Wicked game

Ocho

Por la noche Samuel se encontraba en su habitación arreglándose para la noche, tomaba una camisa de color azul y pantalones negros, sabía que se trata de dos o tres tragos pero se sentía bien estar en compañía de alguien más que sus padres.

Polo parecía un buen chico, tenía buenas intenciones y un pasado peligroso pero no iba ser una de esas personas que podría meterlo en problemas, al menos eso pensaba.

-¿A dónde vas tan arreglado, cariño? – pregunta su madre al verlo salir de habitación

Su padre se encontraba sentado en cama, tomando cerveza, mirando televisión, no le preso mucha atención.

-No me arregle mucho, voy a tomar unos tragos con Polo.

-¿Y ese quien es ahora? – cuestiona su padre interesado

-Un amigo de entrenamiento. – responde sin ganas

-Vaya... ahora tienes nuevos amigos también.

Samuel quería responderle pero su madre le toma por la mano, lo detenga porque sabía que eso podría volver convertirse en otra pelea.

-Yo pienso que es bueno que tienes nuevo amigo, pásatelo bien. – dice, dándole beso en mejilla

-No sé cuando volveré pero no te preocupas, te llamo luego.

Samuel mira  a su padre una vez mas y sale de la casa, no tenía ninguna intenciones saludarlo ni nada, tensión entre los dos sigue creciendo y le hace muy difícil seguir viviendo en esa casa cuando tiene que preocuparse sobre lo que dice o hace.

-¿Podríamos dejarlo en paz al menos solamente una vez? – cuestiona Pilar

Sienta al lado de su esposo, tratando a analizarlo.

-¿Qué hice ahora?

-Tienes que mejorar tu relación con Samuel.

-Yo no soy el que quiere pelear aquí, todo lo que hago lo hago por él, para que tenga un futuro mejor. Está bien que él quiere convertirse en abogado, no pienso impedirle nada pero el hecho de que me trata sin respeto es algo que no pienso permitirlo.

-Lo único que busco es un poco de paz en esta casa, nada más. – le ruega

Su marido toma un sorbió de cerveza mientras sigue mirando hacia adelante.

-Como quieres... - responde Pilar

Sabía que no podía seguir la voz de la razón en esa casa, ninguno de los dos hombres quería hacer las paces sino buscaban pelea y discusión, así eran los dos.

Samuel se encontró con Polo y los dos se fueron a un lugar en el centro de Madrid aunque a Samuel eso le parecía una idea muy mala, no le gustaron esos lugares además eran bastante carros.

-¿Qué pasa, no te gusta este lugar? – cuestiona Polo

Los dos entraron y sentaron por primera mesa que se veía disponible, el lugar parecía lujoso.

-Es que yo no salgo mucho y cuando salgo no es en lugares como estos.

Samuel tomaba el móvil, vio que le llego un mensaje por parte de Carla hace una hora.

-Mierda... - suspira

-¿Qué pasa?

-Es Carla, me mando un mensaje hace una hora y es ahora que la veo. – suspira preocupado

-Joder, tío... pero no va matarte por no responder el mensaje.

Samuel abrió mensaje y vio una foto de Carla, es la ropa que lleva actualmente, una chaqueta de color verde, se veía tan hermosa que no dejaba de sonreírse.