La necesidad de ser me persigue pero no tengo raciocinio suficiente para volver a vivir ese momento, el nacer del ser, el entretiempo. La explosión de comprender en la distancia y en el tiempo.
Angustia cósmica, miedo mugriento. Búsqueda artificial de ningún sentimiento en concreto. Mentes vacías, animales infectos. Terribles sueños de manos que arrastran certezas y las entregan sin criterio. Una fila ordenada e interminable de terrores y mis engendros, caótica, lucha por llevarse mis defectos.Pelea encarnizada, visceral y dañina. Y todos ganan, todos regresan a mi mente, pesados, deslizándose, dejando un rastro de anhelos, destrucción y vicios.
Las imágenes no me duelen, ya estoy hecho a ellas.
Las palabras no pueden hacerme daño, mis oídos ya no oyen.
Los olores me fusilan, pero poco queda por desmembrar.
Los sentidos se revelan, y ya no siento nada. Incluso a veces se vuelven en mi contra.
Pero otras veces son fieles y percibo todo cristalino y perfecto.
Entonces veo la realidad tras mis pupilas envenenadas.
Y me quiero arrancar los ojos.
Los engendros que viven dentro
fuera yacen, sin tenerme
si los engullo, y siento,
vuelven los terrores a vencerme.
Canción de cuna, sueño inverso,
calidad de vida, dulce mentira.
Cosmos en los párpados cuando los cierro.
Duermen dentro los diablos que me cuidan.
Al verte, en recuerdos,
estás dormido,
hablando,pero despierto,
callando.y al sentirte me desvanezco.
Triste tortura, de dolor y pesadilla,
de que formes parte de los engendros.
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Enero color Azabache.
PoetryBreves ensayos tristes sobre meditaciones, pensamientos y observaciones de cada día. Me siento un cretino cuando escribo cosas tan pretenciosas. Todo nos lleva a pensar que tenemos que existir por algo, pero no. La realidad es que estamos de paso...