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El fin de semana había pasado más lento de lo que a Minho le habría gustado.

Había buscado inútilmente durante esos días cualquier información que lo guiara hacia su chico misterioso, desde las imágenes de algunos novatos aleatorios en el sitio web de la facultad, hasta los inacabables perfiles en redes sociales que tenían en su descripción las iniciales HJ. Pero todo era en vano, con lo poco que tenía sabía no sería posible encontrarlo. Era obvio.

Por eso Minho había decidido esperar hasta el lunes para buscar al chico por la universidad, bajo la ingenua esperanza de poder encontrarlo en el enorme campus, en el que él esperaba, ambos estudiaban.

Y ahí se encontraba entonces, girando incansablemente en su cama un domingo por la noche, esperando a que el sueño llegase a él para llevárselo y hacer que las horas pasaran más rápido. Llevaba un buen rato en eso, quizás pasaría mucho tiempo más sumido en sus pensamientos antes de caer dormido, y eso lo desesperaba. Porque sólo podía pensar sin parar.

Había debatido consigo mismo por horas, y en un principio se había cuestionado por su insistencia, ¿por qué estaba tan interesado en un chico que podría ser perfectamente un polvo de una noche?

Y es que su misma pregunta era su respuesta. El concepto de "polvo de una noche" no era algo común para Minho. Él en su vida había tenido una aventura de ese tipo y jamás había pensado en hacerlo, porque no le interesaba realmente enrollarse con alguien que no conocía o que no volvería a ver, peor si se creaban malentendidos innecesarios entre medio como tantas veces había presenciado.

Por eso, durante toda su vida sólo había mantenido relaciones sexuales con sus parejas, aunque tenía que admitir que algunas cuantas eran relaciones sin pies ni cabeza con las cuáles podía mantener sus deseos a raya. Pero eran estables, al fin y al cabo, personas que él había elegido y con las que compartió su vida, no gente azarosa.

Minho no era un romántico ni tendía a idealizar la vida, y no comenzaría a hacerlo por una simple atracción física. Sin embargo, no podía mentirse a sí mismo, ni tampoco podía negar al destino cuando este hacía de las suyas. Porque él sentía que había algo ahí, detrás de todo lo que pasó esa noche, y sólo quería saber qué.

No podía dejarlo pasar así como así, aunque debería, y por eso mismo su mente estaba hecha un lío.

Quería seguir buscando a ese chico, quería usar de motivación la extraña sensación en su pecho de que quizás, y sólo quizás, todo había sido nuevo e increíble para ambos, y que aquel peculiar encuentro podría tratarse del inicio de algo mucho más profundo. Quería conocerlo, quería saber si se llevarían bien, si quedarían como amigos o si podrían llegar a ser mucho más que eso.

Minho cerró con fuerza los ojos una vez más, deseando que su corazón dejara de latir tan dolorosamente rápido y que le dejara dormir de una buena vez por todas.

Nuevamente puso sus esfuerzos en despejar su cabeza en la oscuridad de su habitación, su mente aún divagando a pesar de sus intentos por evitarlo. Su corazón latió fuerte, pero a un ritmo distinto al de antes, cuando se encontró pensando en lo que tanto había querido evitar, un peso extra apresando su pecho en cuánto recordó la conversación que había tenido con Chan luego de que lo recogiera de la casa de Mingi.

Apenas tuvo la oportunidad, Minho se aseguró de esclarecer la situación para su mejor amigo, quien escuchaba atentamente el jugoso chisme que le estaba contando mientras él omitía un par de cosas que quería guardarse para sí mismo. Al final Chan, mucho más relajado que antes, se había mostrado más que dispuesto a ayudarlo en su "campaña" para reencontrarlo con el "chico de sus sueños".

Pronto se enteró también de la razón del enojo inicial de Chan, quien al parecer se había ofrecido a lavar los trastes por su hermana por dos meses para conseguirle a Minho el favor de distraer a Soojin. Aparentemente, eso era un gran asunto en su casa, y por eso el australiano se había indignado tanto con él cuando escuchó, por parte de un agitado Changbin, que se rumoreaba que Soojin y Minho habían pasado la noche juntos.

Dirty Dancing || MINSUNG (RESUBIENDO/EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora