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Capítulo 21

-Elizabeth, que pasó, te caíste? -me preguntó Harry consternado.

- No tarado, solo vi una hormiga y la quise saludar- me levante adolorida.

Harry no entendió por que seguía mirandome consternado.

- Señorita Grey- me llamó el profesor- se puede sabe por que urgaba en el poema del señor Styles- entrelazó sus dedos sobre su gran panza.

Al escuchar eso, Harry volteó a verme con una sonrisa socarrona en la cara.

- Que hizo, que?- fingió sorpresa con una mano en su pecho.

- Usted no se meta Styles, veo que ya acabó la hora de la siesta, como durmió- preguntó causando las risas de la clase.

Harry sólo bajo la mirada y susurró.

- Muy comoda, gracias-.

Para su mala suerte yo escuché.

El profesor también.

Junto a toda la clase.

- Suficiente, Grey, Styles- afuera.

- Pero..

- Afuera, eh dicho- se mostró recto con la mirada alzada.

Parecía que quería ver por la nariz.

Esto era injusto, yo solo me caí, pero a quien le importa, regañen a la niña, no importa que se muera.

Desde pequeña, no toleraba las injusticias de los profesores, por eso me busqué muchos problemas en clase.

No es que enserio sea la busca pleitos que todos creían que era, es solo que con los profesores aveces me paso un poquito.

- Baje esa nariz, que tienes mocos, y póngase bien el peluquín, que se le va de lado- dije agarrando mis cosas, el rojo de la vergüenza buscó acomodarse en su rostro mientras se arreglaba el peluquín esta vez poniendolo mal de verdad- Compermiso.

Cerré la puerta y caminé por los pasillos.

Rayos, mi abuela me va a matar en cuanto se entere.

- Hey, Elizabeth- escuché la voz de Harry detrás mio, solo acelere el paso.

- Hey espera- insistió.

- Que!- rápidamente volteé.

Error

Harry se encontraba mas cerca de lo que creía. Su mirada chocó con la mía, hay no de nuevo esos ojos, su ceño antes funcido, se relajó, las dos esmeraldas en su cara estaban mas verdes que nunca, no como los mocos verdes del profesor, sino un verde agradable, como el pasto luego de ser bañado por la lluvia, sus pupilas estaban realmente contraídas dandole mas espacio al dominante verde.

HARRY

-Hey espera- la llamé

-Que!- rápidamente volteó.

Choqué con ella, sus ojos se abríeron un poco mas de lo normal al notar mi cercanía, sus ojos miel estaban siendo enfocados por los rayos de sol que entraban por la entrada al lado de nosotros, su mirada siempre se mantenia dominante como la de un tigre, pero está vez se veía débil cual cachorro, sus pupilas contraídas dejaban ver mas de ese miel, del cual jamás me satisfacía, sus labios estaban ligeramente entre abiertos y viendose realmente deliciosos.

- Harry, hola- Mónica nos interrumpió.

Maldije para mis adentros y me cepare de Elizabeth.

- Hola Mónica-le saludé un tanto irritado.