Dieciseis

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Samuel no dejaba de moverse de un lado a otro, su nerviosismo estaba afectando a Lu también, lo único que el podía oír son los latidos de su corazón, esperando para que alguien se acerca y les diga que sucede con Carla.

-¿Podrías calmarte un poquito?

Samuel se levanta, estaba claro que no iba calmarse hasta que descubre como esta Carla.

-¿Crees que va estar bien? – cuestiona el castaño

-Carla es la persona más fuerte que conozco, querido.

-Estoy de acuerdo contigo.

Después de todo lo que descubrió sobre, todo por lo que había pasado... un desmayo era nada.

-Tú la sigues queriendo... - comenta

Samuel la mira, trata ocultar esa sonrisa pero no puede.

-Estas enamorado de ella.

-Es lo que menos importa en este momento, quiero ver que está bien e irme de aquí.

Lu se levanta, le sigue, era momento para la verdad, una conversación sincera.

-Déjame decirte algo.

-¿Vas a burlarte de mi ahora que estamos aquí?

-Carla también te ama.

-Nunca ponía eso en cuestión aunque le dije muchas cosas cuando supe lo de su acuerdo contigo, me enoje, estaba demasiado orgulloso.

-¿Vas a dejar eso atrás?

El castaño abre la boca para darla una repuesta pero antes de que pueda hacerlo su móvil sueña, era su padre. Se alejo de Lu, respondía la llamada que fue seguida por unos gritos y discusión, como siempre.

En cuanto termino volvió acercarse a la chica...

-¿Todo bien?

-No, tengo que irme.

-¿No vas a esperar al doctor?

-Me encantaría pero mi padre me necesita.

-Te llamare en cuanto despierta.

-Con un mensaje basta.

-¿No dijiste que vas a dejar de ser tan orgulloso?

-¿Cuándo lo dije?

-Anda, vete.

-Dile que estaba aquí, por favor.

Ella asienta con cabeza, viéndolo perderse entre gente en ese pasillo.

Paso una hora después de que Samuel por fin apareció en la tienda, parece que estaba corriendo. Su padre no tenía la mejor cara del mundo, estaba enfadado y decepcionado.

Su madre aparece al verlo llegar, lo abraza.

-Estaba tan preocupada por ti, hijo.

-¿Dónde estabas todo este tiempo?

-En el hospital, ya te lo dije por el teléfono.

-¿Te paso algo? – cuestiona su madre

-Carla se desmayo.

-Ayúdame con estas frutas... - dice su padre

Ni siquiera le dio mucho tiempo para explicarle todo a su madre...

Poco tiempo después recibió mensaje de Lu diciéndole que Carla está bien pero aun no puede verla, tan solo leer eso le hico sonreírse aunque tendría que quedar para trabajar todo el día.

Lu se encontraba en el pasillo del hospital, estaba ansiosa para poder ver a Carla, suponía que todo lo que le paso fue debido a no haber comido nada, menos mal no tenía otros problemas con la salud.

De pronto se le acerco un chico con pelo negro, la última persona que pensaba ver allí...

-¿Qué haces aquí?

-Samuel me mando – responde Polo

-¡Fuck my life!

Lu vuelve sentarse, agobiada, había algo que le hico rechazar al chico de inmediato pero su tierna manera de seguir acercándose a ella y molestándole le hico sonreírse.

-¿Por qué no vino él?

-Está trabajando.

-¿Y por eso te mando a ti?

-Ay, Lu... ¿Por qué te pones así? Yo no te hice nada.

-Tu presencia me hace sentir mal.

-Vas a tener que soportarme por mucho tiempo más.

-¿Eso qué significa?

Los dos siguieron haciendo esos comentarios, se rieron, conversaron pero de pronto Lu volvió ser fría y distante, parece que a Polo ese carácter le atraía, le atraía desde la primera vez que lo vio.

Cuando Lu ya podía ver al médico, él le explico que el estado de Carla no es nada grave, se desmayo porque no comía nada... es lo que Lu ya sospecho.

-¿Quieres que te lleve a casa? – cuestiona Polo

-Puedo irme sola.

-No es muy inteligente irte sola a estas horas.

-Tengo mi coche aquí.

-Entonces tú podrías llevarme a mí.

Lu no podía creer que hasta donde podría llegar el chico hasta obtener su simpatía y atención.

Solamente bufo, ni siquiera le hico el caso.

-¿De verdad no vas a llevarme?

-Creo que estas acostumbrando a caminar a la casa, te va ir bien...

Entro al coche y se alejo, viéndolo sobre el retrovisor, sonriéndose.

El siguiente día Samuel se apuro para llegar a la universidad y hablar con Carla, averiguar cómo se encuentra, le parecía raro que su padre la dejo volver así sin llamar el médico de familia o algo así.

Entro a los pasillos y la vio acercándose al aula llevando un libre, se le acerco, saludándola con una gran sonrisa.

-Hola.

Carla levanta mirada, le regala una sonrisa pero nada más que eso.

-¿Cómo estás? – cuestiona preocupado

-Estoy bien – responde fríamente

-Lo entiendo todo.

-¿El qué? – se hace desentendida

-Debías estar muy enojada conmigo.

-Tú y yo ya no estamos juntos, así que...

Le toma por el brazo, mirándola fijamente a los ojos.

-Te entiendo, se cómo te debes estar sintiendo.

-Lo último que necesito en este momento son estas manías tuyas.

Le suelta el brazo pero no se aleja de ella.

-Me sentí fatal cuando trate explicarte como me siento y tú me rechazaste.

-Te estoy pidiendo perdón.

-Déjame en paz, al menos hoy...

-Vale pero no pienso alejarme de ti, te voy a volver a conquistar, te lo juro.

Samuel entra al aula, Carla sigue mirándolo, sonriéndose.

¿Sera que ya está dispuesta a dejar todo atrás y correr a sus brazos?

¿Qué haría Samuel para conquistarla?

Wicked gameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora