cinco

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Los años pasaron y la pequeña Peny crecía convirtiéndose en una hermosísima chica. Su cuerpo de bailaria resaltaba en la escuela y en la academia era conocida por su talento.

Ya había cumplido 15 años y pasaba su día entero en movimiento.

Llegó de la academia de baile y subió las escaleras rápidamente. No había nadie en casa. Se duchó, se cambió y salió al patio. Ahora, además de su columpio, tenía una casa del árbol. Subió a ella y guardó los pequeños sobres que acababa de recibir de su tía Juli junto con los demás. Jamás abría sus cartas. Una vez lo había hecho y lo único que decía era que quería que ella volviera o viajara a Paris. Querían alejarla de su papá y ella se negaba. Las paredes estaban pintadas de varios colores y firmadas por su papá y sus tíos. Tenía un pequeño escritorio con cajones repletos y sus viejos juguetes. Ahí estaba el oso que le había regalado su mamá. Escuchó el auto llegar y se asomó a la pequeña ventana. Su papá llegaba otra vez con Lusi. Maldita y perra Lusi. Se tiró en el piso de la casita y se puso sus auriculares. Le llegó un mensaje.

Baja-Harry.

No hasta que ELLA se vaya.-Peny.

Sabía que ella no iba a irse, no hasta cerca de media noche. Una cabeza se asomó por la escalera y ella puso su celular a grabar.

-Salí, es mi casita. - dijo Peny. - No va a aguantar mucho peso. Solo se puede estar de a uno.

-Mirá, malcriada, si te aguanta a vos con lo gorda que estás, va a aguantarme a mi.- dijo Lusi acomodando su cabellera colorada.- Quiero que bajes ahora porque tu papá se pone mal y empieza a pensar en vos y no tiene que hacerlo porque YO soy su novia. Así que bajas ahora porque no voy a dejar que me arruines la noche.- dijo ella acercándose peligrosamente.

-No me toques.

-Hacé lo que te digo ahora mismo porque si no voy a convencer a Harry de que te mande a un internado. No vas a arruinar mis cosas con Harry por tus caprichos.

-No son caprichos,- dijo ella. - vos me pegas.

-Así impongo respeto,- dijo ella amenazante. - pero vos no vas a decirle nada, después de todo no va a creerte. No trates de pelear contra mi, él no va a creerte.

Ambas bajaron y ella se encerró en su habitación sin saludar a su padre siquiera.

Se sentó en su computadora y bajó la grabación. Ya tenía veinte de ellas que servirían perfectamente. Las bajó a un cd y lo guardó en su mochila. Se acostó a dormir e ignoró la voz de la maldita que venía haciéndole la vida imposible hacía dos años.

A la mañana siguiente se duchó y se cambió. Tomó su mochila del colegio y puso sus cosas de ballet dentro. Bajó las escaleras y se encontró con su papá.

-Hola, hija.- dijo él.

-Hola.- dijo ella, seca, tomando una manzana.

-¿Pasa algo?- preguntó él.

-¿Además de que no me crees?- preguntó ella dándole la espalda.- Tu novia es una perra que me insulta y me golpea y no me crees.

-No hables así de ella.- gritó él.

Los ojos de Peny se llenaron de lágrimas y sacó el cd de su mochila.

-Si estás tan seguro de que miento escuchá esto. - dijo ella y salió corriendo de la casa.

Harry miró el cd extrañado. Subió al auto y lo puso algo confundido.

-Basta, por favor. - susurró Peny.

-Te dije que te callaras. - gritó Lusi y se escuchó un golpe. - Si tu papá se entera de esto vas a pasarla mal, muy mal.- otro golpe.

-Voy a callarme pero no me pegues. - pidió su hija.

-No. - dijo Lusi y otro golpe se escuchó.

...

Las grabaciones dejaron a Harry impactado. Lo que ella le decía era verdad.

Peny corrió a la casa de su tío Zayn y lo encontró saliendo para ir a trabajar. Al verla llegar corriendo se detuvo y se acercó rápidamente a ella abrazándola.

-¿Qué pasó?- preguntó.

-Mi papá no me cree,- dijo ella.- él prefiere a Lusi. Él no me cree cuando le digo que ella me insulta y me pega.

-¿Ella qué?- preguntó Zayn escandalizado.

-Se lo dije a papá y él no me cree.

-¿Por qué no me lo dijiste?- dijo él abrazándola con mas fuerza.

-Tenía miedo.- susurró ella.

Entraron a la casa rápidamente mientras él trataba de tranquilizarla.

...

Harry permaneció sentado en las escaleras de la casa, esperándola.

Peny salió de su clase de ballet y caminó lentamente a casa. No quería llegar. Abrió la puerta sabiendo que no habría nadie y se dejó caer contra esta, llorando en silencio. Tenía que recomponerse y subir antes de que su padre llegara. Sin embargo, cuando llegó a la escalera, lo encontró sentado ahí. Él la miró al instante y se puso de pie. Se acercó con los brazos abiertos y ella hundió su cara en el pecho de él. Ambos lloraban. Todo era un desastre.

-Perdón.- susurró él. - Yo.. no quería creerte. No... Soy un estúpido.- las lágrimas caían por su rostro.- Ella no va a volver a acercarse a vos nunca, lo prometo. Nunca mas va a aparecer en nuestras vidas. Siempre pensé que.. eran celos, que lo hacías porque no querías verme con alguien.

-Nunca te mentí, papá. Pero vos no me creías.- sollozó ella y él la abrazó con más fuerza.- Nunca me creías. Estaba a punto de...

-¿De qué?- preguntó él.

-De leer las cartas de la tía Juli para saber dónde está y poder ir con ella.

-¿Tu tía Juli?

-Hace un año y medio me manda cartas, ella cree que no podes hacerte responsable de mi.

-No vas a irte. - dijo Harry serio.

-No quiero ni quería hacerlo, pero ya no soportaba mas la forma en la que tu novia me trataba.- sollozó ella.

-Ella ya no es mi novia. No va a hacerte nada mas. No me dejes.- pidió él.

Ella lo abrazó con fuerza.

-No voy a dejarte, papá.

PapiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora