𝘴𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰

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Por su lado, Chan y Jisung no tuvieron mucho tiempo a solas para hablar, ya que tenían que cuidar tanto a Woojin como a Nayeon, y no hablarían de un tema privado con ellos dos allí.

Así que en cuanto los dos quedaron un poco alejados del castaño y la pelirroja, Jisung intentó ser directo, pero sutil.

—Jin está un poco raro. —notó a Bang Chan fingir desinterés— ¿Pasó algo?—

Chan lo miró un momento, intentando mantener la expresión serena, pero la mirada de Jisung rompió su actuación en segundos.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero bajó la vista, parpadeando varias veces para intentar despejarse.

—Hyunjin tiene una gran oportunidad, pero cree que no se la merece. —musitó.

Jisung no sabía a qué se refería.

—¿Qué?—

Bang Chan suspiró.

—Hyunjin empezó un tratamiento que puede hacerlo caminar otra vez —Jisung recordó cuando el chico le había contado de aquella sesión de terapia en una piscina—. Pero no cree que eso puede ocurrir, no tiene fe en sí mismo ni en el proceso y quiere dejarlo... Puede que hayamos levantado un poco la voz cuando intercambiamos ideas. —

—¿Qué hiciste? —Jisung estaba listo para golpearlo si Chan había dicho algo estúpido.

—Le dije que si seguía pensando así, tan negativamente, que si seguía sin creer en sí mismo, nunca caminaría. —

Jisung lo miró unos segundos en silencio.

Estaba de acuerdo con su argumento, pero también sabía que Bang Chan no lo diría de forma tan calmada como se lo acababa de decir.

—¿Qué dijo él? —preguntó Jisung.

—Yo... No lo escuché. El comenzó a llorar y no entendí lo que decía, yo sólo estaba muy enojado, y me fui. —

—¿No lo escuchaste? —Jisung sonaba molesto, Bang Chan se lo reafirmó, negando con la cabeza.

El rubio se molestó un poco más, él sabía lo que era no ser escuchado. Y por un momento pensó si las cosas fueran distintas, si Félix fuera quien no podía caminar.

Eso fue suficiente para enfurecerlo.

El rubio golpeó con fuerza el brazo de Bang Chan.

—¡Ji-!—

—¡No! —lo interrumpió—. No digas nada, no intentes defenderte, te lo mereces —suspiró con cansancio—. ¿No te disculpaste? —

Bang Chan negó.

—¡No, no! —se alejó al ver que Jisung iba a golpearlo de nuevo—. No me disculpé, pero tengo razón, y lo sabes.

Jisung se detuvo un momento.

— Tengas razón o no, la única persona que puede decidir sobre ese tratamiento es Hyunjin. —habló Jisung más calmado—. No vas a convencerlo sólo por gritarle que tiene que creer en sí mismo y que debe seguir.—

Bang Chan clavó la vista en el suelo.

—¿Al menos sabes bien porqué él no quiere seguirlo? No ese cuentito de que no cree lograrlo, debe haber algo más...—

Bang Chan tardó un segundo en negar.

—No lo sabes porque no lo escuchaste —declaró Jisung, haciéndolo sentir peor—. Escucha.—

El rubio se acercó a él, haciendo que Chan levantara la vista.

—Pídele perdón, y habla con él, escúchalo —el castaño asentía con cada consejo—. Y decida lo que decida, tienes que apoyarlo, son pareja, pero no dueño de su vida, y si él dice que no es no. Habla con él decentemente, sin discutir.—

Bang Chan se mordió el labio, aguantando unas lágrimas.

—A mi también me gustaría que Hyunjin camine, en serio. Tal como quiero que Félix pueda hablar. Pero gritando no se resuelven las cosas. —finalizó.

Se quedó un momento más, palmeó el hombro de Chan para que volvieran con los otros dos, a terminar de encontrar cinco hojas de distintas plantas.


𝐦𝐮𝐭𝐞¹ 【𝐉𝐢𝐥𝐢𝐱】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora