Tren con destino a Tokyo

12) Un gran susto

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Ambos tricolores se habían detenido antes de pasar a mayores ya que no quisieron dar una escena en ese vagón.

-Todo esto da mucho miedo...

Yugi fue quien rompió el silencio algo incómodo mientras caminaban a donde estaban los demás, ambos chicos estaban tomados de la mano. Yami por su parte le apretó levemente su mano en señal de apoyo.

-No te preocupes aibou, nada malo les va a pasar.- Yami le otorgó una bella sonrisa.

-Nada malo NOS va a pasar...-el pequeño de ojos amatistas le miró con un puchero resaltando el "Nos".

El mayor soltó una pequeña risa y después se detuvo al estar ya con los demás.

-Parece que ya arreglaron todo .-Joey les sonreí un poco nervioso.

-Por poco se pasan también.- El rubio cubrió la boca del castaño.

-N-no le hagan caso... Yugi te ves mucho mejor.-Intentó cambiar el tema.

El tricolor de ojos amatistas fue cubierto por un rubor en sus mejillas, apartó la mirada avergonzado mientras que Yami por su parte portaba una sonrisa en sus labios y aseguraba más su agarre en la cintura del doncel.

-Atención pasajeros! No nos detendremos hasta estar en una estación segura.

Esa fue la voz del señor conductor quien trataba que su tono sea uno tranquilo pero aún así se podía percibir el nerviosismo y temor en su voz.

-Tenemos que avanzar directamente hacia los siguientes vagones, hay más personas no infectadas ahí, tal vez podamos defendernos mejor.-Tristán hablaba mientras leía algo en su teléfono.

-Bien, hagámoslo chicos! .-como siempre Joey hablaba muy energético contagiando a varios de los presentes.

Todos se pusieron de acuerdo y una vez organizados avanzaron despacio, Joey sostenía fuerte a Mokuba quien se encontraba en los brazos del rubio ocultando su mirada en su hombro.

Hubieron varias complicaciones pero justamente fueron salvados por pasar un túnel, lo malo era que habían demasiados infectados y sería extremadamente riesgoso pasar por ahí, Yusei observó detenidamente la situación y en silencio indicó a los demás su plan de ir por arriba, donde se colocan las maletas. Ante esta idea todos estuvieron de acuerdo.

No mires abajo....no mires abajo...

Yugi se repetía esto mentalmente mientras avanzaba despacio por aquel camino manteniendo su vista al frente, Yami era el que iba adelante de Yugi y detrás del tricolor menor estaba Yusei.

Al otro extremo igualmente iba Seto en la delantera siendo seguido por su hermano y detrás el rubio, sin olvidar a Tristán también.

Ya al terminar el recorrido Yami bajó primero para enseguida ayudar a bajar a su pareja obviamente con todo el cuidado existente del mundo. Así que sin antes darle un beso en su frente ayudó luego a bajar a los demás, excepto a Yusei.

Al otro lado sucedía igualmente lo mismo, aunque aquí solamente Seto ayudó a bajar a su hermano ya que el rubio lo hizo sólo antes de que lo ayudará y Tristán igualmente bajo solo.

Al estar abajo empezaron a caminar a uno de los pasillos donde estaban los baños pero lo que no se dieron cuenta fue que ellos aún uno de ellos no bajaba. Yusei estaba intentando bajar pero por pisar mal en uno de los asientos que usaba como apoyo, el sonido hizo que todos reaccionaron, Yami cerró inmediatamente la puerta quedando solamente ellos dos fuera, por mala suerte el túnel terminó y la claridad volvió al vagón, lo que hizo que los infectados se dispersaran por los asientos.

Yusei estaba escondido entre uno de los asientos mientras que Yami estaba cerca de la puerta, sin hacer ruido y sin que les viera aquellos infectados. Con un movimiento de sus manos llamó la atención de Yusei, el cual entendió de inmediato lo que tricolor quiso decir, asintió con la cabeza.

Como estos zombies estaba muy dispersos y uno impedía la salida de Yusei libremente, entonces Yami usó una pelotita que encontró cerca y pasandola por abajo de los asientos logrando hacer ruido y llamando la atención de estos.

—Ahora...- susurró Yami al mismo tiempo en que se levantaba, Yusei hizo lo propio y junto al tricolor corrió hasta llegar a la puerta la cual fue abierta por Seto, y al instante la cerró justo cuando los infectados se dieron cuenta.

-—¡Yusei! Por Ra ¿Te encuentras bien? Me lleve un gran susto al verte ahí .- le preguntó Yugi mientras le inspeccionaba y sin más le abrazó.

—Yugi...-sorprendido le correspondió el abrazo.- Perdóname por preocuparte, estoy bien...-le sonrió y esto no le agradó para nada a cierto tricolor de ojos rojos.

—No quiero perder a más personas...siento que algo malo pasará tarde o temprano.-Yugi seguía abrazado al chico vagabundo ignorando totalmente como su pareja ardía en celos.

—No debes preocuparte por ello aibou, le hará daño al bebé.-el chico celoso se acercó dando una mirada amenazante a Yusei, éste simplemente se alzó de hombros restándole importancia.

—Es verdad mou hitori no boku.-al fin Yami sintió la calidez del menor y lo abrazó igualmente.

-—¡Bien! Basta de abrazos y esas cosas, es hora de seguir avanzando.-Joey tomó en brazos a Mokuba mientras sonreía y Seto lo secundó.

Nuevamente todos asistieron y se colocaron en posición para seguir avanzando, por suerte en el siguiente vagón no había muchos, solo unos cuatro más o menos por lo que fue fácil pasar por ahí.

Mientras en el otro vagón

Duke estaba enfadado con las personas ahí presentes pero más aún con la castaña de ojos azules, la razón es sencilla simplemente al mencionar que sus amigos estaban por llegar la chica empezó a hacer un escándalo y poniendo a los demás en su contra.

-Acaso nos quieres poner en peligro a todos!!?.-Tea no paraba de gritarle.

-No estarán en peligro! Simplemente tendremos más ayuda!.-el chico de los ojos verdes miró fijamente a la chica, aguantando las enormes ganas de mandarla a donde, pero por educación no lo hacía.

—¡No podemos dejarlos pasar, entiende!.-gruñó Tea.

—¡No podemos dejarlos afuera! Además ya están en camino.-Duke se cruzó de brazos y al instante su celular vibró.

Buscó entre sus bolsillos pero no encontró nada así que levantó la mirada observando a la castaña mostrando su teléfono en mano. Ella portaba una mirada sarcástica pero Duke estaba a punto de llegar a su límite.

-Regresamelo en este instante.-apretó sus puños.

-Y si no lo hago? Que harás?.-Soltó una risa y esa fue la gota que derramó el vaso.

El chico de los dados se lanzó contra Tea arrebatandole el teléfono entre arañazos por parte de ella y uno que otro empujón por parte de él, ya que no quería levantar su puño.

Hola mis pervertid@s!
Los extrañé un montón!
Woah! Siento que desde el año pasado no publicó xD
Aquí les dejo y espero les guste, no olviden comentar!