oblivion [3]

1.3K 231 90
                                    

Corría mucho aire, pero el pesar alojado en su pecho comenzaba a asfixiarlo. El corazón le palpitaba como loco y todo a su alrededor daba tantas vueltas que solo era capaz de ver los contornos de siluetas imprecisas a través de las lágrimas en sus ojos.

—¡C-cállate! ¡Cállate, cállate! ¡No sabes cuánto te odio!

La palabras salían disparadas como si de vómito se tratase.

—¡Deseo no haberte conocido!

Todo a su alrededor se volvió silencioso: los autos, el sonido del viento e incluso su propia respiración pesada. Tan silencioso que un escalofrió le recorrió la columna vertebral.

Vio el dolor en los ojos ajenos.

Y luego, un fugaz cielo teñido entre colores naranjas antes de cerrar las ojos.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Antes de despertar, su cuerpo dio un pequeño brinco. Le llevó unos cuantos parpadeos adaptarse a los rayos del sol que se filtraban por la venta y pegaban directamente sobre su rostro. Izuku estiró la mano hacia su izquierda y palpó entre las sabanas y el colchón para darse cuenta de que Todoroki no estaba. Acto seguido, se levantó de la cama aún desorientado.

El pequeño reloj en la mesa de noche indicaba que eran las cinco de la tarde.

Midoriya salió de la habitación a paso apresurado y se dirigió directamente a las escaleras.

—¿S-Shōto...? —llamó en voz alta. Descendió hasta llegar al primer piso, el cual estaba igual de sereno que la planta de arriba.

Definitivamente, el bicolor no estaba en casa. De todas formas y por si acaso, el pecoso rebuscó en la cocina y al no encontrar nada, fue hacia el jarrón donde había escondido las llaves el día anterior.

No sabía cuánto tiempo tardaría Shōto en llegar; podrían ser minutos, horas o incluso segundos. Aun así, esa podría ser su última oportunidad para despejar finalmente todas sus inquietudes. Sin más que pensar, sacó con sumo cuidado el bulto de llaves del interior de la porcelana y después caminó hacia la puerta del sótano.





●     ●     ●




Comenzó introduciendo la primera llave dentro de la ranura de la perilla. Como era de esperarse, no encajó. Después, intentó con a la siguiente y la siguiente y la siguiente hasta que no quedó ni una sola. Volvió a intentarlo: esta vez las contó y fue enumerándolas en su cabeza conforme iban pasando.

delirio ー [ tododeku AU ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora