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Narra Yongsun

No puedo creer que ella haya hecho eso, mis lágrimas no paran por más que quiero que paren. No sé cómo logre contenerme cuando llegaron mis padres y durante la cena, pero ahora que estoy sola en mi habitación, no puedo. Tal vez sea una exageración para muchos, pero para mí, ese beso debió haber sido con mi verdadero amor o tal vez mi primera ilusión ya que fue mi primer beso.

El beso que guarde para una persona a quien quisiera recordar por el resto de mi vida. A quien nunca me hubiera arrepentido de habérselo dado y esa descarada se lo robó.

En este punto habérselo dado a Kaori el año pasado, cuando quería practicar para los chicos hubiera sido mejor, porque ya no habría contado como el primero.

No quiero hablarle, no quiero verla, mucho menos escucharla. Ni si quiera entiendo porque en el taxi, viéndola tan callada recordé cuando salimos de la cafetería, esa mirada triste luego en el parque y me sentí realmente mal.

Aunque ella fue quien quiso seguirme, termine disculpándome por la innecesaria caminata, y tampoco comprendo por qué le pregunte que le molestaba cuando eso debió haber sido relevante y ante su respuesta no pude reaccionar, porque al toparme con sus ojos, esos estúpidos ojos que pueden transmitir lo que se les dé la gana, sin importar lo que sienta o piense. Vi honestidad en ellos, una sinceridad que en ese momento no quería escuchar, no tuve escapatoria, antes de parpadear ya tenía sus labios sobre solos míos, sus cálidos labios... y quizás todo este drama solo sea, por el motivo que le correspondí y porque aquello que siento cuando la tengo cerca, quiso hacerse más claro y termine empujándola.

El cansancio le cobra la factura a mi cuerpo, porque al cerrar los ojos y volverlos abrir ya es de mañana.

Hoy tengo una meta diferente, Byulyi ya no estará ahí, me mantendré lejos, lo más lejos que pueda de ella. -Lo que paso ayer, no cuenta-. Exclamo dándome ánimo mientras desayuno en la cocina.

-Hija ¿estas lista?-. Pregunta desde las escaleras papá.

-Si solo tomo mis cosas y voy-. Explico yendo a buscarlas.

-Iré sacando el auto te espero en la entrada, no tardes tengo prisa-. Avisa papá, mientras yo meto todo cuaderno que encontrar en el bolso.

Solo me toma un minuto darme cuenta, del porque ya no entran más cuaderno en mi mochila. Creo que la guía telefónica no cuenta como un libro que lleves al colegio, otros no coinciden con las materias que me tocan hoy. ¡Rayos! Tengo que sacar todo de nuevo y ahora si meter las que tengo que llevar, creo que perdí más tiempo al hacerlo rápido del que hubiera perdido si lo hubiese hecho con calma.

El timbre de la puerta suena al terminar de preparar todo, quizás a papá se le olvidaron las llaves.

Yo camino hasta allá y abro la puerta -Buenos... días-. Saluda nerviosa la persona que no quiero ver, escuchar y hablar. -Como demorabas tu papá me dijo que te esperara y nos vayamos juntas en tu auto-. Habla, mi meta de ignorar tiene su primera prueba y debo superarla, sin decir nada paso por su lado sin evitar darme cuenta sobre lo que dijo.

¿Que dijo exactamente? ¿Juntas, en mi que?

Narra Byulyi

¿Estaba llorando? Ella estaba llorando ¿Quien llora después dé que la besé? Debió haber sido de alegría, eso debe ser, pero si así es, entonces porque me golpeo, no comprendo nada acerca de esa chica.

Solo quiero que estos pensamiento que tengo desde que besé a Yongsun ayer se vayan, ya es de mañana y aun me duele la mejilla, ella golpea realmente fuerte aunque no parezca.

No pude dormir, ni el cansancio me ayudo hacerlo y tampoco tengo auto. Mi día no puedo estar comenzando mejor.

Mientras estoy parada en frente de mi casa decidiendo si llamar un taxi o salir a buscarlo yo misma, de la casa de la primera chica que me ha abofeteado, salió el mismo carro de ayer y sin darme cuenta ya estoy caminado hacia allá.

Dime que si (MoonSun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora