Siempre odió el olor de los hospitales: la mezcla del alcohol, el limpiador de piso, los antisépticos y el látex le revolvían el estómago. Pero, curiosamente, también eran sus aromas favoritos, porque aquél era el olor que Shōto traía siempre impregnado en la ropa.
Lo primero que captó de él cuando se conocieron fue aquello. Esa distinguida fragancia viajó a sus fosas nasales tan rápidamente que volteó de prisa.
Izuku sujetó con fuerza la bolsa marrón que traía consigo.
―Midoriya-san, ¿cierto?
El recién nombrado levantó la cabeza, observando a la azabache que se sentaba en frente suyo. En la placa de identificación que tenía enganchada sobre su bata blanca, se alcanzaba a leer un nombre: Kayama Nemuri.
—Solicité tu expediente médico y tengo entendido que hace algunos años, cuando aún eras un niño, te internaron por múltiples laceraciones en la piel y estuviste en coma por aproximadamente seis días.
Midoriya asintió.
―¿Haz sentido algún malestar ultimamente?
―Eh... n-no lo creo.
Kayama escribió algo en una pequeña libreta.
―¿Seguro? ¿Ni siquiera dolores de cabeza? ¿O algun problema visual, tal vez?
―B-bueno... no he estado durmiendo bien ultimamente, así que supongo que los dolores de cabeza son normales... ―Izuku parpadeó― D-de todas formas, ¿por qué me citó?
―Hace una semana, cuando te desamayaste y Katsuki-kun te llevó a la sala de emergencias, ¿recuerdas que te hicieron algunos análisis y tomografías?
―S-sí...
―Tengo los resultados ―la de orbes azules tomó un sobre grande y se lo entregó al peliverde. Midoriya lo sostuvo con confusión― Yo... lamento mucho informarle que la tomografía detecto un tumor maligno en el lóbulo temporal. Este pudo haberse desarrollado debido un golpe, y creo que es resultado de las secuelas de ese incidente cuando eras un infante. Sin embargo, es necesario hacerle algunos exámenes neurológicos y una resonancia magnética para estar segur-
―E-espere, ¡espere! ―el corazón del pecoso comenzó a palpitar como loco―. N-no entiendo... ¿Q-qué es lo que tengo?
La mayor tragó saliva mientras lo miraba con aflicción.
―Cáncer.
Sorbió su nariz y se enjuagó la cara con el agua del lavabo. Le cerró a la llave y el baño quedó en completo silenció. Izuku observó su reflejó en el espejo, mirando como las gotas de agua se escurrían hasta concentrarse en su barbilla para acto seguido descender lentamente hacia el drenaje.
Después, exhaló todo el aire que contenían sus pulmones y sonrió.
● ● ●
―¡B-buenas tardes, Jiro-san!
La de hebras violetas alzó la mirada. Cabello corto y de exótica mirada triangular: Jiro Kyoka era secretaria de Shōto, y aunque no la conocía mucho, ésta era muy amable con él.
―¡Ah! Midoriya-san... ¿vienes a ver a Todoroki-san?
―Sí. ¿Está ocupado?
―Pues... ―Kyoka se rascó la nuca― Una junta de emergencia. Lo siento, Midoriya-san.
―N-no importa ―Izuku esbozó una sonrisa― Solo venía a dejarle comida de todas formas.
―Oh, puedes entrar a la oficina y esperarlo si quier-
―¡N-no! E-esta bien. También tengo algo que hacer. Solo... ¿puedes entregárselo cuando esté libre?
―Oh... claro.
Después de entregar la bolsa que cargaba consigo, Izuku hizo una reverencia y se dio la vuelta, sin embargo, giró nuevamente a los pocos segundos.
―P-podrías decirle que...
―¿Si?
―E-eh... no, nada. G-gracias.
Jiro ladeó la cabeza, confundida, mientras observaba la figura del peliverde alejarse entre los pasillos.
● ● ●
―Ya llegué...
El aire dentro del departamento era tan frío que no pudo evitar desplomarse al suelo mientras se abrazaba a sí mismo. Bueno, no es que el frío lo haya hecho desplomarse, pues sus piernas temblaron y su ritmo cardíaco se aceleró desde que cruzó la puerta.
Sus ojos viajaron hasta la mochila roja que estaba a su lado. De esta sobresalía una de las esquinas del sobre que Nemuri le dio. Se le quedó mirando, en silencio, durante segundos que se convirtieron en minutos, hasta que la tenue luz del sol que se filtraba por las ventanas se desvaneció dejándolo sumergido en la oscuridad.
Solo salió de su trance hasta que sintió una vibración que provenía del bolsillo derecho de su cárdigan. De ahí sacó su teléfono, divisando el nombre de Shōto en su pantalla.
Colgó al instante.
"—¿Moriré?
La azabache negó.
—Podemos extirparlo mediante una cirugía. Pero... puede haber ciertas complicaciones.
—¿C-cómo cuales...?
—Puede que no sea posible extirparlo por completo la primera vez, y además necesitará terapia de radiación y quimioterapia. En el peor de los casos, debido a que este tumor está muy cerca del hipocampo... puede que desarrolle amnesia.
—E-en... entiendo...
—Mientras tanto, lo único que puedo hacer por usted es administrarle medicamentos que disminuyan los sínto-
—¿P-podría prometerme algo, Kayama-san?
—...claro.
—No le diga nada de esto a Todoroki."
Suspiró. Tenía la mente en blanco, y sorprendentemente, ninguna lagrima había brotado de sus ojos.
Volvió a sujetar su celular, que ya tenía tres llamadas perdidas, y comenzó a teclear un número. Cuatro pitidos después, la otra línea contestó.
—¿Deku?
—H-hola, K-Kacchan...
Fue en ese entonces cuando Izuku se derrumbó.
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delirio ー [ tododeku AU ]
FanfictionDespertar después de un largo sueño resultaba por mucho ser la mejor sensación en la vida... a excepción de que al hacerlo, Izuku se da cuenta de que está en una habitación diferente, una casa diferente y un todo diferente. Sumémosle a eso que no so...