43. Palabras vacías

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—¡Vanderwood! —Saeyoung no ocultaba su deseo de cubrir al castaño—. Eve, eso no es cierto. Es a mí a quien buscas, ¿no? Vanderwood sólo...

—¡Cállate de una vez! —El de la melena mediana continuó mirando a la pelinegra, esperando una palabra por su parte—. Eve, estamos juntos en esto, pero involucrar a 707 y a la chica sólo por tu herma...

—¡Está bien, me callo! —profirió Saeyoung por la llamada de atención—. Pero que quede clara una cosa, es el karma. Así como tú nos traicionaste a nosotros, te traicionan a ti. ¿No es así, Vandy?

Ninguno respondió. Su mirada seguía clavada en la alta figura de Vanderwood mientras el agarre de su arma temblaba.

—Jace tenía razón al decir que no podía confiar en nadie. Él, al igual que yo, se dejó llevar por sus emociones. —Los ojos azules de la chica me observaron al pronunciar la última frase.

Rika continuaba con el mentón en alto desde el fondo del pasillo. Su postura de reina al estar sentada en el trono lucía ridícula ante la situación. Yo, por otro lado, trataba de conectar cada una de las piezas.

—Creo que en lo que debes enfocarte ahora es en cumplir tu objetivo —vociferé, llamando la atención de todos—. Rika no le avisó a la agencia de mi presencia aquí, entonces, cumplir con tu parte del trato reteniéndonos, es absurdo.

—No es tan simple, magra. —Ella se refirió a mí con el último adjetivo. Traté de no responder—. La mujer quiere a los gemelos —señaló a Rika, quien no se inmutó con sus palabras—, yo quiero que mi hermano venga aquí para que cumpla lo que prometió. Si la rubia le avisaba a la agencia de tu presencia, por ende, la de 707 también, estaba segura que él vendría. Pero Vanderwood lo arruinó.

La mirada de aversión que le dirigió al castaño provocó que él agachara la cabeza, un gesto que nunca lo había visto hacer.

—Pero si la agencia se enteraba, el primer ministro también —se defendió en voz casi inaudible, avergonzado—. Para el momento de la llegada de 707, habría decenas de agentes rodeando Mint Eye.

—¡Eso no era importante! —contrarrestó ella—. ¡La base de mi agencia está debajo de este maldito edificio! ¡¿De verdad crees que era un problema para nosotros?!

Ojo de Halcón se detuvo al darse cuenta de sus palabras.

"La base de mi agencia está debajo de este maldito edificio".

Del bolsillo de la pelinegra, un pitido recurrente similar a una alarma se oyó. Ella de inmediato lo revisó, sus dedos parecían temblar del apuro y ansias por saber de qué se trataba. Ante nuestros ojos, un dispositivo conocido apareció. Saeyoung retrocedió unos pasos por instinto al ver su creación, "el comunicador espacial", en manos de Eve.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Desde qué momento ella había estado presente para haber hurtado uno igual?

De pronto, sus apagados ojos se iluminaron con satisfacción, y después de un largo silencio, habló:

—Jace ya está aquí.

Mis piernas amenazaron con no responder. Quise correr hacia la entrada para confirmar lo que acababa de oír, pero Vanderwood aún estaba del lado de Eve, dispuesto a actuar como sea con tal de conseguir su perdón.

Eso incluía atacarnos.

Saeyoung me observó desconcertado, y quise hacerle entender que me encontraba igual, pero la distancia que nos separaba lo imposibilitó.

Entonces, él apareció. Entre la entrada de cristal y los gritos de Saeran tratando de huir de los seguidores, pude ver los característicos ojos de Jace. Mi mente no supo darle crédito a lo que observaba.

Represión «Mystic Messenger» [Saeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora