¹¹

1.4K 174 20
                                    

Habían pasado dos meses desde que había llegado a un nuevo "acuerdo" con Jisung, y las cosas parecían sorprendentemente más prometedoras de lo que se imaginó en un principio.

Seguían atados de manos en lo que se refería a reunirse a solas. Sus horarios no coincidían en casi nada, y ambos habían acordado en que no querían estorbarse en los estudios, por lo que tampoco trataban tanto de reunirse.

No hacía falta que lo intentaran tanto, tampoco, sus amigos siempre estaban tratando de hacer planes cuando tenían tiempo, y ellos solían aprovecharlo al máximo.

Como esa vez en el árcade, en donde Jisung lo esperó en el baño y lo recibió con una de las mejores mamadas que alguien le hubiera dado alguna vez en la vida. Minho volvió a sus amigos con una mirada dificultosamente neutral, y Jisung con los labios rosados y el cabello algo desordenado. Él le devolvió el favor poco después en el sofá de la casa de Changbin, mientras su amigo y su novio "buscaban un cargador" en su cuarto. Sus amigos estaban tan distraídos por su propio encuentro que ni siquiera notaron que Jisung tenía la cremallera abierta cuando llegaron.

También estuvo esa vez en la que Minho se ofreció a llevarlo a casa y terminaron follando en el asiento trasero de su auto. O cuando Minho estaba en el cine y Jisung en el centro comercial, por lo que supieron escabullirse para encontrarse en el baño. Etcétera, etcétera, etcétera.

Eran ese tipo de cosas las que podían permitirse, aunque también eran abiertos a otras formas de convivir. Se mensajeaban todos los días, sin falta, aunque la conversación no siempre era tan fluida como a él le gustaría por lo mucho que tardaban en responder a veces los mensajes. Entendía que Jisung tenía toda una vida aparte de él, y tampoco estaba en posición de exigirle algo, por lo que se quedaba callado cuando le tocaba esperar una respuesta, que pasaba muchas más veces de las que le gustaría.

Estaba de más decir que Jisung era poco abierto a interactuar normalmente con él alrededor de la gente. Lo intentaba, Minho podía decirlo, pero Jisung parecía aterrado de exponerse con tan sólo una mirada, así que usualmente se mantenía alejado de él y le dirigía la palabra sólo cuando era necesario.

Claramente Minho se había ofendido con eso en un principio, pero sabía que era todo un tema para Jisung, ya lo habían conversado. Y era divertido verlo tratar tan duro de fingir que no se ponía rojo cada vez que sus ojos se encontraban.

Aunque por lo general, Jisung era tímido e introvertido, incluso cuando estaba en confianza, por lo que su actitud no era rara para nadie. La mayoría del tiempo estaba callado y observando detenidamente a la gente. Nadie podría imaginarse siquiera todas las cosas que esa boquita que mantenía tan cerrada en público era capaz de hacer y de decir cuando estaba a solas con él.

Le gustaba eso de conocer una parte tan distinta de Jisung. En otras circunstancias, probablemente se hubiera rendido de tratar con él al notar lo difícil que era sacarle una conversación cuando recién conocía a alguien, pero había aprendido a entender su silencio y la ausencia que demostraba incluso estando presente. Le costaba conocer gente nueva, y afortunadamente para Minho, él se escapaba con creces de esa categoría.

Además, a Minho le parecía que leer a las personas era parte de su personalidad, y a veces se entretenía escuchando las suposiciones que Jisung tenía para hacer cuando se sentía conversador. A veces había un poco de astrología en sus interpretaciones, pero eso sólo hacía todo más divertido.

Así que sus días se habían reducido más o menos a eso. A esperar mensajes de Jisung. Esperar verlo en la universidad. Esperar poder hablar un poco con él. Y, por sobre todo, esperar poder tenerlo un rato a solas, porque cada segundo en el que le miraba la boca sin poder comérsela a besos se sentía como una eternidad para él.

Dirty Dancing || MINSUNG (RESUBIENDO/EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora