Represión «Mystic Messenger» [Saeyoung]

23. Volviendo a la oscuridad

*He subido dos capítulos hoy. Este es el segundo por si no les llegó la notificación del anterior :D. Feliz año (;

Mis suposiciones fueron ciertas. Una gran tormenta estaba a punto de comenzar. Las gotas resonaban fuertemente contra el cristal del auto y el frío del ambiente no nos afectó por las gruesas ventanas del viejo vehículo. El chirrido del limpiaparabrisas era a lo único que le prestaba atención mientras el agente Jace manejaba.

El auto deportivo de Saeyoung estaba unos metros delante de nosotros. No podía identificarnos por la oscuridad de la noche, además de que el color del carro se camuflaba bien.

—Hay algo que no les he dicho. —Vanderwood habló sin dejar de mirar por la ventana—. No es algo bueno.

Nadie contestó. Había pasado ya una hora desde que, por desgracia, tomé esas llaves. El pelinegro sólo se había dedicado a mirar por la ventana frontal mientras sostenía el volante de mala gana. Yo tampoco estaba muy contenta. Tenía miedo.

Sí, era miedo. ¿Realmente iba a quedarme en su casa? Al darme a escoger qué llave tomar, supe lo que pretendía. Que cualquiera que sea mi decisión y lo que pase en ese lugar, sería mi responsabilidad.

—Agente. —El castaño lo llamó—. Nos encontraron.

—Se específico —contestó el agente Jace sin despegar la mirada del camino.

—El agente 707 recibió varios ataques a sus computadoras, intentos de robo de información sobre importantes políticos... empresarios... incluso sobre los que integran la agencia.

—Lo sé.

Eso hizo que volteara inmediatamente. ¿Lo sé? ¿Era lo único que diría?

—No sólo a él... también en todo el sistema, otros agentes nos dijeron que la información fue hackeada, que no pudieron hacer nada porque sus métodos... —continuó Vanderwood.

—El jefe habló conmigo hoy —contestó Jace—. No es seguro que sigan estando en sus "casas" —recalcó la palabra—. Bueno... si es que se le puede llamar a esos lugares casas. Quiere que algunos agentes se movilicen a otros países.

Vanderwood y él siguieron hablando. Entendí que no todos debían salir de Corea, que algunos se quedarían, pero nunca mencionó quiénes ni cuando viajarían. Aún quedaba tiempo antes de irse... sólo esperaba que Saeyoung no tuviera que hacerlo sin antes rescatar a su hermano.

El auto deportivo frenó de golpe. Alrededor sólo había plantas, vegetación. Y en medio, una larga carretera que estaba iluminada por las luces de los vehículos. El viejo auto del agente Jace también frenó. Quisimos retroceder para que no nos notara, pero vimos la silueta de Saeyoung acercándose a nosotros.

Su cabello estaba desordenado y húmedo por la lluvia, no llevaba lentes y su casaca se movía hacia atrás por el fuerte viento. Su posición era de alerta, sus músculos estaban tensos, prestando atención por si había una amenaza cerca. Llevaba un arma en su mano derecha con la que apuntó a las ruedas del auto y dio disparos en las dos delanteras.