The imagination... (Imaginas MJ y tú)

capitulo 13.- Satisfacerte.

Michael

Siempre ha estado en mis planes la idea de hacerle el amor a las mujeres, a mi mujer y  darle todo lo que yo sé que necesita o darle incluso lo que me pida. Pero esta chica era distinta, ella solo quería hacerme sentir malditamente bien, ni siquiera se preocupo por sus necesidades solo se fijó en que yo tuviera lo que necesitaba.. fue una de las mejores en la cama, y no me arrepiento de haber dejado que ella tomará posesión de mi.

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Mis amigos me hablaron de una chica a la que solían ver cada tres o cuatro meses, ella era una de las mas buenas que habia en el grupo pero aun asi yo no la habia visto ni una sola vez. Cabello largo hasta la cintura se movia con el viento, mientras que ella con su suave forma de caminar meneaba todo su cuerpo. Sentí como mi amigo se emocionó un poco al verla contonearse de esa forma, sus muslos se veían grandes en aquel jean ajustado que dejaba una hermosa vista de su anatomía, sus pechos pequeños pero lindos se marcaban atraves de aquella camiseta que llevaba, sin brasier.

- Hey, T/n ¿Donde estabas tardaste mucho? - Jim, uno de mis grandes amigos la abrazó y luego me miraron.

Me sentí nervioso y sonreí con timidez, jamas me habia sentido intimidado por una chica de este tipo.

- Estaba arreglando unas cosas con el imbecíl de Kevin, por cierto necesito dinero para el taxi. - puso una mano en su cintura.

Esa actitud, me hacia desear castigarla por comportarse de esa forma tan irrespetuosa y osada.

- No tengo dinero, no traje.  - dijo el revisando sus bolsillos.

Me llegó como anillo al dedo, tal vez podria negociar con ella para invitarla a tomar un cafe o algo.

- Yo tengo, ¿cuanto necesitas? - dije sacando mi billetera.

- Solo veinte, y muchas gracias desconocido del cual me aprenderé el nombre. - sonrió y tomó el billete.

La vista de su trasero era increible, ¿como seria tenerla en posición canina y sentirla? me mataba la curiosidad de sentir todo su cuerpo.

- Gracias, y dime tu nombre. - sonrió.

- Michael. - contesté.

Ella asintió y miró a Jim.

- Debo irme a casa, pero apuesto a que les gustará ir a tomar algo. - me miró y guiñó su ojo.

- Oh, claro que si.

Tenia todo planeado, iba a tomarla y hacerle conocer el placer de una forma que nunca ha sentido antes. Pasé la mano disimuladamente por mi bulto y la miré.

- ¿Gustas ir por un café?

- ¿Café?, Vamos a un hotel, ya se que es lo que deseas. - mordió su labio.

Creo que ya sabe todo lo que mi retorcida mente piensa, me tensé un poco y asentí.

- Mi auto está por aqui. -  comencé a caminar y ella me siguió. - Adelante. - dije abriendo la puerta.

- Gracias. - dijo y su trasero rozó suavemente mi entrepierna.

Demonios, no puedo soportarlo.