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Narra Byulyi

¿Nerviosa?

No, ¡Súper nerviosa!

Aunque trato de respirar profundamente no sirve de nada y tampoco dormí ayer en toda la noche. Creí que si cerraba los ojos y los volvía abrir sería un sueño, soy una tonta infantil y gracias a eso, no dormir y tengo un aspecto terrible hoy.

¿Orden de qué? Recuerdo sus palabras no me gusto eso de que me considere una acosadora, soy muy insistente, no me rindo nunca, no soy una acosadora. Como sea, ahora mi única meta es que Yongsun disfrute y que vea a una Byulyi  dispuesta a pelear por ella, pero.... no, sin peros, olvida los porque y los que pasa, todo saldrá como quiero y si no, solo puede salir mejor.

-Mente positiva-. Alzo los dos pulgares frente al espejo lista para ir al estúpido curso de música, tengo que recogerla, aunque verla solo aumentara más la presión que siento.

Salgo en busca del coche y tratado de mantener la calma, pero la confianza en verdad se fue cuando ella llego a mi vida, toco la bocina y salgo del auto pensando que sera bueno esperarla afuera.

¿No?

Suspiro profundo recostada en la puerta del copiloto

-Respira-. Me digo, de verdad Yongsun se ve hermosa con cualquier cosa que se ponga, como si todo lo que elije es perfecto como ella.

-Creo que no vuelvo a ponerme un short-. Habla sonriendo y dejándome un veloz beso en la mejilla, al principio creí estar satisfecha con eso, pero ahora deseo otro saludo.

-Deberías, no solo yo te veré hoy de esta forma-. Que estoy diciendo, me asusto, pero escuchar su risa por unos segundos me tranquiliza.

-Estas asumiendo que eres una pervertida que le ve las piernas a las pobres chicas-. Dice burlona.

Rio un poco -Yo no veo solo tus piernas y no es mi culpa que seas muy hermosa, pero si lo fuera la aceptaría gustosa y sin ningún remordimiento-. Observo como se sonroja y disfruto de mi primer logro.

-Si tú lo dices-. Esquiva -Puedes moverte para abrir la puerta-. Dice Yong tratando de sacarme de ahí.

Queriendo y mucho, tomo su cintura trayéndola hasta mí, me gusta tanto tenerla cerca, por un instante siento como duda en cerrar el abrazo, pero al final, tan solo deja caer sus brazos levemente y luego de unos segundos se aparta.

Lejos, muy lejos así la veo aunque este a solo un paso. La razón por la cual se aleja comienza a preocuparme mucho.

Sin objetar mas, le cedo el paso y abre la puerta mientras rodeo el auto, las dos nos colocamos los cinturones y aún con la incógnita presente, me dispongo a conducir

-Si no termina como piensas ¿Aún tendré chofer?-. Pregunta aunque parece animada puedo notar algo de preocupación.

Sonrio queriendo centrarme, no debo tener ningún pensamiento malo o negativo.

-Tendrás más que un chofer-. Expreso segura.

-¿Puedo poner música?-. Cuestiona evadiendo mi respuesta.

-Si-. Respondo tranquila, todavía no es tiempo de atacar.

Definitivamente podría conducir por toda la cuidad solo para escucharla cantar, en clase no participa mucho solo en los coros, no sé porque no, si ella tiene una extraña y linda voz, pero más pasa tocando la guitarra son raras la veces que elige un solo, aunque es un pequeño fragmento.

-¿Por qué no cantas también?-. Pregunta a mitad del camino.

-Ah... prefiero escucharte-. Nos vimos por más de cinco segundos antes de volver la vista al camino.

Dime que si (MoonSun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora