Chicles | sookai

7; a voces

—¡Luces!

—¡¿Dónde está maquillaje?!

—¡Necesitamos otra cámara en la parte izquierda!

—¿Alguien sabe dónde está el baño?

Habían llegado más temprano de lo que les habían indicado y se notaba.
Los chicos de TXT tendrían una presentación especial este día, no sería la primera vez que interpretaran aquella canción pero el estudio en el que se encontraban era importante.
Por eso mismo no era sorpresa que algunos miembros se encontraran ansiosos.

—¿Estás nervioso? —preguntó Soobin al menor de todos allí, acomodándose el micrófono que tenía arreglado en la oreja.

Estaban esperando a que Taehyun y Beomgyu terminaran con su maquillaje y empezarían a grabar.

—¡Nya! Estoy nervioso. —respondió Hueningkai de una manera tan ridículamente adorable que inmediatamente hizo sonreír a su líder.

—¡Awww! ¡Estás nervioso! —Soobin se acercó a él y lo rodeó con sus brazos, acercándose tanto que hasta él mismo creyó que le daría un beso.

El corazón de Hueningkai se aceleró y se podría decir que se congeló por unos segundos, pero sea como sea cumplió su cometido, hizo sonreír a su querido chicle.

—¿Y tú? —preguntó de vuelta el menor, aunque conocía a Soobin, ya sabía la respuesta.

—Supongo que sí... lo usual, ya sabes.

Ni Soobin, ni Hueningkai desparramaban confianza pero el menor era un tanto más tranquilo, usando toda esa característica para cuidar y alentar a su Hyung cuando sea que él lo necesitara.

—Te ví practicando tus expresiones faciales en el espejo. —dijo Hueningkai abrazándolo del cuello, pasando sus manos por los hombros del más alto.

—¿Y? ¿Qué dices? —cuestionó Soobin sonriendo de nuevo.

—Eres muy guapo Hyung. —confesó el menor bajando la mirada, para él aún era un tanto vergonzoso decir ese tipo de cosas, Dios, ya podía sentir el calor acumularse en sus mejillas.

Y el mayor no se quedaba atrás, quien sintió su pecho doler de lo mucho que quería y de lo mucho que le causaba el ser que tenía en frente.

—No deberías preocuparte por eso, tus expresiones faciales son muy buenas al igual que tu baile, tu voz es estable y distintiva Soobin-ssi, enamoras. —el menor hizo contacto visual directo cuando dijo aquellas palabras, quería que el mencionado las entendiera y más importante; las aceptara, porque no era más que la pura verdad.

Mientras tanto la mente de Soobin sólo podía pensar en ¿por qué tenía que ser tan amable? En el sentido en que no puedes dejar de amarlo ni aunque quisieras, en el sentido en que jamás en su vida había conocido a una persona como él, tan extraordinaria.

Sintió todas sus dudas disiparse, tal vez sea sólo por ese momento pero mientras Hueningkai estuviera a su lado él no dudaría de si mismo, no cuando tenía tales manos y tal voz de terciopelo reconfortándolo.

"Pero ¿te enamoro a ti?"
Pensó Soobin.

—No lo sé... tal vez... —contestó Hueningkai, en serio que no sabía cómo responder a esa pregunta ¿acaso Soobin estaba jugando otra vez?

Soobin entró en pánico cuando se dió cuenta que su pensamiento había sido dicho en voz alta.

—Yo sé que me amas Hueningie. —habló el mayor bromeando, tratando de arreglar las cosas.