Papi

nueve

Zayn la miró detenidamente.

-Peny no esta en casa. - dijo él.- Ella quiere estar con nosotros. No va a llevársela.

-Claro que si. Fue un error dejarla.

-Ella ya tiene una familia.- dijo él enojado.

-¿Quién sos vos?

-Su tío.- dijo él.- Y no va a llevarse a Peny porque Harry es el padre y no puede arrebatársela.

-Harry no la quiere.

-Él no la abandonó. Él la ama.

Zayn subió al auto dejándola con las palabras en la boca.

...

-Esperame.- pidió Harry. Ella se acercó y tomó mas bolsas de sus manos.-Es mucho peso.

-Acá el viejito sos vos.- rió ella deteniéndose junto al auto y acomodando las bolsas de las compras. Él puso las otras y subió al coche.

-Una flor para otra flor.- dijo un chico rubio de ojos grises tendiéndole una rosa.

Ella sonrió ruborizandose.

-G-gracias.- murmuró.

Harry abrió la puerta del auto para que ella subiera.

-Creo que tenes que irte...

-Peny.- completó ella.

-Espero verte pronto, Peny. - dijo él sonriéndole.

Ella subió al auto y Harry arrancó. Su vista estaba fija en la flor mientras la giraba en su mano.

-Claro se hace el lindo, pero no con mi bebita.- masculló Harry. - Si se acerca lo mato.

-Es la primera vez...- murmuró ella. - que un chico se me acerca así.

Harry la miró de reojo. Ella parecía sorprendida, confundida, incrédula. ¿Nunca se le acercaban los chicos? Pero si ella era hermosa. Él sabía que ella no era popular en la escuela y eso pero... ¿Tanto se había aislado de todos?

Bajaron en la casa y ella puso la flor en un florero antes de entrar las bolsas.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- preguntó Harry. Ella asintió.- ¿Por qué ya no se casi nada de vos?

-No hay nada que saber.- dijo ella.

-Si lo hay. Quiero que confies en mi. Hay cosas que nunca entendí. Lo de las hamacas por ejemplo.

-Estabamos en la plaza, yo trataba columpiarme. Mamá me miraba y me decía que yo podía hacerlo mientras tomaba. Ella guardó silencio. Cuando volteé ella estaba inconciente y un hilo de sangre salía de su nariz. Murió tres días después.

La chica se abrazó a la espalda de su padre.

-Perdón.

-No importa.- dijo ella besándole el hombro. - Supongo que ya es pasado.

Ella empezó a ordenar las cosas en silencio, sumida en sus pensamientos.

-¿Papá?- lo llamó. Él la miró. - De verdad quiero esto. Solo quiero estar con vos. Yo tampoco é nada de vos. O eso creo.

Harry le sonrió.

Hicieron el almuerzo juntos mientras hablaban y se conocían mas y mas.

Era lindo saber que todo se arreglaba.

Así pasaron dos largos meses, ella siempre dormía con él y se quedaban hablando hasta tarde. Se habían vuelto muy unidos y la pasaban increíblemente bien juntos.

-Rápido, papá.- lo apuró ella.

-Ya va, Peny.

-Pero voy a explotar. Tengo que ir al baño.

Harry salió envuelto en una toalla y ella entró corriendo provocando que él riera.

Cuando la chica salió él la miró.

-¿Mejor?- ella asintió sonriendo.

Harry salió a los pocos minutos vestido. Comerían fuera esa noche.

Entraron al restaurante y charlaron toda la cena. El celular de él empezó a sonar y lo ignoró. Ella lo tomó rápidamente.

-Es el tío.- dijo frunciendo el ceño.-¿Hola?

-Hola, princesa.- dijo él feliz. - Perdón si interrumpo. ¿Está tu papá?

-Si,- dijo ella.- ahí te lo paso.

Le tendió el teléfono a Harry. Luego de unos minutos volvió a la mesa y se lo notaba tenso.

-¿Qué pasó?

-Juli lleva dos meses rondando por casa, buscándote.

-N-no podes dejar que nos separen.- dijo ella con pánico en la mirada.

-Tranquila,- dijo él tomandole la mano. - no van a separarnos hija.

Ella se tranquilizó y siguieron con sus comidas.

Él nunca permitiría que le sacaran a su única a hija, a la luz de sus ojos.