¿Puedo lamerte? parte 2.

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T/n

Volvía a casa a paso lento, no lo encontré y eso me mataba. De pronto aquella luz llegó hacia mi rostro e hice mi cara a un lado para ver de quien se trataba. Lo ví bajar de ahí y sentí que el alma me regresaba al cuerpo.

- Buenas noches, T/n - dijo sonriendo.

Aquella sonrisa blanca y perfecta hizo que me diera cuenta de que al fin habia tomado mi decisión.

- Quiero amarte, quiero hacerte el amor y volverte a hacer mil veces entre las sabanas... quiero que bañes en vino y me pruebes con tu lengua y sentir el calor que tus caricias me brindan, quiero sentir hasta la ultima gota de amor que tengas para mi. - suspiré y me acerqué a el. - Mi casa está aquí, entremos.

- ¿Has tomado una decisión o mi percepción falla? - se quitó los lentes oscuros.

- Te lo demostraré.

Tomé su mano y el me siguió, estaba dispuesta a mostrarle lo mucho que deseo estar con el, pero no solo en el encuentro sexual.. quiero que el me ame y que sea por siempre y sin engaños, el me hizo sentir que valía la pena y eso se lo agradaceré esta noche y todas las noches que lo desee.

- ¿Crees que sea buena idea? Tu espo.. - puse uno de mis dedos sobre sus labios carnosos para que se calle.

- El no está, el no lo estará mas. - relamí mis labios. - Decidí echarlo y no volverá.

El sonrió y bajó la mirada.

- Bien.

Asentí y comencé a besarlo lento, mojando sus labios con los mios y lentamente haciendo que niestras lenguas batallaran, todo el cuerpo me respondía y yo simplemente lo abrazaba fuerte, no quería tenerlo lejos ni un solo segundo más. Mi espalda golpeó la pared al igual que mi cabeza y el comenzó a besarme de forma salvaje haciendo que mi respiración se entrecortara.

- ah.. espera - susurré mientras enrollaba mis piernas a sus costados.

- Dios mio, creí que no volvería a verte. - sus labios supcionaban y lamían mi cuello.

- Yo igual - enrredé mis manos en sus rizos. - Vamos a mi cuarto.

El asintió y entramos a mi cuarto mientras que yo desabotonaba aquella camisa negra que el traía. Ver su pecho desnudo y sus rizos esparcidos por su rostro era una vista excitante. Deseaba tenerlo dentro de mi y oirlo gemir.

- ¿Puedo lamerte..? - susurré al llegar a la habitación.

El me miró algo nervioso y asintió mientras me dejaba de pie, me quité la blusa y el pantalón sin dejar de mirarlo y veía en sus ojos aquel deseo. Deseaba frotar ahora mismo mi cuerpo contra el suyo, pero deseaba devolverle el placer que el me dio en nuestro ultimo encuentro. Fui directo a la cocina y abrí la heladera tenia chocolate derretido, deseaba probar aquello en su cuerpo y hacerlo sentir de mil maneras.

- Sh... - oí en la habitación cuando iba llegando.

Me asomé un poco y lo ví sobre la cama masturbarse, eso hizo que todo mi cuerpo entrara en calor. Su mano se movía rapido sobre su miembro y su cabeza estaba sobre la cama, se veía realmente sexy y excitado, no queria dejar de verlo, me encantaría ver hasta donde puede llegar. Se me ocurrió una gran idea.

Al ver que su mano comenzaba a mojarse por el liquido preseminal decidí echar sobre su pene chocolate, cuando lo hice el abrió los ojos y me miró.

- Lo siento yo.. ¿que haces? - preguntó viendo como me hincaba frente el.

- solo callate. - dije mirandolo a los ojos.

La primera lamida que le dí fue realmente interesante ya que vi que movió su cadera y presionó un poco mis sabanas blancas. Comencé a explorar con lengua esa parte suya y comencé a sentir algo mas que el chocolate mojando mi lengua, era delicioso para sincera y hacia que mis partes intimas se comprimieran, su pene estaba realmente hinchado y  podía sentir como aquello que salía de el llenaba mi garganta, no quería dejar de lamerlo, sentirlo retorcerse y tomar mi cabeza para chupar mas era realmente incitante, su miembro era tan grande que llenaba mi boca por completo y podia sentir alguna que otra arcada, pero ni loca lo sacaría de mi boca, deseaba sentir mas y mas hasta la ultima gota.

- Oh dios, por.. por favor ya montame, necesito sentirte.. - dijo mientras me miraba desde arriba.

Su rostro estaba rojo y tenia sudor en todas partes, sus rizos estaban algunos pegados en su frente y su respiración estaba tan alterada. Mis piernas estaban algo mojadas por el calor de la habitacion y estaba algo debíl al verlo así.

- Dime, cariño.. ¿que quieres hacer? - susurré mientras me deslizaba sobre sus piernas hasta llegar a sentarme a la altura de su entrepierna.

- Ah... yo.. por favor, sintate sobre el. - sus manos fueron a acariciar mi clitoris. - Estas muy mojada..

- Lo provocaste tu.. - susurré y comencé a moverme sobre el.

Su pene estaba completamente listo para mi, pero queria hacerlo desearme, sentía como la punta frotaba mi zona v.

- Ahh, por favor Michael tomame.. - susurré en su  oido mientras que dejaba que el se posicionara sobre mi.

Comencé a besarlo de forma rapida y el con la palma de su mano frotaba mi clitoris haciendo que mi cuerpo temblara y sintiera el cosquilleo en todo el cuerpo, era doloroso.

- ¡Carajo! - gemí fuerte al sentir como de golpe su pene comenzó a entrar en mi.

Dolía y era placentero a la vez, el paraba   unos segundos y luego comenzaba a moverse rapido y yo me agarraba de su espalda con mis uñas, su espalda era ancha y fuerte y una de sus manos estaba en mi boca cubriendola mientras que la otra comenzaba a presionar mi trasero contra el, no podia evitarlo sentir sus gemidos y sentir su cuerpo alrededor del mio era algo realmente excitante.

- Michael, Michael.. - decía mientras el se separaba de mi para sentarse.

Su pene estaba erecto y de el salian algunas gotas, se movía un poco y eso era realmente caliente. Me senté sobre el en un movimiento rapido y comencé moverme sobre haciendolo maldecir, el tamaño de su miembro me hacia sentir en otro lugar desconocido y el ruido que hacia mi cuerpo al chocar contra el suyo era como musica para mi, cada vez mas rapido comencé a moverme al sentir que el orgasmo se avecinaba, estaba lista para llegar y para que el tambien lo hiciera.

- Oh por dios, Michael... - susurré y me agarré fuertemente de el quien seguia moviendose.

Aquel orgasmo me habia hecho sentir tan vulnerable pero aun asi sabia que Michael necesitaba mas, el continuaba moviendose y sus testiculos hacian aquel sonido tan excitante sobre mis zona intima, algo comenzó brotar de su miembro y ambos terminamos mojados por aquel liquido, con dificultad nos separamos y nos acostamos en la cama.

- Te dije que habia tomado mi decisión.. - susurré mirandolo.

- Lo sé.. - sonrió. - Prometo que te trataré como a una reina..

-Tratame como a tu esclava.. tratame como sea, mientras que no me dejes jamas..

El asintió  y me abrazó, habia tenido una noche increible "y las que me esperan" pensé.

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Espero que  lo disfruten.

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The imagination... (Imaginas MJ y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora