Wicked game

Nueve

Eran las 6 de la madrugada, algunos estabas dormidos, algunos despertaban para ir al trabajo como fue en el caso de padre de Samuel y una pareja se encontraba dormida en el coche, abrazados con manos colgados.

-Samuel... Samuel, despierta...

Una voz femenina muy reconocible logra despertarlo de un sueño profundo.

Al despertar se encuentra se encuentra en coche de Carla, los dos terminaron durmiendo en frente de su casa. Es primera vez que les ocurre una cosa así, cuando Carla tomaba el móvil se encontró con 10 llamadas perdidas de su madre y Samuel ya presentía lo que iba pasarle cuando entra en su casa.

-Joder... ¿Cómo logramos quedar dormidos? – cuestiona Samuel

-No lo sé pero esto no puede volver a pasar.

-Necesito irme a cambiar la ropa y darme una ducha. ¿Nos vemos en una hora?

-Si, claro... ¿crees que vas a tener problemas con tu padre por esto?

-Tranquila... no te preocupes de eso.

Carla le da un beso de mejilla y el sale del coche, entrando en la casa.

En cuanto entro en casa se encontró con su madre quien lo asusto.

-¡Hostias!

-¿Dónde pasaste la noche?

-Necesito irme pronto, ¿lo discutimos luego?

-Samuel...

Samuel da vuelta, veía su madre un poco preocupada, es primera vez que la vea así.

-¿No estas así solamente por mí, verdad?

-Tu padre se fue a trabajar hace una hora, pensaba que estabas dormido, quería despertarte pero no te encontró en la cama.

-Siempre lo mismo con el...

-¿Por qué no me dices donde dormiste anoche?

-Mama, ya... no sigo siendo un niño indefenso.

-¿Estabas con esa chica?

-Si, estaba con ella y déjame decirte que no pienso dejar de verla por nada en el mundo, mucho menos por papa quien pretende que yo haga todo lo que él me diga. Y ahora si me disculpas, tengo que ir a la universidad pronto, luego ya hablaremos.

-¿Lo prometas?

-Si.

El chico tomaba una ducha bien caliente y cambio la ropa, le envió un mensaje a Carla diciéndole que pronto salga para recogerla.

Al venir a casa de su amada novia, se encontró con Teo quien quería hablar con el por un rato.

-Que bien que llegas tan temprano, muchacho.

-Buenos días, señor.

-Quería hablar contigo por un momento.

-Claro, cuéntame que pasa.

-Anoche me visito tu padre.

-Joder... ¿Qué quería? Señor, yo no sabía nada de eso.

-Parece bastante preocupado por ti y la gente con las que te juntas, hasta quiso convencerme de que tu estas saliendo con mi hija y por eso no logras terminar con tus deberes.

-Señor...

-Lo sé, tu padre debe estar muy equivocado pero me dio bastante razón para despedirte, tú deberías trabajar con ellos y no conmigo. Son tu familia, a pesar de todo.