Wicked game

Diecinueve

Un día durante su práctica del boxeo, Carla decidió visitarlo y se sintió como una novia muy orgullosa al verlo moverse con tanta rapidez, se veía muy seguro de sí mismo, parece que ese lugar fue su lugar seguro, podía desquitarse todo el dolor y presión que sentía.

-Ya esta – dijo el otro chico

Samuel quito sus guantes, ni siquiera se dio cuenta de presencia de su novia.

-Por un momento pensé que te confundí con un gran boxeador... - comenta

Samuel levanta cabeza, se encuentra con la rubia que logra cautivarlo de nuevo, le provoca una gran sonrisa.

-Jamás pensé verte por aquí – suspira

Samuel baja y se acerca a Carla, abrazándola.

-Necesitaba verte – responde

Carla se pierde entre el abrazo de Samuel, como si fuera la única cosa que necesitaba en esos momentos, pone manos sobre su espalda y lo aprieta aun mas.

-¿Sucede algo? – suspira en su oído

Claro que pasaba algo, pasaban muchas cosas, ella quería resolver el asunto con padre de Samuel, aun seguía sintiéndose culpable porque Samuel pelea con el pero por otro lado el asunto de Marcos no la deja tranquila, ese chico se volvió convertir en su gran pesadilla.

-Tenemos que hablar seriamente – dijo al apartarse de el

Samuel le mira incrédulo, ella quería hablar seriamente pero también no podía controlar sus instintos, verlo tan guapo y lleno de sudor volvió mover cada parte de su cuerpo, además se encontraban solos.

-Samuel...

Suspiro su nombre de tal manera que pareció como una queja...

-¿Qué?

-No me miras así – dijo al cruzar las brazos

-¿Así como?

El castaño sabía lo que hacía pero preferiría jugar un poco, la extrañaba tanto...

-Me provocas cuando me miras de esa manera – suspira

Carla despierta el lado malo en Samuel, se convierte en un chico que sabe como cautivarla y provocarla, llenarla de mucho amor y pasión, algo que los dos habían vivido por primera vez.

Algo que no ocurre mucho, de hecho.

-Vale, ahora hablemos y después...

-¡Samuel!

De nuevo se queja pero sabe muy bien que lo lleva deseando mucho ya que no lo vio por cinco días, entre todo el trabajo en la universidad y los entrenamientos de Samuel no se vieron mucho y cuando se vieron fue en la universidad.

-¿Me cambio y paseamos un poco? – cuestiona

Ella asienta con cabeza, decidió esperarlo afuera hasta que se ducha y cambia la ropa, allí se encontró con Polo.

-Hola, Carla – le saluda

Carla se acerca para saludarlo, la rubia no tenía en costumbre en llegar y visitar a Samuel durante los entrenamientos.

-¿Samuel tardara en salir? – cuestiona Polo

-Ya está a punto de llegar...

-Mira, no me meto donde nadie me llama pero... hace par de días te vi con ese tipo que anda molestándote.

-¿Marcos?

La respiración de Carla se pone rápida, quería discutirlo con Samuel y ahora se sentía dolida de nuevo sabiendo que Polo también sabía algunas cosas.