un dolor en un navidad

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Hola a todos, siento haberlos ilusionado pero no es una actualización de amor contra reloj, este es un corto de un solo capitulo que escribí hace un par de días para el blog de esme, hoy fue publicado, así que aprovecho publicarlo aquí para los que no lo han leído en blog y de paso invitarlos a que visiten el blog hoy se publicaron distintos cortos navideños...

De amor contra reloj aun no he empezado a escribir el nuevo capitulo, pronto me pondré a hacerlo mientras les pido un poco de paciencia y espero que les guste este pequeño cortito, en un par de días lo borraré de aquí...

Y si la navidad ya paso, pero bueno ha sido escrito con mucho cariño, espero que les guste, un abrazo desde lejos...

Un dolor en navidad

Otro 24 de diciembre donde prácticamente todo se paraliza y se convierte en alegría y celebración, donde se olvidan los problemas y todos se desviven por comprar regalos hasta dejar la tarjeta en rojo, donde se da y se recibe, pero sobre todo se compra y se gasta para convertir una noche en un motivo de gran festejo, donde las grandes familias se reúnen y fingen unidad mientras a diario no hacen mas que pelear, donde  la hipocresía y las apariencias son los invitados especiales y a media noche todos brindan saboreando por un momento la falsa felicidad, ilusos como si con eso sus estúpidas vidas se volviesen significantes -pensaba Ernesto mientras preparaba el almuerzo.

Ernesto ese año lo había perdido todo, porque para el su esposa lo era todo, era su amiga, su amor, su vida, y el maldito cáncer en un pestañear de ojos se la había arrebatado, Mery era la única persona que había logrado atravesar sus escudos y romper las corazas que rodeaban su corazón, y con su muerte el había quedado totalmente abatido y solo, solo en esa tierra extranjera que había convertido en su hogar gracias a su esposa, no contaba con mas familia que ella y después de 19 años de despertar al lado de su amor despertar solo dolía demasiado.

Aunque en realidad no estaba solo y eso para el era peor, después de 9 años de espera el sistema lo había considerado apto para ser padre adoptivo, que ironías de la vida, el vio morir a su esposa sin poderle cumplir aquel sueño que ella tanto anhelaba, ser madre, si alguien merecía serlo era ella pero genéticamente se le fue negado ese derecho, cada tratamiento que realizaron fallo y cuando se cansaron de intentarlo y ella se sintió lista para ser madre de una forma distinta, su deseo fue a hacer cola a una larga fila de espera, fueron tantas veces las que fueron al juzgado y tantas veces las que regresaron con las manos vacías, cambiaron una y otra vez su disponibilidad adoptiva, primero seleccionaron bebes hasta 2 años, luego hasta 5, después hasta 8 y la ultima vez que lo hicieron fue tres meses antes de ser Mery diagnosticada de cáncer esta vez con un rango de edad de 6 a 14 años, la mujer había convencido a Ernesto de que ya les había pasado el tiempo para cambiar pañales argumentando que a sus 43 y 45 no podrían seguirle el ritmo a un bebe pero en verdad ambos sabían que se estaban jugando su ultima ficha.

Ernesto por su parte no añoraba tanto como Mery ser padre, siempre la apoyo y acompaño, pero lo hacia por que sabia lo mucho que para ella significaba ser madre y por ese amor loco que sentía por su esposa, el pensaba que cuando tuviese a su bebé en brazos sentiría ese amor de padre del que todos hablaban y cuando Mery le contó de la adopción se auto convenció de lo mismo y de la suerte que tenia de no soportar a su esposa durante el embarazo, sin vómitos, sin antojos, sin mal humor y sobre todo sin verla sufrir y luego fue sumándole ventajas sin llantos a media noche, sin tener que darle el biberón, sin cambiar pañales, sin... sin tantas cosas típicas de niño, esas que el tanto detestaba, el no comprendía a su esposa, para el con tenerla a su lado le bastaba para ser feliz para que sumarle a la ecuación un niño insufrible, pero siempre se callo para si sus pensamientos y en broma de esas que tanta verdad esconden siempre decía que donde manda capitán no manda marinero.

Amor contra relojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora