19
Joey miraba a través del vidrio de al frente, a su alrededor había mucho humo y un gran silencio total, calmando lo pero a la vez dejándolo alerta.
Había pasado una hora y media más o menos mientras su amigo tricolor de tanto llanto se quedó dormido en su pecho, lo había llevado hacía una de los asientos donde lo acomodo para que descanse, Mokuba se quiso quedar a su lado por su despertaba, además que le gustaba acariciar el vientre del chico.
Podía notar como a lo lejos había un túnel por lo que pronto tendrían que detenerse para avanzar a pie.
—¡Joey! ¡Joey!
—¿Que ocurre Mokuba?
—¡Es Yugi!
No bastó más para que el rubio se levantara e ir de inmediato hacía el chico tricolor quien ya había despertado pero su expresión marcada en su rostro era de dolor además que se agarraba el vientre sin dejar de soltar quejidos.
—¡Me duele!
Joey se asustó pues parecía que el bebé ya quería salir a conocer el mundo, en malas condiciones que el pequeño quiere hacerlo. Fue de regreso a los controles y jaló con fuerza la palanca pues ya estaba cerca, poco después el tren se detuvo completamente y regresó con Yugi.
—Yug, amigo vamos hay que bajar...
—¡Joey! ¡M-mi bebé...!
—Lo sé, no te preocupes yo te ayudaré pero tenemos que irnos.
Tuvieron que caminar despacio debido a las contracciones que sufrió el tricolor provocando que se encogiera en su sitio, pero aún así llegaron a las escaleras por las cuales antes habían subido, primero bajó Joey para asegurarse que nadie estuviera cerca, le daba escalofríos que a su alrededor estuvieran miles de muertos y todo manchado de sangre, al parecer también habían luchado ahí pero ahora no se veia a alguien ya fuera vivo o infectado, exceptuando los que estaban en el suelo obviamente.
El rubio ayudó a bajar a Yugi quien, aún estaba triste por lo ocurrido, finalmente bajó Mokuba y así los tres, dejando al tricolor en el medio se dispusieron a caminar hacia el túnel que estaba cerca, pero primero tenía que pasar por algunos cadáveres, pudieron notar que quedaban restos de bombas y demás en el suelo.
—¿Te pasó el dolor?
—Solo un poco... Va y viene...
Yugi intentó formar una sonrisa para no asustarlos aún más pero no puedo y solo formó una mueca extraña, siguieron avanzando hasta que los tres se detuvieron al llegar a la entrada del túnel.
—¡Ah!
El túnel estaba oscuro y Yugi había empezado nuevamente con las contracciones, según los datos que Joey recordaba que Yami le dijo, era que después del túnel encontrarían a los militares que les ayudarían.
Los tres retomaron el camino de nuevo, esta vez iban un poco más lento y debido a Yugi y también a estar alerta en cualquier circunstancia que un infectado aparezca, salir corriendo de allí. Aunque sería difícil por el tricolor pero lo mejor era no pensar en el tema.
—Vamos Yugi...
Susurraba Joey mientras iban por la mitad del túnel y solamente a lo lejos podían ver la luz que era cómo la salida del lugar.
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—Señor, se acercan.
Fue un pequeño susurro hacia el hombre que estaba a su lado, quien a no ver a simple vista decidió usar uno de los francotiradores para intentar verificar si eran infectados o no.
—¿Señor?
—Esperen que se acerquen un poco más, si hasta allí no estamos seguros... Disparen igual.
El joven a su lado tragó saliva mientras asentía pues aunque haya pasado los últimos días disparando y acabando con los infectados, aún tenía miedo, y se le erizaba la piel al ver a uno a unos cuantos metros.
Volvió a tragar saliva mientras veía como se tambaleaban pero lo que le llamó la atención fue como un pequeño ruido de sorpresa que escuchó provenir de ellos, por ello dejó de apuntarles con su propia arma francotiradora y miró a su líder quien se mantenía aún serio sin desviar su mirada.
—Señor, ellos no-
—Silencio.
Aquel hombre lo silenció sin mirarle para luego chasquear su lengua enojado, su rostro se mostró pensativo pues no estaba muy seguro, pero más valía perder que lamentar así que eso haría.
—Disparen.
—Pero Señor aún no estamos seguros que-
—¡Dije que disparen!
Levantó su voz para así hacer callar al joven quien resignado se acomodó de nuevo en su posición y apuntaba hacia el túnel.
Su dedo tembló por un momento mientras miraba de reojo a sus compañeros quienes también estaban listos y apuntando hacia sus objetivos.
Todos estaban por jalar el gatillo cuando unos cuantos gritos se dejaron escuchar, un disparo se escuchó ocasionando que esos gritos aumenten, los soldados solamente pudieron ver cómo una de las siluetas se desplomaba por el suelo.
—¡No disparen!
—¡Son sobrevivientes!
—¡Todos, vayan!
Las pisadas de volvieron a escuchar pero está vez eran los soldados quienes rápidamente habían acatado la orden y con ayuda de las luces de sus armas y francotiradoras lograron llegaron hasta el poco tramo que faltaba.
Se encontraron con un chico en el suelo, a su lado otro joven arrodillado y sangrando, y en el otro lado a un niño llorando mientras temblaba y se negaba a separarse de los jóvenes.
—No se preocupen, ahora están a salvo.
—¿A salvo...?
—Sí, están en Tokyo.
Fue lo único que escucharon pues de inmediato fueron llevados por aquellos soldados para ser atendidos, uno por la bala en su brazo y otro por el evidente nacimiento de su hijo o hija.
Mis pervertid@s!
Al fin esta historia se está terminando, para la próxima semana estará el epílogo, estoy teniendo en mente una segunda temporada, ya saben que ustedes tienen la última palabra.
Los adoro y gracias por acompañarme y apoyarme en esta historia.
Nos vemos nwn
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Tren con destino a Tokyo
DiversosTodos conocemos las historias de zombies y toda la madre no? Pues será casi parecida.... Yami es la pareja de Yugi quién está esperando a su primer bebé, un día un virus se esparcio por la ciudad convirtiéndo a la mayoría en zombies, en su camino po...