por ti.

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—me sacaron de mi siesta,—dijo eda, rascándose la cabeza para luego desplomarse sobre el sillón—así que dormiré un par de días. hooty, estás a cargo.

—hoot, ¡genial!—exclamó hooty—¡finalmente ven mi potencial! de acuerdo, hoot hoot. amity, ve a-

—ni se te ocurra aprovecharte, búho;—le interrumpió amity—recuerda que no utilicé  ningún tipo de magia la última vez que te agarré a golpes.

—¡hoot!—el pobre búho de la puerta regresó asustado a su lugar.

—sé que está amaneciendo, chicas, pero tuvimos una noche muy dura. no sé ustedes, pero yo iré a dormir al nido de eda.—lilith rodó los ojos y se fue. no quería dormir en un nido que quién sabe cuándo fue la última vez que lo limpiaron, pero, ¿qué le quedaba?

willow tuvo que dormir en la cama de king. sin embargo, no le molestó tanto, pues usó al demonio de osito de felpa, y él no mostró resistencia. luego de tomarles una foto, luz bostezó.

—yo también estoy exhausta, amor.—dijo,
y amity se sonrojó.

—¿me... me has dicho "amor"? ¿como... como si... fuera tu novia?

luz la tomó por la cintura, y caminaron juntas hacia la habitación de luz.

—¡pensé que era obvio que eres mi novia!—rió—ya que todo está arreglado, supuse que ya eras mía...

—luz, eres una tonta.—amity soltó una carcajada, abrazándole también—siempre fui tuya.

cuando llegaron a la habitación, ambas cayeron rendidas sobre la cama. cada una en una almohada pero muy cerca la una a la otra, luz notó un mechón verde que había escapado de la media cola de amity, y se lo colocó tras la oreja.

—amity, antes de que te duermas, escucha—pidió luz—todo lo que pasó...era mi lucha, no la tuya. no tendrías por qué haberme cubierto de esa maldición. no tendrías por qué estar cargando con algo que me correspondía sufrir a mí. además, entrar a ese aquelarre era tu sueño, y...

mientras su novia hablaba, a amity se le escapó una lágrima, pero por fortuna luz  no la notó, pues se camufló en la funda de la almohada sobre la cual la cabeza de la chica reposaba.

—luz.—la interrumpió—cuando vi desde lejos que belos estaba por hacerte algo, yo no sabía que sería ese algo. no sabía si te hipnotizaría, maldeciría, mataría; y eso último fue lo que me impulsó. te perdí una vez, luz... no te iba a perder de nuevo.

luz apretó los labios, con los ojos llenos de lágrimas, sin siquiera tener pensamientos de esconder su ganas de llorar.

—y sobre el aquelarre,—continuó amity—ser parte de esa locura dejó de ser mi sueño hace mucho tiempo; para ser exactos, cuatro años: el día en que me enamoré de ti. desde entonces, mi sueño cambió. desde entonces, mi sueño eres tú.

la chica de cabello verde rió nerviosa al sentir la mano de luz acariciando su mejilla. mirando esos ojos café que tanto le gustaban, para después besar esos labios que le sabían tan dulce como la miel, le dijo a luz una de las tan pocas verdades absolutas qué hay.
—así que deja de decir tonterías, luz. yo haría cualquier cosa por ti.

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