Papi

veinte

-¿Qué hiciste, Peny? -preguntó Liam, desilusionado. Entonces Harry supo que había llegado tarde.
-Anna dijo que...
-¡No quiero que hagas nada de lo que Anna haya dicho!-gritó Liam, muy enojado.
-Tío...
-Estás llevando esto demasiado al extremo. Tenes que parar, Peny, no vamos a dejar que sigas.
-Papá si.-susurró.
Harry abrió la puerta de golpe y se acercó a ella, completamente furioso.
-¡¿Cómo podes pensar que yo voy a dejarte seguir con esto?! ¡¿Estás loca?! ¿Entendes que sos mi hija? No. Parece que no podes entenderlo. ¡Terminá con esto! -gritó.
-Anna dijo que...
-¡No quiero saber que dijo Anna!
Peny se levantó de la camilla y corrió fuera. Su padre se apresuró hacia ella y la rodeó con ambos brazos, deteniendola.
-¿Qué dijo?-preguntó en un susurro.- Decime pero dame la oportunidad de decirte si es mentira.
-Dijo que vos le dijiste que no eras mi papá pero me habían dejado en la puerta y te habías hecho cargo de mi.-lloró la chica.
-Voy a decirte dos cosas. Primero, si hubiera sido así, te tengo conmigo porque quiero que seas mi hija. Y segundo, sos mi hija biológica. Sos mi bebé. Podemos hacer un análisis si no queres creerme.
-Ella dijo que querías que fuera tu hija en mi lugar.
-Eso es mentira. Nunca te cambiaría por nadie. Solo quiero una hija y esa sos vos.
-¿Por qué decía todas esas cosas?¿Por qué lo inventaría?
-Porque sabe que sos nuestra nena.-dijo Liam, y les señaló el cuarto para que volvieran.- Anna quería tener todo lo que vos tenías. Ella se encargó de alejarnos a todos de vos, Peny. Pero, ¿qué podíamos hacer? Anna tenía los dias contados.-se tomó el rostro entre las manos.- Ninguno pensó que esto iba a pasar.
Harry la acostó en la cama y ella tiró de él. Miró a Liam y a los demás y notó que todos habían visto lo mismo que él.
Se acostó junto a su hija y la rodeó con ambos brazos.
-Perdón. -lloró Liam.- Se ensayó tus gestos y manías. Yo no lo sabía. Peny, perdón.
-Yo solo quiero que vuelvan. Ahora solo quiero que vuelvan. -dijo ella bajito.
-No te preocupes, hija. Nosotros no vamos a volver a irnos nunca más.-prometió y le acarició el rostro.- Nunca mas.
-Ella me enseñó dónde hacer los cortes. Me dijo que estaba bien. También metió marihuana en mi placard, dijo que todos la necesitamos.
-¿La probaste? -preguntó Niall, asustado. Ella negó.- Tendrías que habernos dicho todo esto, nena.
-Lo dijo Anna. Creímos que hablaba de alguien más. "Pensé que si ella se moría, iban a quererme. Al parecer murió con el corazón latiendo y los ángeles están conmigo" Anna esperaba que Peny se matara. -se acercó a la joven de los ojos verdes y le besó la mano.- Fue el día que te encontré en la casita. Cuando dijo que los ángeles estaban con ella, me pregunté quién estaba con mi ángel y te encontré lastimando tus alas.
-No tiene sentido saltar de un precipicio si podes volar, tío Zayn.
-No hay por qué saltar de un precipicio. No hagas esto, Peny. Te lo suplico.
-No sé cómo pararlo.-dijo con un hilo de voz y Harry la abrazó con más fuerza mientras lloraba en silencio.
-Nosotros vamos a ayudarte.
-Te encontré. -susurró Harry en su oído con la voz rota.
-Papi, tengo miedo.
-Lo sé. -lloró.- Pero ahora estamos acá. Hija, no me alegro de que tu madre se haya muerto, pero si agradezco que estés conmigo. -le acarició el rostro con suavidad mientras sus dedos temblaban.- Vos decís que fuiste una noche de copas y puede que sea así. Yo estaba borracho, Peny, pero no cambiaría esa noche por nada del mundo, porque fue ahí cuando te creamos, hija. Hay muchas cosas que lamento de mi pasado pero no esa noche. No el momento en que tuve una hija.
-Papá. -lloró Peny ocultándose en su pecho.
La chica se durmió luego de un rato pero nadie se movió de ahí.
-Anna se estudió sus gestos y los imitó. -dijo Louis.- Sus expresiones, todo.
-Voy a buscar la marihuana. -dijo Niall, poniéndose de pie.- No voy a dejar que sea una tentación para ella.
-Lo siento tanto. -murmuró Liam.- Tendría que haberla mandado con su mamá.
-Era tu hija, Liam.-dijo Harry y este negó.
-No era mía. Su mamá no lo sabe, pero ella si. Anna no era mi hija.-dijo él.- Y lo sabíamos desde hace años. Ella me amenazó. Anna estaba enamorada de vos, Harry. Ella quería estar acá, cerca tuyo. No pude hacer nada.

El teléfono de Louis empezó a sonar. Lo tomó y frunció el ceño.
-Es Niall.-atendió.- ¿Hola?-preguntó.-¡¿Qué?!-miró a los demás alarmados y luego posó sus ojos en Peny.-¿Estás seguro? No. No toques nada. Vamos a llevarla a la casa y vamos a ver qué tiene que decir al respecto.
Todos los miraron y Louis se tomó el rostro entre las manos.
-Peny va a venir a Los Ángeles con nosotros. No pienso dejarla sola acá durante tres meses.
Luego de esas palabras, salió del cuarto. Niall no podía haberle dicho nada bueno.