2; tus ojos

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—¿Y qué opinas acerca de que la sesión de fotos de hoy te toca al lado de Soobin?

Hueningkai escuchó la pregunta del camarógrafo y no pudo evitar sonreír, aunque trató de ocultarlo girando su rostro hacia un lado.

Taehyun quien estaba sentado junto a él lo miraba con humor, pensaba en como a pesar de que ellos se la pasaran juntos las 24 horas del día, él aún reaccionaba así, los dos aún reaccionaban así, de hecho.

—Puede ser ofuscante, Soobin Hyung se me pega mucho. —respondió Hueningkai, como si ambos no fueran los culpables de eso.

A veces era un tanto extraño como se comportaban, se unían tanto y luego trataban de molestarse el uno al otro con eso, su relación no era una que podías estudiar y etiquetar, Taehyun había aprendido eso a la semana de conocerlos, sólo se trataba de aceptarlo y seguir viviendo así, porque la posibilidad innombrable era algo de lo que únicamente Soobin y Hueningkai podían discutir.

Cuando la pequeña entrevista (si es que se le podía llamar de esa manera) por parte del equipo de BigHit había terminado, Hueningkai fue llamado al set en el que haría la sesión de fotos con Soobin, quien anteriormente se encontraba ocupado en maquillaje.

En cuanto Soobin escuchó la voz del menor en el set, sintió su cuerpo buscándolo inmediatamente, tal vez era un reflejo pero no podía no tocarlo, no hablarle, así que cuando estuvo en su campo de visión se acercó a él regalándole una sonrisa, preciosa y despampanante a los ojos de Hueningkai, para después tomarlo de la cintura.

—Hey. —saludó Soobin, guiando al pequeño por el set. —¿Cuánto les rogaste a los directores para que te seleccionaran conmigo, bonito?

—Nada, de eso te encargaste tú. —rió sarcásticamente Hueningkai, después de rodar los ojos.

—Necesito que tomen asiento ahí jóvenes. —indicó el fotógrafo, interrumpiendo un poco, aunque en realidad su trabajo era la razón por la que estaban ahí.

Soobin no pudo responder más que con otra sonrisa, y para Hueningkai eso era más que suficiente.

Pasaron varios minutos en los que seguían las órdenes del fotógrafo al mando, nada más que mirar a la cámara de cierta manera, voltear un poco la cara, derecha o izquierda, mover el cuerpo, tal vez no tomarse de la mano por detrás de sus espaldas, o sentarse un poco más separados para que la pose se viera un tanto más organizada.

La cámara que se encargaba de grabar ciertos momentos entretenidos de la banda para próximos episodios estaba enfocada en ellos desde que habían llegado, ésta se acercó al ver que estaban conversando animadamente en medio de la sesión.

—Así que... mi chicle, sí que estás disfrutando mucho esto ¿cierto? Y todo por mí. —habló Soobin empezando a bromear un poco.

Ahora estaban recostados en el piso boca abajo, sosteniéndose sus cabezas con los brazos, casi pegados el uno al otro.

—Sí, ajá, te pones muy tedioso y me abrazas mucho, tal vez deberías de calmarte un poco. —contestó de vuelta el menor.

—Oh ¿en serio?  —preguntó el mayor juntándose al castaño. — ¿tedioso?

—Sip. —esta vez fue Hueningkai quien se acercó peligrosamente.

—Tus ojos dicen que estás feliz.

Su pequeño juego se había terminado cuando Soobin había dado tan en el clavo. Por supuesto que no mentía, pero los ojos de ambos reflejaban aún más que felicidad, mucho más.

Chicles | sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora