consecuencias de sus actos inhumanos.
Por eso, no podía dejar su muerte al aire. No podía dejar que se hubieran cobrado su vida de forma gratuita. Su vida no valía tan poco. Por eso quería venganza. Por haber matado a Valeria. Por haber matado a la que un día conocí como la que quería que fuera mi futura prometida y esposa.
Tenía que hacerles pagar por el daño causado, tomarme la justicia por mi propia mano, ya que nadie tuvo el coraje ni las ganas de hacerlo. Al no encontrar pruebas, la policía dio el caso por cerrado, quedando libres e impunes unos asesinos.
Como cada vez que se cumplía un año mas de su ausencia, iba al pub. La última vez, por casualidades del destino, coincidí con ella. Con mi gemela de vida. A la que la vida la trató igual de mal que a mí y que por ende me entendía mejor que nadie. Ella era la "viuda" de Axel.
Axel y Valeria eran muy amigos. Esa noche quedaron para ir a hacer unas copas, pero lo último que imaginaron es que las ganas de tomarlas, solo se quedarían en eso. En una pelea, de la cual nadie tenía conocimiento de existencia, entre el quiero y no puedo, donde salió victorioso este último.
Entré en el local. Mis presentimientos no fallaron. Ahí estaba ella, sentada sola en un rinconcito de la barra. Parecía que ya llevaba unas cuantas. Me acerqué para acompañarla en el que para nosotros suponía el día más largo y complicado de nuestras vidas.
- Hola.
Se volteó, me miro de arriba abajo y me dedicó un simple "Hola".
- ¿Qué haces por aquí? – le pregunté, aunque ya imaginaba el motivo.
- ¿A ti que te parece? Supongo que habrás venido a lo mismo...
- Supones bien.
- Pues que bien.
Tomé asiento a su lado y pedí una copa para mí.
Aunque no habláramos nunca ni tuviéramos contacto durante el año, ese día lo merecía, por lo menos hacernos compañía mutuamente.
Y entretanto, fuera la noche fue pasando, mientras nosotros seguíamos dentro sumando copas. Sumando rondas. Siendo víctimas inconscientes del paso de las horas.
- ¿Sabes? – rompió el silencio. Llevábamos a lo mejor tres horas sin dirigirnos la palabra. – Casi cada año vengo aquí a llorar la muerte de Axel. Bueno... No sé por qué te lo cuento, si algunas veces hemos coincidido... Pero lo que quiero decir, es que no sirve de nada. No me siento mejor emborrachándome para olvidar su muerte. Para olvidar que un día el fue todo lo que deseé. Él no va a volver. Él mañana, cuando me despierte, no estará durmiendo a mi lado, seguirá habiendo ausencia de sus besos matutinos, de sus "buenos días, mi amor", ... así que ¿de qué sirve? Esos asesinos siguen por ahí sueltos. Haciendo vida normal mientras a sus espaldas se han cargado la vida de dos personas y las de otras dos al cincuenta por ciento, dejándolas mal heridas, casi sin ganas de vivir. La verdad, no se que es peor, si vivir sin padecer o que te arrebaten lo mas preciado de tu vida... - no había desviado ni un momento la mirada. La tenía perdida en un mar lleno de melancolía, mientras este empezaba a bañar su piel, bajando de a poco por sus mejillas.
- Lo sé – la entendía perfectamente – algunos días despierto con el inocente deseo de que todo haya sido una pesadilla. Fruto de la imaginación de mi cerebro. Pero el mundo se me viene a bajo cuando veo que hace 4 años que ya no está a mi lado y que el planeta sigue girando, la gente haciendo su vida, mientras yo sigo estancado en un pozo del que no puedo salir por más que quiera, porqué hay algo que me lo impide y no me deja seguir.
- Es como que hay una cadena que te retiene y hasta que no consigas cortarla, deshacerte de ella, no podrás ser libre.
- Exacto – no había nada mejor que hablar con alguien que me entendiera. Yo hacía tiempo que sabía cómo librarme de esa cadena que me ataba al pasado, pero necesitaba a alguien conmigo, para conseguirlo juntos. - Y tú sabes que podemos hacer para librarnos de esa cadena, ¿verdad?
Por primera vez en toda la noche, levantó su cabeza, apartando la mirada, dejando de estar perdida en medio de la nada, y la centro en mis ojos llenos de una tristeza colérica. Asintió ligeramente con la cabeza para dar respuesta a mi pregunta.
Por fin la justicia se haría presente en honor a Axel y Valeria.
💥💥
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¡Gracias de ❤️ por darle una oportunidad a Apolo!
¡¡Nos vemos en el siguiente capítulo!!🔥
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Falso Culpable
RandomEn la distancia se oían unas sirenas policíacas que cada vez se hacían más presentes. Abrí la puerta del coche y empujé a la chica. Yo me posicioné en el asiento del conductor. - Me estás secuestrando, lo sabes, ¿verdad? - Te he advertido y has segu...