Ahora bésame estúpido

Capítulo 26

Apolo

Italia...

Mire a la chica a mi lado la cual sonreía y observaba las vistas desde la venta del avión, no había parado quieta en todo el vuelo, sonreía cada poco con las mejillas coloradas, las cuales gracias a su piel pálida y su nuevo color de pelo hacia que se notara todavía más.

Cuando me dijo que quería hacerse un cambio de look me dejo algo sorprendió, me ofrecí a acompañarla a la peluquería pero se negó, dijo que iría con Evelyn.

Yo me quede en casa con los chicos jugando con la Play hasta que ellas llegaron y nos quedamos petrificados con los ojos abiertos, Evelyn se había aclarado el pelo y puesto reflejos rubios y Daphne se corto el pelo un poco más abajo de los hombros tiñéndoselo de castaño oscuro que según ella era su color natural, la verdad esta preciosa con cualquiera cosa que se hiciera.

El avión aterrizo en la pista y salimos rápidamente, cuando vagamos las escaleras un coche freno delante nuestro.

—Joven McGregor, aquí tiene las llaves del coche que nos indico su padre traerle, me encargo decirle que tenia todo.

Entendí la referencia que el hombre de mi padre hizo cuando se refería a que estaba blindado era como una maldita fortaleza además de equipado con un arsenal, era algo así como el Batmovil.

— ¿También era necesario el coche?— Pregunto Daphne mientras nos subíamos en un tono de burla.

— Digamos que mi padre no quiere que nos pase nada.

— Querrás decir a ti, entre el avión privado y esto...¿nos vamos alojar en un bunker o algo así?

— Eres muy graciosa pero no, vamos a ir a un hotel de eso me encargue yo tu tranquila, además tu seguridad también le preocupa.

— Apolo no nos engañemos, tu padre no me traga solo hay que verlo.

— eso...

— Tranquilo estoy bien con ello, a tu madre y hermanas les caigo bien con eso me conformo, ¿Quién necesita caerle bien a un peligroso mafioso?

No pude evitar reírme lo que hizo que ella también se riera, cuando paramos en un semáforo en rojo me acerque a ella y la bese tomándola por sorpresa no tardo en corresponderme al beso que poco a poco subía de intensidad, el sonido de un claxon nos hizo saltar en nuestro sitio y separarnos mientras reíamos.

El camino al hotel lo pasamos cantando y riéndonos, me encantaba verla feliz y sonriente no parecía la chica a la defensiva y rota que conocí al principio, pensar que yo estaba colaborando en que fuera feliz me hacia crecer el ego de manera desmesurada.

Bajamos del coche y caminamos a la recepción, la chica que estaba en ella me sonreía de manera exagerada, lo cual hizo a Daphne bufar mientras yo contenía la risa.

— Cualquier cosa que necesites no dudes en llamar...

— Tranquila que no va a necesitar nada, si nos disculpas tenemos mucho que hacer.— Contesto Daphne de manera borde haciendo que la chica frunciera el ceño.

Agarro mi muñeca y tiro de mi en dirección al ascensor, una vez dentro me gire para abrazarla por detrás y darle un beso detrás de la oreja.

— ¿celosa?

— Vete a la mierda McGregor.

— No sabes lo cachondo que me pones cuando estas así.

— Ahg, eres un maldito pervertido.

— Admite que te encanta que sea así.

Negó con la cabeza, saliendo del ascensor me miro por encima del hombro y pude ver la sonrisa perversa que esbozaba, me mordí el labio sonriendo, caminaba bastante mas adelante que yo asique agarre la tarjeta del pantalón y corrí pasando por su lado mientras le di con toda la mano en el culo, lo cual la hizo gritar y mirarme con sorpresa.