9. No persigas al amor

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Miré a todos lados, nerviosa. Seven parecía tan contento y relajado, que decirle esto sólo lograría estresarlo. Pero, ¿y si Saeran ya sabía donde estaba? ¿Y si había ido al departamento y descubrió todo?

Imposible, Seven se había encargado de que nadie pudiera entrar. Tal vez su hermano sólo buscaba asustarlo, hacer que deje de trabajar como lo está haciendo ahora para aprovechar la oportunidad. ¿Qué ganaría diciéndole?

No quería verlo mal otra vez. 

Tiendo a ocultar cosas que pueden molestar a los demás o las que considero innecesarias. Algunos podrían considerarlo como mentir, pero a veces ocultar ciertos hechos puede evitar que las personas sufran. No sé si considerarlo como un defecto en mí, tal vez lo sea. Pero, con el tiempo, he aprendido que es lo mejor. 

Toda la información estaba aquí, en su casa. Yo estaba aquí también, no había nada en riesgo. Sólo intentar despistarlo. Confiaba en que lo que estaba haciendo era la mejor decisión. Por su tranquilidad, y para que no tenga problemas con el trabajo de la agencia.

El entrenamiento pasó rápidamente, dejándome exhausta. Vanderwood y Seven no mostraban signos de cansancio, bastó con una lata de Dr. Pepper para que este se recuperara y siguiera trabajando. El castaño durmió en el sofá, no tuvo tiempo para irse ya que la misión sería en unas horas. Sólo estábamos esperando la señal de Jace, quien vendría por la madrugada.

Conclusión del entrenamiento: Era una inútil en la defensa personal.

Bueno... ¿Podía culparme? Era la primera vez que trataba de hacer algo así, suponía que era natural que se me dificultara. Trataba de dormir, pero no podía. Íbamos a un lugar donde personas podían asesinarnos, me sentía muy nerviosa. Que irónico, hace apenas unas horas era yo la que insistía para que la entrenaran. Ahora, debía ser consecuente con mis palabras.

Cuando estaba a punto de dormirme, sentí como alguien prendía las luces de la habitación. Me dolía el cuerpo, no quería despegarme de las sábanas. Miré mi teléfono, eran las 2:00 a.m. ¿Cómo pasó tan rápido el tiempo?

—Él ya llegó —dijo Seven seriamente—. Cámbiate. No irás a la misión en pijamas, ¿o si?

—Tengo sueño... —contesté cubriéndome con la sábana. Vi cómo se llevó la mano a la barbilla, pensando.

—Es una lástima que no puedas ir —contestó entrecerrando la puerta y saliendo—. Será más seguro para ti quedarte en casa.

—¿Qué? —Me levanté rápidamente. Eso era lo que quería, que no vaya—. ¡Ya no estoy cansada! ¡Vamos! —Él bufó.

Su mirada se dirigió al suelo y luego a mí. Un leve sonrojo apareció en sus mejillas, no entendía el motivo. Llevé ambas manos a mi cadera, observándolo confundida.

—¡Oh dios! ¡Cúbrete! —dijo tapándose el rostro con sus manos.

—¿Qué? —Miré mis piernas. Había olvidado que dormí con una polera larga, que me llegaba hasta los muslos—. ¡Ah! ¡L-Lo siento!

Seven cerró la puerta de un golpe, sin decir nada más. Lo escuché bajar las escaleras con rapidez. Me cambié sin pensar mucho en lo sucedido, quería concentrarme en la misión. Me extrañaba saber cómo era que Jace logró ocultarme ante sus superiores. Es cierto que tenía un rango muy alto, según Vanderwood, pero habían personas por encima de él.

Represión «Mystic Messenger» [Saeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora