Capítulo 28

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Daphne

Me deslice por la pared dejando que las lagrimas corrieran por mi rostro, no podía estar pasándome esto a mi, además de secuestrada, estaba embarazada con dieciocho años, tenia que ser una puta broma.

—¿estas segura de que no puede estar equivocado?

— Tiene un uno por ciento de fallo, asique lo más seguro es que estés embarazada.

Asentí mirando fijamente el suelo, dejando que mi cabeza diera vueltas sin parar, sin pensarlo pose la mano sobre mi vientre plano y respire hondo, un bebé, tendría un bebé, no se me paso por la cabeza abortar, tenia claro lo que haría, nos sacaría de aquí y me esforzaría por terminar mi carrera y convertirme en lo que siempre quise pero con mi hijo.

— ¿se lo duras?

— Debería hacerlo...pero no lo hare jamás podría en peligro de esa criatura que no puede defenderse.

— Gracias, por todo.

— Soy madre, se como te sientes, pero no permitiré que el monstruo de mi padre te haga daño a ti o a ese bebé.

Antes de que pudiera decirle nada más, un hombre entro para sacarla del cuarto y volver a dejarme encerrada, respire hondo intentando controlar mis emociones, necesitaba a mis padres, a mi hermana a mi familia, necesitaba a Jackson y sobre todo a Apolo, Apolo, seguro que pensara que estoy loca cuando se entere de que va a ser padre.

— Nos sacare de aquí hijo y a tu padre, te lo juro.— Susurre acariciando mi vientre.

Apolo

— ¡Maldita escoria!— Le grite a ese mal nacido mientras le escupía

— ¿así me tratas ahora querido? pensé que la gente con dinero tenia una educación más decente pero por lo que veo solo eres un bruto.

Se acerco a mi y me dio un puñetazo, mi nariz crujió de manera que me saco un grito de dolor, acto seguido me pateo las costillas y el estomago, haciendo que sacara sangre por la boca.

— ¿no eres tan duro ahora, eh?

— ¡Eres un ser repugnante, si tanto quieres pelear conmigo, desátame a ver quien es el débil!

Este sonrió de manera espeluznante y me dio otra patada esta vez en la cabeza, mi vista se volvía borrosa pero me obligue a no perder el conocimiento, se acuclillo delante mío mientras se limpiaba el zapato con un pañuelo.

— ¿sabes? esa pequeña zorra es escurridiza, me sorprende cómo conseguiste que se acostara contigo, algo que me jode, por que ella debería de ser mía, pero no pasa nada, borrare cualquier tipo de marca física y emocional que dejaras en ella, la hare mía y después quien sabe igual la matare, o simplemente dejare que la violen en grupo hasta matarla.

— ¡No te atrevas a tocarla! ¡ te matare te juro por dios que te matare, hijo de puta!

— Mi querido Apolo, es inevitable su destino, es una pena, la chiquita es mona, demasiado carácter para mi gusto, las prefiero sumisas y que se dejen hacer y deshacer pero ese tiene solución no te preocupes.

Intente llegar a el antes de que saliera de la habitación, sin dejar de gritar golpee las cadenas para intentar soltarme, pero nada servía, deje que las lagrimas salieran de mis ojos, no podía perderla, tenia que sacarla de aquí, aunque eso me costara la vida.

Después de un rato largo, la puerta se abrió despacio, dejándome ver a la persona que menos esperaba, esta me miro con horror y sin hacer ruido se acerco a mi,  con unas llaves en la mano.

Ahora bésame estúpidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora