𝐶𝑖𝑟𝑢𝑗𝑎𝑛𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛 ║𝐿𝑎𝑤-𝑆𝑎𝑘║

12. Conflicto

Lo que resto de la mañana se fue en más y más papeleo, miradas fugaces y comentarios elevados por parte del moreno. Law quería más que aquellas simples caricias, la quería toda, ver sus expresiones cuando la lleve al bendito orgasmo y escuchar sus gemidos pidiendo más, en tan poco tiempo se había vuelto una obsesión tenerla entre sus brazos. Sakura frunció el ceño al verlo, era muy fácil descifrar lo que pensaba, y más sabiendo a dónde se dirigía su mirada.

Al llegar la hora del descanso Sakura camino hacia afuera de la oficina, tenía que estar despejada de todas esas tonterías que había hecho con el moreno, no quería nuevamente caer en su juego.

Caminó por todos los corredores del hospital tratando de hallar algo en que despejar su mente y aquel cosquilleo en su zona íntima, aún sentía lo pegajoso de sus fluidos cuando caminaba, era realmente incómodo.

—Dr. Haruno.. –la detuvo una profunda voz. Sakura volteó hacia atras–

Ahí se encontraba un moreno vestido muy elegante. Sakura se sonrojo y desvío la mirada. Lucci sonrió de lado, satisfecho por esa linda acción...

—Lucci-san, al parecer ya se siente mejor, por suerte no lo mate.. –dijo tierna– ..sucede algo??

—Necesito un informe detallado del antídoto que me administro.. –Sakura torció la cabeza confundida– ..estamos en una investigación..

—Hoo~ muy bien, tan solo me dio curiosidad.. puedo pedírselo a Sasori, el es mejor en esa área, si, el es el me.. –Lucci detuvo todo su balbuceo–

—Mis superiores pidieron también que la llevara a la comisaría, ahí se están llevando todas las investigaciones, quieren que los ayudes con algunas cosas.. –Sakura aún estaba confundida, ¿Para que requerían su presencia?. Lucci parecía serio, supuso que sería algo importante–

—¿P-Pero porque a mí? Insisto en que Sasori sería el mejor.. –Lucci nego– ..Bien, solo necesito avisarle a mi superior, puede esperar aquí.. –el moreno nuevamente negó y comenzó a caminar junto a ella hacia la oficina– ..bueno.. –murmuro insegura–

Todo el trayecto hacia la oficina fue incómodo, al menos para la pelirrosa, ya que sentía la mirada penetrante del hombre encima. A Lucci le agradaba que se comportará como una presa, era tan divertido verla alerta y volteando hacia el cierto tiempo, le daba cierta satisfacción saber que el era el dominante. Por suerte ya habían llegado a la oficina y aquel incómodo silencio se había esfumado, bueno, era lo que la pelirrosa decía. Tocó tres veces, luego se escuchó la voz de su moreno jefe detrás de la puerta...

—Law.. –llamo entrando a la oficina–

Law sonrió de lado y levantó la vista, su sonrisa no duró ni un segundo cuando ya estaba con una expresión seria mirando al hombre que estaba junto a la pelirrosa...

—Surgieron algunos problemas, tengo que ir a la comisaría por un problema.. –la tensión le estaba provocando ansiedad. Law no dejaba de mirar al intruso. Lucci no se inmutó en ningún momento–

—¿Que clase de problema Sakura?.. –ella tembló ante su voz tan dominante. Lucci frunció el entrecejo–

—De la clase.. b-bueno, me necesitan por un antídoto...

—¿Y no pueden venir ellos aquí? He escuchado que el doctor Sasori es el mejor en esa área, puede ir el también..

—Han pedido específicamente que ella fuera, además de otro problema que no estoy en situación de divulgar.. –Sakura se tenso, su respiración estaba más acelerada, aquellos murmullos comenzaban a molestarla– ..con su permiso, nos vamos..

...

Lucci la llevo hacia su auto, un deportivo último modelo. Sakura aún estaba tensa, sus manos no dejaban de temblar y una asquerosas ganas de vomitar la invadieron. El moreno se percató de aquello, aunque no hizo nada, tan solo se limito a conducir a la comisaría. Durante el trayecto Sakura se había calmado, antes de salir de la oficina había cogido su bolso, de su interior saco un frasco con pastillas y cogió dos, luego se las tomo sin agua, después de todo ya estaba acostumbrada...

—¿Que clase de problemas? –pregunto curiosa, bajo un poco el vidrio para no sentirse sofocada–

—En la comisaría te explicarán detalladamente.. –Sakura bajo la mirada–

—Es Zabuza verdad? –Lucci la miró brevemente, no afirmó pero tampoco negó nada–

—Como.. —Sakura lo interrumpió, el se molestó, no le agradaba que lo interrumpieran–

—Tan solo lo conozco..

—¿Es tu tío verdad? –Sakura apretó los puños, estaba molesta. Lucci sonrió de lado, era fácil leerla–

—¿Acaso eso importa?

—Si cuando estamos hablando del mayor mafioso de Japón.. –ella apretó los dientes–

—¡El ya no es nada mío! Y no se porque es que voy a la comisaría, ¡No se nada de el! –Lucci detuvo el auto y lo movió hacia aún lado de la carretera. Sakura se tenso, más de lo que ya estaba–

—Sabes.. –murmuro viéndola mientras desabrochaba su cinturón– ..no meto mis asuntos personales con mi trabajo, pero.. –Sakura estaba temblando bajo su mirada. En un rápido movimiento Lucci desabrochó el cinturón de la pelirrosa y la tomo de las caderas para después sentarla en su regazo– ..pero, esa actitud dulce y salvaje me está poniendo loco.. –murmuro sobre su cuello. Ella tembló–

—Po-Por favor.. –dijo despacio con un tono de miedo. Lucci sonrió–

—¿Cómo eres en la cama? ¿Dulce o salvaje? –pregunto ya de frente sobre sus labios, unos milímetros más y podría probar aquellos carnosos labios–

Lucci no se hizo esperar y la beso de una manera tierna, pero luego se volvió más salvaje, requería más de ella. Sakura estaba pasmada, no supo cómo responder a aquello, estaba tan confundida que se dejó llevar por el momento. El moreno sonrió, se despegó de ella y miró su rostro sonrojado, la tomo de las caderas y luego guío sus manos hacia su trasero, lo amaso a su antojo viendo las expresiones faciales de la chica. Sakura gimió cuando sintió un azote en su retaguardia, por segunda vez en ese día, al parecer los hombres tenían una manía con azotar traseros relativamente grandes. Lucci sonrió, aquel sonido había sido un deleite para sus oídos...

—¿Que otros sonidos puedes hacer? –ella frunció el entrecejo, estaba molesta y quería golpearlo– ..bueno, eso puede esperar, estamos llegando tarde a nuestro destino...

Tras lo dicho, Lucci la dejo en su asiento y abrochó su cinturón, luego emprendió viaje hacia su destino. Durante el resto del camino el moreno se dedicaba a acariciar las piernas de la chica, aunque está lo apartaba el continuaba colocándola en su sitio.

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