¿está vivo?

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luz empezó a arder en cólera de sólo escuchar su voz.

—y tú...—se dio la vuelta se acercó a él con todo el odio del mundo—¡tú eres el causante de todo este desastre!

—yo no veo el desastre, ¿sabes?—dijo jesse, de lo más sereno—mira, te propongo un trato. apártense de amity para que me la lleve conmigo, y a cambio, te daré esto.

jesse sacó de su bolsillo la famosa llave del portal, y tanto luz como willow jadearon.

—pero, ¿cómo-

—es una pregunta de sí o no, niña. ¿aceptarás?—sonrió el hombre.

—aceptaré...

mientras luz caminaba cabizbaja hacia la llave, a amity se le llenaban los ojos de lágrimas; oficialmente, le esperaba la más miserable de las vidas.

excepto que no era así.

luz estaba a punto de tomar la llave cuando en vez de usar su palma para agarrarla, la utilizó para meterle una bofetada que tiró al piso a aquel brujo desalmado.

—¡aceptaré cuando las vacas vuelen, hijo de puta!

aún en el piso, jesse trataba de recuperarse de tal caída cuando luz se sentó a horcajadas sobre él.

—vamos a arreglar esto al estilo humano, allen. estás muerto.

el hombre empezó a reír como un psicópata con la cara aún roja, preguntándole cómo iba a desafiarlo de esa forma si ni siquiera tenía magia para defenderse. sin embargo, apenas lo dijo, vio que un brazalete amarillo rodeaba su muñeca.

—quizá ella no tenga poderes,—amity levantó una ceja—pero ahora tú tampoco.

su esposo intentó lanzar una llama de fuego y se desesperó cuando se dio cuenta que no podía hacerlo.

—¿dónde aprendiste eso?—preguntó willow, impresionadísima.

—espiando al hombre que me vigilaba... cuando vivía allá, tenía este brazalete a todas horas.

willlow se sintió mal por ella unos instantes, pero dejó su preocupación al ver la sonrisa de amity burlándose de los intentos fallidos de crear magia de su esposo.

—amity allen, ¡quítame esto ahora!—exigió jesse, cuando amity se acercó a él y lo miró con una sonrisa triunfante.

—¿aún no lo entiendes, cariño?—preguntó en forma de burla—te lo dije antes, y te lo digo ahora—mi nombre es amity blight.

después de esta increíble aclaración fue que comenzó la diversión. luz estampaba sus puños en el rostro del esposo de su amada una y otra vez, como si los brazos no se le cansaran. el hombre intentaba empujarla sin éxito, pues ella sentía tanta ira que aguantaba ahí sentada casi sin esfuerzo. mientras, willow y amity estaban escondidas entre los arbustos, viendo todo, en caso hubiera una emergencia. sin embargo, la emergencia que detuvo la pelea fue una que amity no pudo controlar.

llegaron dos soldados del aquelarre del emperador.

se llevaron a luz a rastras, olvidando, no sé cómo, el cuerpo del hijo de su líder.

—¡luz!—casi grita willow, pero amity le tapó la boca justo a tiempo, escondiéndose en un nuevo arbusto, volviéndose ya imperceptibles.

—¿has oído algo?—preguntó un soldado al otro.

—sí.

ambos se dieron vuelta y encontraron, por supuesto, al hijo de allen inconsciente.

—¿habrá sido él?

—la verdadera pregunta es si está vivo.—dijo el soldado, tomando su pulso sobre su muñeca—yyyyyyyy la respuesta es no.

—¡bien!—gritó luz, triunfante. entre los arbustos, las otras dos chicas también celebraban una muerte. se sentía raro, pero valía la pena. sin embargo, esa felicidad duró poco, pues sólo duró hasta que el soldado que no cargaba en sus brazos el cuerpo de jesse le dio una bofetada.

—veremos si estás igual de feliz cuando el emperador te convierta en piedra, noceda.

Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora