delirio ー [ tododeku AU ]

catástrofe [1]

Tenía unos vagos recuerdos de las noches que pasaba a solas esperando a que el heterocromático llegase a casa.

En todos esos fragmentos Izuku prendía la televisión, preparaba un café, se sentaba en el sofá y veía las manecillas del reloj moverse lentamente hasta que daban las 12 AM, después las 2 AM (el café ya se había enfriado), las 4 AM (ahí era cuando sus ojos comenzaban a cerrarse debido al cansancio), las 5 AM y finalmente podía apreciar el crepúsculo matutino. Apagaba la televisión, la cual no había hecho más que reproducir películas aleatorias, y se dirigía a la cocina, tiraba lo que restaba de su café a medio tomar y se hacía uno nuevo, sacaba el cereal de la alacena y se lo servía en un plato junto con leche.

Para las 8 AM Shōto ya estaría llegando a casa y Midoriya se encontraría en frente de la puerta, esperando el momento exacto en el que pronunciaría las primeras palabras del día. Pero esta vez había sido diferente. A pesar de que una vez más no había podido dormir y ni siquiera le dieron ganas de hacerlo, Izuku no tenía ánimos de repetir su rutina anterior, así que no lo hizo.

El paisaje a sus alrededores fue cambiado conforme el auto se acercaba mas y más a la civilización. Izuku observaba todo con curiosidad y esto le hizo soltar una risa a Shōto.

—¿Qué? —el peliverde hizo un puchero.

—Pareces un niño yendo al parque de diversiones por primera vez.

Todoroki tenía razón; pero es que él le había mentido, claro que el mundo había cambiado después de tres años. La publicidad no era la misma, había nuevos grupos musicales y cantantes, nueva propaganda, nuevos edificios, todo había cambiado y lo seguía haciendo en ese mismo instante.

—Por cierto —dijo Shōto— en la guantera hay algo que traje del hospital.

Izuku volteó hacia el lugar antes señalado y buscó. Inmediatamente saltó a la vista una bolsa transparente con cajitas dentro. Leyó con curiosidad las etiquetas de cada una.

—Vitaminas y... ¿complejo B?

—Son para ti. Tu cuerpo no está produciendo nada de eso, estas cosas te ayudarán mucho.

—Shōto...

—¿Sí? —el bicolor no apartó la vista de enfrente en ningún momento, pues aún seguía manejando.

—Estos medicamentos... ¿realmente harán un cambio en mí?

—No lo sabremos hasta que los pruebes. Claro, tu cuerpo no volverá a funcionar igual que antes y aún no he tenido tiempo de revisarte. De todas formas, sólo hay que esperar a ver si hay algún cambio. Tendré que hacerte algunas pruebas, pero eso será después de una semana de que ingirieras los medicamentos.