Capitulo XXIV

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Capítulo 24
"Recompensa"

KARLEY

Salgo de la jaula en la que había entrado para pelear aún con los gritos de los aficionados y Ken esta con una sonrisa de oreja a oreja, a su lado se encuentra Jackson quien me examina con la mirada antes de acercarse a mi rápidamente y abrazarme.

— Estuviste increíble — susurra y yo le doy unos golpecitos en la espalda.

— Lo se.

Se separa y me da una sonrisa antes de ponerse a mi lado y Ken hace una seña con la cabeza de que lo sigamos y lo hacemos.

Entramos al mismo cuarto donde había entrado antes de la pelea y cierra la puerta.

— Felicitaciones hermanita, sabia que no me decepcionarias — me cruce de brazos y le di una mirada fría.

— No te hagas el imbecil y más te vale que me des lo que acordamos — le doy una mirada que el comprende perfectamente.

" no cumples y te reúnes con nuestro padre" .

— No te preocupes, ahora iré a recibir el dinero, por lo de las identificaciones supongo que son para los dos¿ no?— nos señala a mi y a Jackson y asiento — No te preocupes, esta misma noche te los traigo.

Asenti y el se retira.

— Te veías sexy peleando — suelta y lo miro.

— ¿Ya salió el tú caliente? — me burle.

— ¿Crees que tu hermano tarde?— se acercó enrollando las manos en mi cintura.

— Si aprecia su vida seguro que si.

— Que lastima — une nuestros labios para luego mirarme — pero ya tendremos más tiempo, ¿no?

— tenemos otras prioridades ahora.

Asiente y nos sentamos a esperar en uno de los sillones que allí se encontraban.

Estuvimos allí bastante tiempo, como a las 10 p.m. nos fuimos a otra oficina donde nos tomaron fotos a mi y a Jackson para las identificaciones.

A las 12 de la noche Ken entró con una mochila en las manos.

— Ya está todo listo, ten — me entrega la mochila — 200 mil, puedes contarlos, también están sus nuevas identidades, a partir de ahora son Sidney Adams y Tayson Kingman, también hay ropa para ambos.

Cuento el dinero y está todo, las identificaciones están bien y hay como 5 prendas para hombre y otras 5 para mujer.

— Un placer hacer tratos contigo, hermanito — estrechamos las manos.

— Pueden cambiarse y dormir aquí, mañana pueden irse o quedarse, pero ahora es tarde, yo ya me tengo que ir, ¿los llevo a la habitación?—

Asiento y salimos de la oficina dirijiendonos a otro lado detrás donde parece haber una especie de camerino, nos adentramos allí y una habitación se hace visible.

No te confíes©✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora