EXTRA.
JACKSON.
Repiqueteo mi pie en la nieve mientras espero pacientemente en la banca mirando el enorme árbol decorado para la navidad de este año, personas andaban al rededor con grandes abrigos intentando mantenerse en calor. Al ver a lo lejos a unos niños que por poco no babeaban sobre la vidriera de la juguetería, me acordé de los míos, que de seguro aún no se habían siquiera levantado.
Cuando la puerta a mi lado se abre, de inmediato capta mi atención la persona que sale de allí. Mi esposa.
Teniéndola a ella ni siquiera es necesario usar abrigos, ella me mantiene caliente solo estando cerca.
‐ ¿Cómo te fue? - pregunte de inmediato mientras ella se ponía una bufanda.
‐ Horrible.
‐ Ah, entonces significa que fue excelente - sonreí acercándome un poco para caminar a su lado mientras avanzábamos.
Hoy tuvo una de sus tantas citas con el psiquiatra que la trata aquí en Alaska, pues con el trastorno que tiene es obvio que no podemos estar cerca de ella sin tratamiento, a mi no me da miedo que me mate, pero no quiero que un día se levante y decida matar a nuestros hijos.
De hecho fue su idea consultar, pues se que a ella tampoco le gusta no tener el control de su ira, por lo que comenzó con el tratamiento apenas llegamos a Alaska, y continuó con él hasta el día de hoy, por lo cual no hemos tenido ningún problema hasta ahora, incluso cada vez mejoramos más.
Yo también tengo tratamiento y terapia que siempre mantengo, para poder ayudar y entender mejor a Karley.
‐ Oye, creo que deberíamos ir y aprovechar a comprar el árbol- propuse al recordar que aún no habíamos comprado uno, y en dos días ya es navidad.
‐ ¿Eh? - Karley me mira confundida ante mi comentario.
‐ Pronto será navidad - ante la mirada que puso, sonreí divertido - lo olvidaste, ¿verdad?, ¿ cómo puedes olvidar la navidad?, hay decoraciones y señales por todos lados, hasta el baño público tiene pegado un gorro de santa.
‐ las personas comienzan a decorar sus casas y los comercios desde el comienzo del mes, ¿cómo se supone que note cuando es?, ni siquiera soy fan, solo la celebro por que los niños y tú por poco y no me ponen luces en la cabeza.
‐ Seria una buena opción
Ella me da una mirada de pocos amigos que me hace reír.
‐ Ya, ya, entonces, ¿vamos a comprar el árbol?
‐ Ya que, con lo pesado que eres terminaremos yendo de todos modos.
Sonriente la acompañé hasta que ingresamos en una venta de árboles y yo me tomé la tarea de buscar uno con la mirada.
‐ ¿por qué no podemos comprar uno de esos y ya? - brama mi esposa a mi lado señalando un árbol ya completamente decorado y la mire con horror.
‐ No podemos comprar un árbol que ya está decorado, debemos comprar uno y decorarlo nosotros en familia.
‐ Los humanos y sus tradiciones raras - suspira y yo la miré con diversión.
‐ Tú también lo eres.
‐ A veces entre tantas diferencias conmigo y los demás, creo que no.
Aún ante su negativa de comprar un árbol simple, terminamos (más bien, terminé), encontrando el árbol perfecto, de seguro a nuestros hijos les gustaría. También pasamos por una tienda de galletas a comprar casas y galletas de jengibre, sin olvidar unos exquisitos pasteles dulces antes de dirigirnos a casa, donde al estacionar y bajar con la ayuda de mi esposa para meter el árbol, enseguida dos pequeños pelinegros nos esperaban, Alaska dejó su bate de béisbol de nuevo a un costado del garaje suspirando
- ¿Cuándo se supone que entrará un ladrón a casa para que así pueda partirle la cabeza y que nadie me reproche nada?- exclamó frustrada mientras se acercaba a nosotros y su hermano saludó a la distancia.
- Ya llegará tu momento, mientras tanto puedes seguir golpeando el saco de boxeo - intente alentarla pasando por su lado sacudiendo su cabello haciendo que se queje de inmediato comenzando a peinarlo con los dedos.
- me gustaría más que pueda golpear a alguien de verdad.
- Puedes seguir peleando conmigo.
- No es por nada pero golpearte es muy sencillo y siempre tengo que estar atenta a no pasarme y romperte algún hueso, además de que tu defensa no es muy buena que digamos.
- Es mejor que nada.
- ¿Por qué no puedo ir a la prisión y encargarme de ayudar a los policías a interrogar a las personas?, se métodos de tortura que podrían hacerlos hablar en 2 minutos.
- Claro, por que es suuuper normal que una niña de 13 años sepa 37 formas diferentes de romperle el cuello a alguien - ironiza Kilian mientras pasa a ver el árbol ‐ No esta tan mal.
Sonreí antes de llevarlo a la sala de estar, donde ya Alaska y Killian habían traído los adornos para el árbol y no tardamos en comenzar a decorarlo mientras Karley se disponía a comer las galletas de jengibre que trajimos.
Solo se había acercado a poner una esfera por que debíamos decorar los cuatro, luego se había vuelto a acostar mientras comía.
- ¿A quien le toca este año poner la estrella? - los miré con la estrella en mis manos, sabía perfectamente a quien le pertenecía, pero quería probar que tan honestos eran.
- A Kilian le tocó el año pasado, esta vez me toca a mi - se apresura a señalar la pequeña de ojos azules y miré a su madre quien comía plácidamente ajena a nuestra conversación.
- Está mintiendo, es obvio - brama tranquilamente mi esposa, ni siquiera era necesario que los mirara, ella ya sabía cuando nuestros hijos mentían incluso antes de abrir la boca - no sé por qué siguen intentándolo, no pueden mentirme, pequeños demonios - mira a nuestros hijos quienes se encogen en hombros
- Tenia que intentarlo- se excusa Alaska antes de apartarse para que ayude a su hermano a poner la estrella en el árbol.
Ambos desaparecen hacia la cocina apenas bajo a Killian, de seguro van a por algo de comer, mientras tanto me tomo la libertad de acostarme en el sofá junto con mi esposa quien me lanza una mirada fulminante en cuanto tengo el rostro y el cuerpo pegados a ella.
- Ni te hagas ilusiones, no pienso invitarte mis galletas - advirtió enseguida haciéndome reír.
- De acuerdo, así estoy bien.
Nuestros hijos no tardan en hacer su aparición con galletas y leche en sus manos sentándose para mirar una película ignorando nuestra presencia.
- Esa es buena, todos mueren al final - ambos niños giran de inmediato mirando indignados a su madre quien sonríe divertida.
- ¡Deja de spoilearnos los finales!, robas la emoción hasta de la muerte cuando lo haces - se quejan ambos, cada vez que pretenden ver una película, Karley siempre les da un tremendo spoiler del final, le divertía bastante, solo no los spoileaba cuando veían películas infantiles ya que ella no los veía, el problema es que mis hijos tampoco querían ver películas señaladas de su edad.
Ella solo ríe mientras mis hijos buscan otra película ganándose que mi esposa vuelva a spoilearles el final haciendo que sigan buscando por unos cinco minutos. Hasta que le pido que los deje ver tranquilos y yo haría la cena, a lo que accedió totalmente de inmediato.
Finalmente pudimos ver una película en paz, ya casi era navidad, donde intercambiaríamos obsequios, ya quería que Karley viera que le compré una motocicleta para la nieve, de esas que se que le gustan.
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NOTA.🎄Merry Christmas 🎄
¡HEY!, hace tiempo no nos leemos por aquí, espero que este pequeño extra les haya gustado 💓Opiniones del extra⛷️
Espero lo hayan disfrutado, lxs quiero
#instagram; @hera_d01
Chao❄️
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No te confíes©✓
Misterio / Suspenso- Si tú vida fue aburrida al menos has que tu muerte sea interesante . Si quieres saber más lee la historia, pero con cuidado, no te confíes de nadie La historia es sacada de mi cabeza así que usen su imaginación y no copien ni adapten está histor...