Represión «Mystic Messenger» [Saeyoung]

2. El ambiente es deprimente

Había pasado las dos últimas horas viendo a Seven teclear una combinación de números y letras raras, raras para mí. Él hacía su trabajo con total rapidez, realmente era bueno hackeando. La situación era bastante extraña, aún no entendía lo que estaba sucediendo. Ni Vanderwood ni Seven me daban explicaciones de qué iba a pasar ahora que no podía salir de su casa.

Quería hablar con él, pero estaba tan concentrado en su trabajo, que era evidente que sólo lo molestaría. El castaño se dedicaba a limpiar el desastre que Seven había dejado, lo cuál era algo gracioso.

—Deja de mirarme así —me dijo Vanderwood mientras recogía una lata de Dr. Pepper, traté de no soltar una risa—. En serio, ya para.

—Lo siento, es chistoso —Reí un poco, él resopló molesto—. El agente Vanderwood como empleada del gran dios Seven.

Seguía con el ceño fruncido, lanzándome una mirada asesina. Así que empecé a recoger las envolturas de Honey Buddha Chips para ayudarlo. Sentí cómo me observaba completamente confundido.

—¿Qué? —Levanté las manos mostrándole las envolturas—. Voy a ayudarte.

—No tienes que hacerlo. —Me las quitó negando con la cabeza.

—No te estoy preguntando. —Se las arrebaté de las manos—. Voy a ayudarte —dije decidida.

—Como quieras. —Volteó dándome la espalda.

Esperaba al menos un gracias, pero supongo que así es su personalidad. Es interesante lo fácil que es molestarlo, podría usarlo luego a mi favor. A pesar de todo, parece un tipo agradable.

—¡Argh! ¡Sólo me falta un número! —Escuché a Seven golpear su escritorio con frustración—. ¡Maldita sea! ¡No hay nada!

Algo insegura, me acerqué. Él se recostó en su silla sin decir nada, por ahora no había dado señales de tratarme como lo hacía en el departamento.

—Seven —lo llamé.

—Antes que nada, lamento haberte puesto en esta situación —se adelantó antes de que pudiera hablar—. Voy a encontrar la manera de que salgas de todo esto sin ser herida.

—Sé que nada malo pasará. —Sonreí intentando tranquilizarlo, parecía sentirse culpable—, voy a apoyarte en todo lo que sea posible. Juntos podemos...

—No podemos hacer nada juntos. —Me miró fríamente, no sabía cómo se las arreglaba para ser tan distante conmigo—. Olvídate de mí, ya te lo he dicho. Puede que ya no estemos en el departamento, pero nada ha cambiado entre nosotros.

—Sólo intento acercarme a ti —contesté tratando de ignorar lo anterior—. Luego de la fiesta...

—No es seguro que vayas a la fiesta. No encuentro nada de información de la otra agencia, no sé de lo que son capaces, y no permitiré que te expongas de esa manera.

Tenía muchas ganas de ir, quería conocer a todas esas personas con las que había estado hablando esos días. Pero, podía pasar todo ese día junto a Seven. Piensa rápido, Leonor. Seven o fiesta. Seven, fiesta...

Seven.

—Bien, si crees que es lo mejor para mí. Entonces no iré, pero al menos les avisaré a los demás. —Él me miró como si me estuviera desaprobando—. Voy a llamar a...

—No —Guardé mi teléfono al escucharlo. Su firme voz hizo que casi se resbalara de mis manos—. Podrían rastrear la llamada.

—Oye, no exageres. —Vanderwood se acercó a nosotros—. Es posible que la reconozcan si la encuentran, pero no que sepan todo sobre ella —Seven negó con la cabeza, sarcástico.