Entenderás que si te hablo con el viento a favor es para que mis proyectos avancen.
Me entenderás cuando descubras que esta triste vela no alumbra, pero si zozobra.
Peligro de muerte en este zona ecuatorial. Donde el único punto caliente es nuestro temporal. Que nos hace chillar cuando estamos solos y callar cuando están los demás. Si te acercas, te puedo sentir, pero solo por el frío que me contagias.
Cuando las olas reboten contra tu muelle, entenderás que la brisa que nos animaba solo eran tus risas y mi temor a la sal.
Me entenderás cuando descubras que no hay ya poemas dedicados a la mar.
La triste foto que me dejaste colgada en mi armario, mostrando sendas sonrisas junto al cartel de los horarios del bus no es signo de debilidad, es solo un trofeo de una caza que ya no está aquí.
Destronada, ya no hay por quien luchar, vagas sin rumbo. Y si te preguntan si te has de preocupar, tu solo respondes: pelillos a la mar.
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Enero color Azabache.
PuisiBreves ensayos tristes sobre meditaciones, pensamientos y observaciones de cada día. Me siento un cretino cuando escribo cosas tan pretenciosas. Todo nos lleva a pensar que tenemos que existir por algo, pero no. La realidad es que estamos de paso...