Garabatos difuminados la última noche del año. Una noche como otra cualquiera. Comentarios ácidos con ese toque almibarado que tienen tus palabras.
La excusa un millón.
La asfixia que me da soltar tres verdades de golpe, que aprietan antes de que las pronuncie.
Es ahí donde me doy cuenta que solo existe un motivo para evaporar los diálogos entre nosotros dos.De la pasión de las cuerdas que atas a mis caderas a la frialdad del café.
Entre viento y apneas.
Sintiendo la brisa fría, esa que te corta los labios y silabiza mi discurso, quedando en difusas articulaciones que no maquillan el pavor que me das.Y doy un paso adelante, porque hacia atrás hay un abismo.
Un abismo repleto de miedos, tan profundo que no distingo el final.Estructuro en mi cabeza una mentira atractiva, porque es lo único que sé hacer.
Y la mastico, retrocedo y me dejo caer hacia atrás. A la nada. Al miedo.Las livianas sombras me aprietan y la noche se cose a mis entrañas.
La ultima noche del año. Esa de los mil perdones.
La última vez que te extraño.
Estoy cayendo en mis viejos errores.
Una noche cualquiera.
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Enero color Azabache.
PoetryBreves ensayos tristes sobre meditaciones, pensamientos y observaciones de cada día. Me siento un cretino cuando escribo cosas tan pretenciosas. Todo nos lleva a pensar que tenemos que existir por algo, pero no. La realidad es que estamos de paso...