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Más nervioso que nunca, cuando el otro chico abrió la puerta luego de poner la llave, creyó escuchar música que provenía de adentro, así que se preparó mentalmente para ver a otras personas. Lo curioso fue que no había nadie.

La casa era bastante pequeña y el techo estaba lleno de macetas con plantas que colgaban. Habían otras cerca de las ventanas y una sobre la mesa, justo en medio.

-"Perdón por el lío que hay... Podés sentarte".

Se sentó en una silla que estaba alrededor de la mesa y observó cómo Manuel agarraba la planta que estaba sobre la mesa y la intercambiaba con una que estaba en la ventana.

Por alguna razón, cuando apoyo la planta sobre la mesa, esta cerró sus hojas lentamente. Literalmente, se había movido. Así que con curiosidad la tocó, sólo para que cerrara las demás hojas.

Abrió sus ojos con sorpresa y de inmediato miró a Manuel que sólo le estaba sonriendo con diversión.

-"Se movió". Dijo casi acusando a la planta.

Por suerte, el chico no dejaba de transmitir tranquilidad.

-"Sí, se mueve cuando la tocás, de noche duerme".

-"¿Duerme?". Frunció el ceño.

-"Sí, se cierra cuando hay oscuridad, en un rato se va a cerrar. Se llama mimosa".

-"Mimosa...". Repitió acercándose para verla más de cerca, aunque esta vez no la tocó. "Tenés muchas plantas". Agregó, como si el otro no supiera eso.

-"Las amo, son mi compañía". Lo vio acariciar suavemente la hoja de una de las plantas que estaba colgando y sólo pudo sonreír ligeramente. Se veía muy en paz rodeado de sus plantas. "Hasta les pongo música cuando salgo".

Eso explicaba la música que estaba escuchando desde que llegaron a la casa. Aunque era un poco extraña, tenía tambores y otros ruidos de percusión, eso sumado a una voz femenina y otra masculina, un poco más desgarrada. Parecía música que pondrían en algún ritual extraño.

-"¿Cómo se llama esa música?".

-"Es música pagana nórdica, esta se llama así". Lo vio agarrar su celular y buscar por unos segundos antes de mostrarle la pantalla donde podía leer 'Krigsgaldr' y debajo 'Heilung'.

No entendía ni el título ni la canción, sólo tenía esa sensación de que era algo como para un ritual, era la sensación que le daba. Sentía como si no tuviese que estar escuchando eso. Sabía bien de dónde venía ese pensamiento, era el espíritu santo avisándole que algo no estaba bien, pero si le hacía caso, eso implicaría que tenía que volver a su casa.

Eso era lo que menos quería, así que no dijo nada cuando la música siguió sonando de una manera extraña.

-"¿Qué querés tomar?".

-"Mate está bien".

De esa manera se encontró tomando mates bastante bien cebados rodeado de plantas y música rara. Se sintió en paz por un buen rato, no habían gritos ni estaban sus amigos preguntando qué estaba pasando. Era como estar bien sin realmente estarlo, hasta que divisó en una esquina alejada, en prácticamente otra habitación, un mueble lleno de velas e imágenes.

Fue como si se le hubiese helado la sangre, porque eso no podía ser lo que creía que era. Estaba a punto de preguntarle qué era eso, en serio, pero el chico habló antes que él.

-"Perdón si el otro día te molestó lo que dije". Se disculpó mirándolo fijamente a los ojos.

Se sintió expuesto, así que desvió sus ojos de inmediato. No supo qué decir, así que sólo murmuró un suave 'no importa'.

Vegvísir - TrueplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora