un cielo en el infierno

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Izuku despertó sintiéndose mareado. Instintivamente, intentó mover la mano en un intento de frotarse la frente, pero sus brazos no se movieron: estaba inmovilizado con las muñecas detrás de la espalda. Entonces, intentó gritar, pero la cinta que se adhería a sus labios solo dejó salir un jadeo ahogado.

Su mirada se desplazó desesperadamente hacia todos los rincones. Todoroki tuvo que haber movido su cuerpo a la sala después de haberse desmayado, Sin embargo, todos los muebles estaban desplazados hacia las paredes dejando libre el centro de la habitación, que era justo donde estaba.

La vista se le nubló. No sentía las lágrimas recorrer sus mejillas, pero tenía la certeza de que estaban ahí.

¿Qué debía hacer? Todo aquello estaba pasando por su culpa.

Comenzó a agitar los brazos para ver si podía liberarse: después de unos segundos de lucha escuchó un crujido y su mano izquierda salió con facilidad.

Antes de que pudiera retirarse la cinta de la boca, escuchó unas pisadas. Midoriya alzó la mirada, y al ver que una figura descendía por las escaleras, volvió a esconder rápidamente sus brazos detrás de la espalda. Pronto sus orbes captaron la difusa silueta de Shōto, quien vertía a sus espaldas un líquido rojizo sobre el suelo. La mirada del bicolor viajó hacia él pocos segundos después.

—¡¿Q-qué estás haciendo, Shōto?!

El mayor dejó de lado el bidón que traía consigo y se inclinó frente al peliverde, arrancando la cinta que cubría su boca. Izuku no pudo evitar agitar la cabeza cuando sintió que los dedos de Todoroki se movían hacia sus mejillas.

—No pasa nada, todo está bien. Solo vamos a mudarnos, es todo.

—¡Shōto! ¡No puedes hacer esto!

—¿Hacer qué? ¿Preocuparme por nosotros? ¿o querer ser feliz contigo?

—L-lo recuerdo...

—¿Hmm?

—¡Recuerdo todo! Fuiste tú... ¡tú me asesinaste!

—¿Qué?

—F-fuiste t-tú...

El rostro de Shōto palideció. Apretó los puños hasta que sus nudillos se volvieron blancos, pero después relajó los músculos y su expresión fue reemplazada por una mirada estoica.

—Entonces lo recuerdas... —dijo burlón— ¿Y? Debes saber muy bien por qué lo hice.

Midoriya vio una mezcla de dolor e ira en sus ojos.

—E-estas equivocado... ¡entendiste mal las cosas!

Solo quería que vivieras.

—¿Yo...? ¡Si todo era tan claro! —el pecoso soltó un jadeo cuando el de orbes dispares lo sujetó bruscamente del cabello— Al principio traté de ignorar los comentarios del personal cada vez que tú ibas al hospital y estabas con ese tipo...

delirio ー [ tododeku AU ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora