Dirty Dancing || MINSUNG (RESUBIENDO/EN EDICIÓN)

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Había pensado que hablar de sus problemas con Sooyoung haría que todo fuera más llevadero, pero resultó no ser así.

Por algún motivo, decir como se sentía en voz alta hizo que todas sus emociones fueran mucho más intensas que antes, y no sabía como manejarlo. Aunque tampoco se arrepentía de su decisión.

Sooyoung no conocía a Jisung, aunque creía haberlo visto si pensaba en la descripción que le había dado Minho. Se había indignado mucho por su situación, a pesar de que también entendía porqué habían acabado así. Le dijo que lo mejor era tomar distancia y tratar de olvidarlo, porque las heridas de Jisung no parecían querer sanar.

Era un poco crudo para Minho asimilar aquello. Que se lo dijera un persona externa hacía que todo en lo que había pensado durante días pesara mil veces más en su pecho. Fue motivante de una forma contraproducente.

Él, por su parte, sí conocía a Yook Sungjae, el mejor amigo de Sooyoung. Era el chico más popular del Departamento de Derecho, Minho se lo había topado en más de una fiesta. Sooyoung le dijo que se conocían desde niños, y que él la trataba como a una hermana menor. Tenía novia tras novia, y ella no había podido olvidarlo por mucho que lo intentara.

Era triste y reconfortante saber que no era el único sufriendo por amor. Sooyoung lo hacía ver como si fuera algo simple, algo tan pequeño que era insignificante. Minho quiso creerle a pesar de sus ojos tristes.

Por lo demás, las cosas eran bastante tranquilas, sólo tenían que limpiar el malentendido con sus amigos sin revelar sus secretos, pero el favor inesperado de la chica lo tomó por sorpresa. Le preguntó si es que podían mantener las cosas así por unos días.

-Sungjae no me ve como mujer... quizás si piensa que soy atractiva para los hombres deje de tratarme como a una niña.

Minho lo consideró. El rumor ya estaba en boca de todos, y no es como si le importara lo que dijeran de él. Además, era emocionante involucrarse en la vida amorosa de alguien más cuando la suya había fracasado tanto, así que accedió a mantener el silencio para ver si el descabellado plan de Sooyoung funcionaba.

Sería bueno que al menos unos de los dos triunfara. O al menos que ambos pudieran cerrar una etapa y seguir adelante, quién sabe lo que pasaría.

Por eso mismo dejó que la situación entre ellos marinara durante el fin de semana. Sin afirmar ni negar nada, y sin mentir. Se reunió el sábado con Sooyoung y sus compañeros en una cafetería para echarles una mano con su trabajo, disfrutando de la distracción y de la compañía.

Cuando llegó a clases el lunes, se corría el rumor de que Minho ayudó a Sooyoung de muy buena gana, y según sus compañeros, se moría tanto por ella que incluso la fue a dejar a su casa. Lo último era verdad, se partieron de la risa todo el camino, era una mentira inocente que los había acercado de una forma inexplicable.

No fue tan gracioso, eso sí, cuando llegó la hora del almuerzo. Cumpliendo su promesa, Sooyoung le compró su comida de muy buena gana, y Minho la invitó a unirse a su mesa sin darle muchas vueltas. No esperaba, para nada, que Jisung los acompañara ese día.

No había estado tan cerca de él desde que hablaron en su casa. Estuvo a punto de restregarse los ojos con el dorso de la mano, creyendo que estaba soñando. No estaba seguro todavía de si era un buen sueño o una pesadilla.

La bandeja le tembló en las manos cuando confirmó que, en efecto, Jisung estaba sentado con sus amigos a lo lejos, y la segunda opción se le hizo un poco más acertada que la primera.

Le estaba dando la espalda, y aún así la vista de su nuca le subió el corazón a la garganta. Apenas pudo soportar la repentina incertidumbre de verlo y las insistentes ganas que tenía de evitarlo al mismo tiempo.