CAP 1

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--------Mei----------

-Lo siento, señorita Mei, pero no creo que su libro sea lo suficientemente interesante para el público- dijo el hombre frente a mí, quien parecía estar apresurado por sus constantes miradas al reloj.

Sus palabras golpearon mi confianza como un chorro de agua fría. Frustrada, apreté los puños intentando contener mi enojo y evitando que las lágrimas brotaran. Ya era la sexta editorial que rechazaba mi solicitud.

Saliendo del edificio con una sensación de decepción, tomé mi bolso y me despedí del hombre lo más educadamente posible, a pesar de tener ganas de hundirlo en su propia miseria por no mostrar interés en el contenido de mi historia.

Caminé hacia el parque más  cercano. Al llegar había un grupo de niños  que jugaban con una pelota. Sus sonrisas inocentes despertaron envidia en mí. Anhelaba volver a mi infancia y poder recordar aquellos momentos que ahora parecían esfumarse. Sentía el mundo en el que vivía como frío y solitario, y solo mi familia me brindaba consuelo cuando la oscuridad me envolvía.

Realmente era inútil al pensar que escribiendo podría haberme ganado la vida, todo fue una ilusión creada por mí. Lo único que deseaba era hacer feliz a la gente a través de mis historias.

Quería que mis padres estuvieran orgullosos de mí y poder cuidarles, ¿pero... cómo podría hacerlo si no soy capaz ni de mantenerme a mí misma? Soy realmente patética ya que hice que perdieran casi todo su dinero.

En este momento, no sabía a dónde ir. Me daba vergüenza regresar a casa con las manos vacías. Como única idea que tenía era escribir otra historia, aunque me faltaba motivación. La mayoría de las editoriales me habían dicho lo mismo: que a mi historia le faltaba amor. Pero en realidad, no sabía cómo expresar ese sentimiento, ni siquiera quería experimentarlo en este momento.

Mientras que el lío de pensamientos me atolondraba la cabeza, seguía andando por el parque dando patadas a las pequeñas piedras que me encontraba por el camino para descargar mi ira, tristeza y decepción.

Al llegar a un lago verde, me detuve y noté la presencia de un par de patos. Nuestros ojos se encontraron y supe lo que estaban buscando. Sonreí al recordar que había guardado un poco de pan sobrante del almuerzo. Me encantaba ver a los animales disfrutar de la comida. Alimentar a los animales se había convertido en una costumbre diaria para mí.

Me extrañó que hubiera tanta gente alrededor del lago ya que normalmente estaba vacío.

-¿Va a comenzar ya el eclipse?-Dijo un niño rubio con una enorme sonrisa.

-No seas impaciente-Contestó una señora mayor que debía ser su madre. Sus ojos cálidos irradiaban una felicidad deslumbrante. Realmente deseaba poder sentir las emociones que el niño y la madre estaban experimentando.

Debí haber estado tan absorta en mis pensamientos estos días que no me enteré de las noticias sobre el eclipse. Nunca había presenciado uno y ansiaba poder observarlo para poder describir la experiencia. Una parte de mí sentía ilusión por presenciar ese acontecimiento.

Me senté en la barandilla del lago y esperé pacientemente a que comenzara. Quizás después podría alimentar a los patos...

Cuando transcurrieron los tres minutos, el cielo empezó a oscurecerse. Mis ojos brillaban de emoción. Ahora el cielo era oscuro y se podían ver las estrellas. Observé cómo un círculo negro, la luna, se movía lentamente frente al sol hasta quedar en el centro. Era una imagen de una belleza extraordinaria.

De repente, sentí una corriente de aire frío incómodo.

-¡Aparta, es urgente! -gritó alguien detrás de mí.

Al girarme, vi a la señora de atrás perdiendo el equilibrio y traté rápidamente de ayudarla, pero su movimiento me desestabilizó y terminé cayendo al frente.

No sé muy buen en realidad como llegué a caer al agua, pero no hice ningún esfuerzo para subir a la superficie. Me sentí tan bien y tranquila mientras mi cuerpo se hundía que cerré los ojos y esperé mi muerte. Tampoco iba a pasar nada si desaparecía.

Me alegro que estés leyendo la historia,  espero que le des otra oportunidad si decides parar UwU

Me convertí en una villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora